sábado, 30 de noviembre de 2013

¿Qué comemos…?


¿Sabemos lo que comemos realmente? ¿Su procedencia? ¿Cuántos procesos requiere? ¿Qué sustancias se emplean?
En realidad los consumidores no tenemos ni idea.
Muchas veces porque los productos carecen de una lista de ingredientes detallada, otras veces porque directamente nos llegan enmascarados bajo siglas y letras que nos resultan casi como jeroglíficos. Excipientes, aditivos, colorantes, potenciadores del sabor, “productos naturales”…
¿Qué significan realmente?
Hace poco descubrí que a muchas leches le añaden antibióticos, que ciertas margarinas no son realmente vegetales, pues en su proceso participan cabezas de vaca y huesos, que mucha de la bollería industrial, por ejemplo un bollo de supuesto chocolate, no es más que grasa procedente de casquería en general, que a algunas carnes rojas se les añaden colorantes rojos que sólo sirven para engañar al consumidor sobre las cualidades reales del producto que compran, y cuya finalidad es enmascarar la falta de frescura de los alimentos o el uso de materias primas de baja calidad. Además es en la carne donde más fácilmente se producen todo tipo de actos delictivos. Las más consumidas son las llamadas carnes transformadas. Una pizza o un plato precocinado nos llega impregnado generalmente en potenciadores de sabor cuyos principales efectos en el hombre van desde dolores de cabeza hasta diarreas, ardores de estómago, vómitos y falta de apetito. Y es que comemos cientos de porquerías que ni sospecharíamos, disfrazados tras nombres como “colorante X”, “aditivo X”, “sabores naturales”, etc.
Pero, ¿qué estamos comiendo?
Principalmente sustancias que emponzoñan nuestro menú, tales como, restos de residuos, piensos contaminados, venenos, dioxinas, productos fitosanitarios, difenilos policlorados (PCB's), plaguicidas prohibidos. Además muchos de estos agentes son cancerígenos de primer rango.


¿Qué comemos cuando comemos… golosinas?
Uno de los productos que están prácticamente en todas las golosinas y engullimos todos los días es el “shellac“. El shellac es una especie de resina beige que también se usa para dar brillo a los muebles y que se pensaba que procedía de las alas de un insecto. Pero en realidad procede de la secreción de la hembra de ese mismo insecto cuando se acumula en las ramas de los árboles. Resumiendo: son cacas de éste bicho (alias Lacca Keria): Kellac

¿Qué comemos cuando comemos… azúcar refinado?
La caña de azúcar produce azúcar marrón pero el azúcar de las golosinas, y demás cereales azucarados, de la margarina y de otros productos edulcorados, es blanco. Para que esto sea posible es necesario refinarlo.
El refinado del azúcar se hace generalmente (también puede usarse carbón activado pero es más caro) mediante un proceso patentado por un tal Louis Constant utilizando huesos de vacas muertas de causa natural. Los huesos se calientan a unos 500ºC y por agotamiento del oxígeno absorben el “color” oscuro del azúcar.

¿Qué comemos cuando comemos… yogures, batidos de fresa, bebidas rojas, piruletas, etc?
Casi todo lo que tiene ese color rosa chicle tiene un tinte que probablemente conocéis como “colorante natural”. Este colorante natural se produce machacando unos insectos llamados cochinillas. Se machacan junto con sus huevos y sale un polvo rojo que al mezclarse da como resultado este líquido con el que se tiñen los productos. Su nombre científico es Cochineal Beetle.

¿Qué comemos cuando comemos… patatas fritas, salchichas y carnes procesadas o picadas?
Las crujientes y deliciosas patatas refritas de las hamburgueserías, las pastillas de caldo, platos precocinados en general, zumos y prácticamente cualquier cosa tratada que compres tiene “sabor natural” o “potenciadores de sabor naturales”. El problema es que esa denominación es “cualquier cosa no fabricada directamente por el hombre”. Especialmente despojos animal y casquería en general.
Según el nivel de calidad, contienen más o menos carne magra y almidones, grasas, ojos, piel, restos de hueso, vísceras y despojos animales en general. Lo peor es que está permitido en su proceso de fabricación a modo de conservante el uso de “procesos bacterofágicos”, que en realidad es añadir una mezcla de 6 tipos de virus a las carnes que siguen “vivos” cuando las tragamos.
Un ejemplo; algunas de las chips de las hamburgueserías contienen despojos de ternera y en algunos países incluso caballo y grasas de ave.

¿Qué comemos cuando comemos… gelatina?
Es un alimento muy saludable, 100% proteína, que se hace con huesos y cartílagos animales (en ocasiones también espinas de peces). Se vende como polvo en sobres o directamente ya preparada en forma de postres, golosinas o mezclada con yogur.


¿Qué comemos cuando comemos… bollería industrial, croquetas, empanadillas, canelones precocinados, pizzas, etc?
Donuts, bollitos chocolateados, palmeras… Todos ellos presentan, además de un buen número de calorías, grasas vegetales y grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas. Se usan mucho porque son muy baratas y se conservan bien, pero son una bomba a favor del colesterol y los triglicéridos.
Las grasas animales se extraen cociendo las vísceras y grasas de los animales, las vegetales se extraen de semillas generalmente, pero son igual de dañinas para la salud del sistema circulatorio.

Información extra








Fuentes:
.deprisa.net/web/de-qu-estn-hechos-los-alimentos-asquerosidades-que-comemos-sin-saberlo/1648
.elmundo.es/larevista/num198/textos/comemos1.html
elmundo.es/larevista/num198/textos/comemos2.html
google imágenes 

10 comentarios:

amparo puig dijo...

Después de leer tu entrada atentamente vas a conseguir lo que nadie ha conseguido, que adelgace. Lo de las cochinillas me ha sobrecogido especialmente.

Ana Bohemia dijo...

Lo siento amparo, no era mi intención causarte aprensión, pero me pareció importante saber que es lo que realmente comemos, encontré muchos de estos datos en otro blog y en otras páginas y he tratado de compilarlo para que no resultara pesado, a mí lo que me causó cierto shock fue lo de las bollos chocolateados, no sabía lo de las vísceras de animal.
Saludos, feliz domingo
:D

Nieves dijo...

Ana, me ha encantado tu artículo, ha sido muy interesante leerlo, lo que está claro es que si empezamos a pensarlo, la cantidad de cosas tóxicas que nos metemos para el cuerpo. Me han resultado muy curiosas muchas cosas, de las que no tenía ni idea, como por ejemplo, lo de la gelatina, así que gracias por todo lo que nos has contado y hemos aprendido y felicidades por tu gran trabajo. Un besazo y feliz semana,

Montse dijo...

Yo también estoy impresionada, Ana, es horrible todo eso que nos "ponen" en la alimentación, no me extraña que no nos lo cuenten, porque entran ganas de no comer nada de nada.
Ni siquiera se salvan las frutas, hortalizas y verduras, porque ya sabemos que contienen pesticidas y aceleradores de crecimiento. Me pregunto ¿y qué vamos a comer entonces?
Impresionante esta recopilación, has hecho un buen trabajo, pero hija, me dejas desolada.
Besitos.

roberto dijo...

Ana, querida amiga. Muy interesante tu informe, ahora como hago para poder seguir comiendo?... uno de los peores venenos son los conservantes, me habian comentado que los snack como los palitos de maíz y krachitos tienen papel molido.
Un abrazo, veré que puedo comer luego te cuento.

miquel zueras dijo...

¡Aaaagh!!! Lo de las cacas de insecto me ha impresionado especialmente. Bueno, que podíamos esperar después de haber detectado restos fecales en la escandinava comida de IKEA. En México comía saltamontes pero al menos estaba claro que lo eran. ¿Somos lo que comemos? Espero que no tanto. Te felicito, una entrada muy interesante.
Saludos. Borgo.

Ana Bohemia dijo...

Hola Nieves, que bueno que te haya resultado interesante. Lo que esta claro es que la alimentación es la mayor fuente de salud, pero no cuando nos envenenan con toxinas y otros elementos. Pienso que cuantos menos procesos tenga un alimento menos dañino será para el cuerpo.
Gracias, otro besazo y que tengas buena semana y feliz puente.
:)

Hola Montse, pues no nos puede extrañar que no lo enmascaren, a uno se le revuelve el estomago al imaginar en todo lo que habrá comido sin saberlo, puag. Y sí, ni siquiera las frutas y hortalizas, por eso es recomendable lavarlas bien antes de cocinarlas, es cierto que el fuego mata todo lo malo, pero por prevención por ejemplo con las ensaladas.
Siento dejarte desolada, jaja, imagínate ahora con todas las fiestas que se acercan y toda esas comidas, mejor tener ojito.
Un abrazo
:)

Hola Roberto, ay madre mía, ya sabía yo que luego de leer esto se nos iba a quedar cierta repulsión a esos alimentos, pero lo mejor es mirar bien las etiquetas, asegurarnos de que hayan sido sometido a buenos controles (tampoco es que nos garantice mucho pero...) y sobre todo tratar de evitar toda esa comida llamada basura y con razón, o por lo menos reducir su consumo. Yo también había oído lo de los snacks, y es cartón con sabor o plástico, además le añaden aditivos, sal, y otras cosas que no son muy buenas para la salud. Que si un día nos apetece tampoco pasa nada pero como en todo es mejor no abusar.
Un abrazo grande, yo también vigilo ahora mucho mas lo que como, jeje.

Hola Miquel, eso digo yo, ¡Aaagh!, nuestro pobre estomago, así que mejor desechar los productos demasiado procesados, los azúcares y las sales. Lo de Ikea fue un escándalo, pero imagínate cuantos otros productos parecidos estarán pasando desapercibidos, hasta que vuelvan a saltar las alarmas. Yo creo que no podría comer saltamontes ni disimulados ni de frente, puag... Pues sí que somos lo que comemos, la alimentación, el equilibrio en la dieta, esta directamente relacionado con ciertas enfermedades, eso y unos buenos hábitos es lo que nos mantiene sanos y en forma, para que nuestro cuerpo no se "escachurre".
Gracias por tu visita, ¡saludos!
:)

இலை Bohemia இலை dijo...

Es increible las cosas que nos llevamos a la boca, amparadas bajo sabores deliciosos o aspectos apatecibles, pienso que demasiado bien estamos para tanta porquería que consumimos. Muchas de las cosas que has puesto ya lo sabía pero lo que no tenía ni idea era de la gelatina...que inocente, nunca me paré a pensar de donde provenía...

Desde marzo no como carne, por una cuestión de conciencia y respeto, así que algo que descartaré también de mi dieta serán las gelatinas...

Una entrada muy interesante...bss

Anónimo dijo...

¡Caramba, Ana, me has dejado una dieta muy reducida! Ya no sé qué comer. Porque me fío de ti, y aunque no como la mitad de lo que mencionas, la otra mitad es inevitable, y a partir de ahora me lo voy a pensar dos veces antes de ingerir algo.
Muy buen artículo. Gracias por toda esta información, porque tan claro, no te lo ponen en ningún sitio.
Besos.
Carol

Ana Bohemia dijo...

Hola Bohemia, te admiro por la decisión de no comer carne, yo intento reducir su consumo pero no la he abandonado del todo. A mí también me chocó lo de la gelatina, pero algo me imaginaba con esos colores tan industriales. Comemos cientos de porquerías, un poco nos "contaminan" así que es mejor cuidarse en salud y vigilar lo que comemos.
Gracias por tu visita y tus palabras, un abrazo.
:)

Hola Carol, sí, muy reducida, jaja, lo siento, uno se estremece al leer todo lo que comemos sin saberlo y la de "mierdas" que caen en nuestro organismo, es horrible.
Se me ocurrió la idea de este post hablando con mi gemela, no sabía que a las leches le añadían antibióticos, como juegan con el consumidor.
Besos y gracias por comentar.
;)

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