viernes, 22 de noviembre de 2013

El gran Gastby

Jay Gatsby, el caballero que reina sobre West Egg, el anfitrión de las noches sin tregua, pero también el triunfador marcado por el trágico sino de una soledad no pretendida, es el arquetipo de esos años veinte que se iniciaron con la Prohibición y discurrieron en el gangsterismo y la corrupción política organizada. Protagonista de una década que culminaría con la catástrofe de 1929, su imagen de esplendor no hace sino anunciar un drama inevitable. Triunfo de perpetua juventud, brillantez animada por el exceso, fueron también las constantes de la vida de Francis Scott Fitzgerald, quien nos ofrece en El gran Gatsby una de sus obras mayores.

Francis Scott Key Fitzgerald (1896-1940), fue un novelista estadounidense de la «época del jazz».  Su obra es el reflejo, desde una elevada óptica literaria, de los problemas de la juventud de su país en los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial.
Se le considera uno de los más importantes escritores estadounidenses del siglo XX. Fue portavoz de la «Generación Perdida», aquellos estadounidenses nacidos en la última década del siglo XIX que les tocó madurar durante la Primera Guerra Mundial.
Escribió cinco novelas y decenas de historias breves que abordan temas como «la juventud» o «la desesperación» con una extraordinaria honestidad, al plasmar sus emociones cambiantes. Sus héroes, atractivos, confiados y condenados, resplandecen brillantemente antes de explotar («Muéstrame un héroe», dijo Fitzgerald en una ocasión, «y te escribiré una tragedia»), y sus heroínas son bellas y de personalidad compleja.
El Gran Gatsby fue publicado en 1925. La historia se desarrolla en Nueva York y Long Island en los años 20 del siglo XX, todo un fascinante decorado de aquel tiempo.

-La obra ha sido llevada al cine en dos ocasiones, la última en 2013 por el director australiano Baz Luhrmann y protagonizada por Leonardo DiCaprio-

“EL GRAN GASTBY”
F.Scott Fitzgerald

Reconozco que leer la historia cuando previamente has visto la adaptación cinematográfica no es la mejor manera de descubrir un libro… pero no pude resistirme.
Sabía que se traba de un clásico, así que empecé su lectura con muy buena convicción.
Al principio no me convenció, me resultó superficial, algo frívolo. Pero fue una impresión que salve enseguida, al profundizar más, al madurarlo.
Como escenario tenemos los alocados años veinte, unos prósperos tiempos en los que «Estados Unidos estaba viviendo un dulce sueño, ebria de fiestas, dinero y placeres que antes estaban prohibidos o mal vistos.» Descrita así, Fitzgerald hace un buen papel al introducirnos en esa atmosfera de jazz y ginebra.
Nick Carraway es el narrador y el observador de esta historia, un joven que llega a Nueva York y se muda a una casita en West Egg junto a la mansión del misterioso Jay Gastby,  su vecino, un nuevo rico del que ha oído mil rumores distintos, especialmente sobre la razón de su inmensa fortuna.
Nadie conoce realmente a Gastby, aunque todo el mundo ha oído hablar de él, ya que en su increíble mansión se celebran las fiestas más impresionantes de la ciudad, unas fiestas en las que nadie necesita invitación. Pero repito nadie conoce realmente al anfitrión, y menos aún, sus más íntimos anhelos. Anhelos que tienen nombre de mujer…Daisy, la prima segunda de Carraway, y que casualmente vive al otro lado de la bahía, con Tom Buchanan, su marido. Ella representa el pasado que Jay quiere recuperar, allí, al final del bahía, detrás de la mortecina luz verde del embarcadero, un sueño tan cercano que parece al alcance de la mano…
La historia se desarrolla entre 1922 y 1923, años tumultuosos en los que eran frecuentes la corrupción, los negocios turbios, las apuestas, el contrabando, años en los que el sueño americano parecía al alcance de cualquiera que tuviera la capacidad de soñar.
Y Gastby ha soñado, ha prosperado, se ha hecho un nombre… pero todavía no ha alcanzado su verdadero sueño, un sueño que le va destruyendo a medida que se acerca a el.
La novela tiene buenos elementos y buenos personajes, especialmente se luce con Gastby, lleno de matices, un personaje inocente, dolorosamente melancólico, algo presuntuoso, y una victima de los sueños rotos,  de la mentira, de la vanidad.
F. Scott Fitzgerald escribió un final sublime, emotivo e impresionante, una paradoja lleno de decadencia y lirismo.
 Recomendado.

"Sonrió comprensivamente, mucho más que comprensivamente. Era una de esas raras sonrisas, con una calidad de eterna confianza, de esas que en toda la vida no se encuentran más que cuatro o cinco veces. Contemplaba, parecía contemplar por un instante el Universo entero, y luego se concentraba en uno con irresistible parcialidad; comprendía a uno hasta el límite en que uno deseaba ser comprendido, creía en uno como uno quisiera creer en sí mismo, y aseguraba que se llevaba la mejor impresión que uno quisiera producir. Al llegar a este punto, se desvaneció y me encontré frente a un elegante mozallón de unos treinta y uno o treinta y dos años, cuya rebuscada oratoria llegaba al absurdo. Un rato antes de presentarse, tuve la vigorosa sensación de que iba escogiendo las palabras una por una."
Fuentes:
trotalibros.es/2013/07/el-gran-gatsby-de-francis-scott.html
lecturalia

google imágenes

6 comentarios:

amparo puig dijo...

He visto las dos versiones cinematográficas del libro y es impresionante. Después de leer tu entrada sin duda leeré el libro.

Ana Bohemia dijo...

Es un libro corto, sencillo y muy fiel a la última adaptación cinematográfica, así que yo creo que no te arrepentirás de leerlo.
Saludos
:)

Mos dijo...

Lo cierto es que no he visto la película y mucho menos leído el libro pero tú, Ana, con tu entrada has hecho que me interese al menos por la película.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

Montse dijo...

Hola Ana, yo sólo he visto la primera película, la que protagonizaban Robert Redford y Mia Farrow y me gustó mucho. El tema que quiere resaltar el autor es la superficialidad de esa época y creo que queda sobradamente expuesto, por lo menos en la peli ¡tendré que leer el libro!
Un besito.

Einer dijo...

Con este libro me pasó algo curioso. Estaba comprando libros y me quedaba dinero para uno más. Estuve dudando entre este y Tokio Blues de Murakami. Al final compré el de Murakami. Cuando empiezo a leerlo, resulta que el libro favorito del protagonista era El gran Gatsby, así que fue como una señal. Fui a comprarlo... y no me gustó, jajaja. El final me pareció magnífico, pero el resto me resultó aburrido.

De las películas no he visto ninguna.

Ana Bohemia dijo...

Hola Mos, me alegra haberte despertado el gusanillo de al menos ver la adaptación cinematográfica, la última, según tengo entendido es mas fiel al libro.
Saludos, feliz semana
:D

Hola Montse, encantada con tu visita, sí, es como dices, la sociedad frívola que anhelaba diversión después de años tristes, unos momentos dulces que no presagiaban el crack que se les avecinaba, y en los que si se tenía maña prosperar era fácil, pero todo tiene un precio, incluso para que los sueños se cumplan.
Creo que te gustará el libro si te decides a leerlo.
Gracias por aterrizar en este Mundi.
Saludos
;)

Hola Einer, pues si que fue una señal y en toda regla, ¡tenías que leer ambos libros!, estaban encadenados por así decirlo, y uno te llevo al otro...
El gran Gastby se salva por su final, a mi modo de ver, porque todos los soñadores vivimos un poco en el jardín de Gastby, mirando esa luz que no queremos que se apague.
Me gustó Tokio Blues, pero es que Murakami es bastante especial, no deja indiferente su estilo.
Yo antes arriesgaba mas a la hora de comprar libros, ahora los leo antes, los saco de la biblioteca, y si puedo me los compro, y ya tengo una larga lista de libros que me gustaría tener y así tenerlos a mano.
Yo sólo he visto la última adaptación, la del colorido y siempre explosivo Luhrmann. La peli tiene una fotografía muy bonita, casi dibujada, y Leo está muy bien, la música ayuda mucho, hay que decir.
Saludos
:)

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