lunes, 31 de diciembre de 2018

El año que aprendí



Este año me perdí, me perdí en medio de un gran vacío, y en vez de caer, seguí ahí, flotando, en un espacio en blanco e infinito, tan inmenso que no parecía haber nada hasta que de pronto la vi, una puerta que se abría, otra se había cerrado con ruido, pero en vez de sentirme fuera me encontré dentro de algo nuevo, y un pensamiento se formó ante mí como un hechizo de magia, salían chispas doradas y humo de colores que se elevaba culebreando hasta un cielo lleno de estrellas, colmado de deseos. Los colores me hicieron respirar aliviada, feliz y tranquila, eran vivos, brillantes y tan intensos que no parecían de este mundo. Había sido gris, un poco azul, pero de pronto era rojo, rosa, naranja… ¡verde! Los toqué con mis dedos, se hicieron reales, fueron mis talismanes, tuve algunas visiones pero no del futuro, era mi pasado, era mi paso por este año raro que me ha dejado varios sabores en el paladar a los que habría que inventarles un nombre. Me he sentido frágil pero el tiempo me ha enseñado cosas nuevas, me ha puesto a prueba y seguirá poniéndome, es la lección que me deja el 2018, aún sigo siendo una alumna, tengo mucho, mucho que aprender, lo digo con la humildad del que cae y se tiene que levantar, pero seguiré caminando, envolviéndome de colores, buscando un rumbo, haciendo mi camino, sintiéndome más bohemia, mas errante, mas trotamundi que nunca…
Tengo ganas de seguir cuidando a mi pequeño planeta, de seguir dejando mis huellas, de esparcir mis letras, de regar con risas y amor  a los que me rodean, te invito a ti a que me acompañes, ¿tomas mi mano?, ¡viajaremos lejos!


¡¡¡2019 AL VOY!!!

Música: Lindsey Stirling - Take Flight

domingo, 16 de diciembre de 2018

¿Qué es lo que más te gusta de la Navidad?


¿Qué es lo más bonito de la Navidad? Para muchos y muchas la unión familiar, la celebración, las luces con la que se visten las ciudades, ese aire que destila la atmósfera navideña a galletas de canela y acebo aromáticos. La perspectiva de los regalos, la ilusión de despertar sonrisas en los más pequeños, ¡y en los más grandes!, reír cantando villancicos, pasarse con la sidra y el champán, robar un bombón de más, guardarse un polvorón, hacerle un agujero al cinturón. Y que en cada rincón haya algo que consiga hacerte sentir especial. ¿Qué es?, ¿el sonido de la alegría? Es un eco que rebota dentro de ti y sale hacia afuera como una explosión de color.

Si esto te está pasando es que estás infectado con el espíritu de la Navidad, no es peligroso, hay algunas contraindicaciones leves que el tiempo terminará curando, en cuánto la purpurina dorada se vaya perdiendo en el viento todo volverá a su ser, por eso no hay que temer. Mientras dure el virus es mejor llevar la "enfermedad" de la mejor manera posible, sí el cuerpo te pide que hornees pasta de jengibre debes hacerlo, sí quiere que te aprovisiones de turrones de todas clases hazlo también, si tienes el impulso de rociar con nieve falsa el abeto artificial de tu salón no te cortes tampoco, lo mismo con poner a Santa Claus por todas partes, ¡déjate llevar! que estamos en Navidad y hay que celebrarlo.




A propósito, ¿qué es lo que más te gusta de la Navidad? ¿Lo compartes conmigo y los bohemios?

https://open.spotify.com/user/spotify/playlist/37i9dQZF1DX0Yxoavh5qJV?si=uEW9EWJoT3-GQez3AaOIuQ
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...