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lunes, 31 de diciembre de 2018

El año que aprendí



Este año me perdí, me perdí en medio de un gran vacío, y en vez de caer, seguí ahí, flotando, en un espacio en blanco e infinito, tan inmenso que no parecía haber nada hasta que de pronto la vi, una puerta que se abría, otra se había cerrado con ruido, pero en vez de sentirme fuera me encontré dentro de algo nuevo, y un pensamiento se formó ante mí como un hechizo de magia, salían chispas doradas y humo de colores que se elevaba culebreando hasta un cielo lleno de estrellas, colmado de deseos. Los colores me hicieron respirar aliviada, feliz y tranquila, eran vivos, brillantes y tan intensos que no parecían de este mundo. Había sido gris, un poco azul, pero de pronto era rojo, rosa, naranja… ¡verde! Los toqué con mis dedos, se hicieron reales, fueron mis talismanes, tuve algunas visiones pero no del futuro, era mi pasado, era mi paso por este año raro que me ha dejado varios sabores en el paladar a los que habría que inventarles un nombre. Me he sentido frágil pero el tiempo me ha enseñado cosas nuevas, me ha puesto a prueba y seguirá poniéndome, es la lección que me deja el 2018, aún sigo siendo una alumna, tengo mucho, mucho que aprender, lo digo con la humildad del que cae y se tiene que levantar, pero seguiré caminando, envolviéndome de colores, buscando un rumbo, haciendo mi camino, sintiéndome más bohemia, mas errante, mas trotamundi que nunca…
Tengo ganas de seguir cuidando a mi pequeño planeta, de seguir dejando mis huellas, de esparcir mis letras, de regar con risas y amor  a los que me rodean, te invito a ti a que me acompañes, ¿tomas mi mano?, ¡viajaremos lejos!


¡¡¡2019 AL VOY!!!

Música: Lindsey Stirling - Take Flight

viernes, 30 de marzo de 2018

Bovarismo


“La capacidad humana de fabricar ilusiones y la loca voluntad de realizarlas”. (M.Vargas Llosa)

Compramos ilusiones al por mayor, no sabemos quién se dedica a venderlas pero nosotros apostamos igual que jugamos a la lotería, hay una fe ciega en que seremos los próximos afortunados, en que la flecha de la fortuna hará diana en nuestro corazón. ¿Y por qué no? ¿Importa algo que ese no sea un pensamiento racional y sensato? La ilusión mueve montañas, en realidad no las mueve pero nos empuja a querer moverlas, así que nos creemos capaces de la hazaña más loca sólo porque lo deseamos, nos lo merecemos, sólo porque lo queremos.
Madame Bovary vivía de ilusiones, la ilusa ilusión de vivir como vivían las protagonistas de otras historias con más brillo. Por suerte para Emma Bovary a las ilusiones les pasa algo curioso, tienen la capacidad de transmutarse, significa que cambian, se perfeccionan, se adoptan, se convierten en otra ilusión que ha nacido de una ilusión, una engendra a otra, por lo que a medida que vas cumpliendo unas otras van emergiendo hasta que aparece el agotamiento por ese afán infinito de querer mas, de desear mas, de aspirar a mas, siempre sin disfrutar de lo que ya se tiene, de lo que ya se ha conseguido. Este estado de insatisfacción crónico producido por el contraste entre ilusiones, aspiraciones y realidad (que irremediablemente suele llevar a la frustración) se bautizó como “Bovarismo”. Gustave Flaubert describió muy bien este aspecto del personaje principal en su obra (1856), una mujer que no se veta a la pasión. Quizás por esto a madame Bovary siempre la ha envuelto la polémica, etiquetada de mujer inmoral, adultera, casquivana y caprichosa, frívola y egoísta que sólo piensa en sí misma. Sin embargo bajo esa capa, escarbando un poco, podemos comprender la pugna entre el tedio y el ansia de placer, la imperiosa necesidad de escapar, de sentirse un poco más viva, sin importarle las consecuencias. Por ser mujer, por esa rebeldía individual, por esa forma de vida libre, Emma es víctima de un entorno que penaliza su emancipación y la castiga psicológicamente hasta llevarla al suicidio. Pero Madame Bovary no es sólo victima de la religión, la sociedad, o las ideologías, es víctima del romanticismo mal entendido, de las peligrosas pasiones, y especialmente es víctima de sí misma, porque hay gente que vive de ilusiones… y hay gente que muere.


Música: Hollow - Belle Mt

sábado, 31 de diciembre de 2016

Bombillitas


Llegamos al final del año, y es entonces, rodeada de luces de colores que estallan en el cielo como fuego e inundan las calles en forma de bombillitas, cuando a mí se me enciende la bombilla, se me iluminan los pensamientos, y poco a poco voy viendo la luz, una especie de iluminación cabalista a pocas horas del final… uy que trágico me ha quedado esta frase, al final del año quería decir, a muy poco de cruzar ese puente invisible e impalpable de los años, años que pasan, vuelan mas bien, como hojas secas empujadas por un viento temperamental.   
Me gustan las bombillas, lo que representan en estas fechas, la alegría, el color, la magia y la ilusión. Me gusta la luz… esa luz que a veces llega donde no se la invita, casi al fondo de mi misma o de ti mismo, iluminando hasta los recovecos más oscuros y lejanos. La luz me trae los recuerdos que almaceno en la fibra más sensible, más nostálgica de mí ser. Pienso entonces, es una asociación espontánea, que los recuerdos deben ser bombillitas que brillan, a veces con mas, a veces con menos luz. Recuerdos que parpadean, esforzándose por seguir brillando en medio del vacío, luchando por no atenuarse hasta fundirse… pero es inevitable, al final la luz se va perdiendo, bogando en la marea del olvido y del tiempo. No quiero tratar al tiempo como un enemigo, sólo le culpo de llevarse cosas. Me da rabia que se lleve mis recuerdos, aunque no para siempre, eso lo sé. A veces la marea es favorable, a veces el aire transporta lo que creías perdido.
Hoy me imagino un mar lleno de luces de colores que vienen y van con las olas.  Hay toda una vida bailando en el agua, esa agua que siempre ha simbolizado la vida, el ciclo. Y entonces me acuerdo, vivimos, seguimos, lo hacemos porque sirve para forjar recuerdos y experiencias, es lo único que vale la pena, da igual que la bombilla termine apagándose, brilló, formó parte de la guirnalda de la vida, fue y es un eslabón importante, el cableado que traslada la chispa y la energía, que impulsa la maquina, que lo une todo, que le da sentido y continuidad a nuestra existencia.
Cuida de esas bombillitas, lucha porque no se apaguen, hoy brillan, hoy te recuerdan lo bonita que es la vida si la miras bajo la luz adecuada.
¡Por un 2017 brillante!
Feliz entrada de año, bohemios.  


                ¡¡2017, ALLÁ VOY!!

viernes, 9 de septiembre de 2016

8cho


Han pasado ocho años desde que Bohemio Mundi existe. Se dice pronto, pero ¡¿cómo ha podido pasar tanto tiempo?! (Pausa para suspirar) Y sin embargo, sí, los calendarios han caído durante ocho años, nada más y nada menos. Una parte de mí se sigue sorprendiendo de lo rápido que gira el mundo, incansable, imparable, como una loca carrera que no sabes cuándo concluirá…. Pero hoy nada de eso importa, ni el tiempo, ni la velocidad, ni el espacio.
Hoy recorro este pequeño planeta y me paro a contemplar sus verdes llanuras, hay un rincón muy fresco en donde la hierba es alta y verde, se está bien allí, cerca hay un pequeño riachuelo cuya música transporta versos, palabras, pensamientos, ideas y proyectos… Creo que es la voz de la imaginación, hay días que suena más apagada pero de vez en cuando se entona, y se la oye sin problemas reverberando en las esquinas de este mundo chiquitito. Si esa voz suena las flores brillan, es un fenómeno extraño, pero muy mágico, brillan como farolillos, alegres y festivos. Entonces la tierra se mueve como un gigante que se despierta de un letargo soporífero. Algo te sacude por dentro, como un sentimiento de alegría contagiosa, supongo que la culpa la tienen esas partículas de imaginación que flotan como pétalos amarillos, impregnándolo todo, bañándolo todo. ¡Que alegría me da cuando esa maquinaria productiva se pone en funcionamiento! Eso sí, hay que alimentarla, de lo contrario no hay manera. No es que sea muy exigente, sólo hay que darle un poco de paz, de calma, de tiempo, no le importan las dosis, pero sí que tenga un poco de cada cosa. Quiero cuidarla, hago lo que puedo, pero a veces me es complicado encontrar esos ingredientes que me demanda; la calma, el tiempo, la paz…
Sin embargo mientras Bohemio Mundi y yo tengamos un poquito de esas cosas seguiremos cuidando del planeta…
¡A por 8 años más!
Para despedirme tengo que darle las gracias a los habituales bohemios por seguir visitando mi mundi, gracias por cuidar de que los caminos que llevan a él no se pierdan ni se sequen. Paz. 

sábado, 23 de abril de 2016

“Libros, caminos y días…”

Yo era una niña con mucha imaginación, que es como tener siempre a mano un patio de recreo, pero no uno pequeño, ¡qué va!, uno inmenso, infinito. La imaginación es algo poderoso, construye puentes y mundos, crea de la nada y hace posible todo. El mejor instrumento que tiene la imaginación es la expresión, en forma, en color, en sonido, en palabras… las palabras. Con las palabras se hacen muchas cosas. Aprendí a amar las palabras igual que aprendí a leer. Intimé con los libros en esa estrecha relación de los verdaderos amigos, profundicé en los personajes, las acciones, los diálogos. Reí y lloré e imaginé. Los libros me enseñaron cosas que desconocía, me educaron, me dieron una visión de cómo eran otros tiempos, otros mundos, otras gentes. Los libros me abrieron los ojos al humor, al amor, al misterio, a la fantasía. Los libros consiguieron que amara crear mis propias historias. Los libros fueron mi camino, mi salida, mi entretenimiento, a veces un dialogo interno, otras un reflejo, y en ocasiones una crónica, una invención, una ficción, una realidad. Fueron muchas cosas. Pero siempre un amigo leal. Pienso en lo que sería de este planeta llamado Tierra si no tuviésemos libros, y ya no veo al Sol, así se me antoja, como un lugar oscuro, grisáceo, apagado, un lugar lleno de horas perdidas, denso, aburrido, un sitio sin color, sin chispa, estéril, uniforme y sin variedad. En definitiva un mundo peor. Como amante de los libros, de la luz, del color, pero sobre todo de la imaginación (esa sí que sabe llevarte lejos) sólo puedo agradecer, al Sol, porque siempre sale,  y a los libros, porque siguen siendo grandes amigos.


jueves, 31 de diciembre de 2015

¡¡2016, allá voy!!

La otra noche me puse a pensar en cómo iba a cerrar el 2015 en el blog. ¿Unas palabras?, ¿música?, ¿alguna viñeta? No quería ponerme demasiado intensa, ni caer en la nostalgia de otro año que se va (¡y además muy rápido!), no quería hacer un repaso, ni una lista de propósitos, ni darle muchas vueltas a la despedida de año, así que sólo me quedaban algunas opciones…
Primero: dar las gracias. Gracias a todos los que se acercan con frecuencia a este planeta, a los que me dejan su cariño a través de comentarios, a esas personas que ya forman parte de Bohemio Mundi, gracias por abonar a este mundi de amor, sois muy importantes, sois los responsables de hacer crecer a este planeta, y de que brille, y de que siga floreciendo.
Lo segundo: repartir mis buenos deseos bohemios con todos los que han parado por aquí. Como buena bohemia el mayor deseo que tengo para vosotros es paz, mucha paz, tanta que os desborde y con lo que sobre podáis llenar un edredón.
El año que viene es una incógnita, ¿verdad?, todavía está metido en su celofán blanco, pronto lo estrenaremos, pronto nos irá revelando los interrogantes de lo que nos deparará, ya lo iremos desvelando con el correr de las horas, meses y días. Y desde aquí otro deseo que tengo para el 2016 es que en este rinconcito siga habiendo letras, música y buen rollo… y que pueda seguir compartiéndolo como siempre, con mis buenos amigos bohemios, que nunca se terminen los buenos momentos que compartir.

…Espera, falta algo, ¡ah, sí!

FELIZ AÑO NUEVO




Que sigáis celebrando lo que queda de la Navidad con mucha alegría


Que tengáis una noche brillante y feliz

Descorcharé la botella virtual y llenaré las copas de mis amigos


Chin chin

Y cuando den las doce me acordaré de vosotros

¡Qué seáis felices!
Que recibáis mucho amor


Que vuestros deseos se eleven en el aire y que lleguen muy lejos… y por supuesto que se cumplan

Que los buenos momentos se multipliquen


Que no acabe la fiesta

¡¡FELIZ 2016!!




¡¡2016, ALLÁ VOY!!

Música: Sam Cooke-Bring it on home to me

martes, 16 de junio de 2015

El mundo de los «si»


“El «si» parece ser indispensable preludio para la felicidad. Si fuera más alto, más delgado… Si tuviera un amor… Si fuera un campeón, una estrella de la televisión… Si tuviera un trabajo, una casa… Si me tocara la lotería…
El mundo de los «si» es como un torbellino, una vorágine, un agujero negro. Basta con perder el equilibrio un instante y se acaba dentro.
Pero, ¿es verdad que la felicidad está solo ligada a las cosas que no poseemos?”
 (Susanna Tamaro)

Importante cuestión, ¿tú qué opinas?
De antemano tendemos a condicionar nuestra felicidad y hasta nuestro estado de ánimo a lo material, a esas cosas que no son básicas y que realmente no interfieren en nuestro bienestar real.  
La idea de conseguir todo lo que deseamos ¿nos hará automáticamente más felices?
La vida nos enseña, y nosotros somos nuestros propios maestros.
Sin ser una experta en esto (ni mucho menos) yo pienso que el secreto está en: ver la vida con diferente prisma, interpretar bien el entorno, entrenar el optimismo, no anclarnos a pesadumbres, pasados o circunstancias del ayer, aceptarnos, mejorar, buscar el equilibrio, hallar lo que nos llena, lo que nos de la paz. Y sobre todo, no hay que ir muy lejos para encontrar la felicidad ya que ésta reside en nuestra propia mente.




Música: The Locos-Don’t worry, be happy

domingo, 8 de febrero de 2015

+

Alguien me dijo: "Ámate a ti mismo todo te irá mejor" Es una tarea complicada, pero me imagino que cuando te aceptas dejas de cuestionarte quien eres y dejas que todo fluya, sin intentar ser otra persona, sin intentar agradar a los demás antes que a ti mismo, dándole a los demás y a la vida lo que quieres que te devuelvan. Con positividad, con alegría, con pasión, siendo egoísta si es necesario, no permitiendo que situaciones, sentimientos o acciones que no controlamos nos arrastren por el fango o nos lleven a los infiernos. La vida es así... intentamos comprenderla sin manual de instrucciones.


Música: Cosas pendientes-Marwan

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Adiós 2014…



Otro año que se nos va, es inútil correr tras sus pasos, al 2014 no le queda tiempo, a cuenta nos ha dejado 365 días, días vividos, días gastados, días de todo tipo, de toda clase, días de sonrisas, de alegrías, días de calor y de frío, días para pensar y sufrir, días para amar y sentir. Pero hoy al 2014 se le acaban los días, se le han agotado.
Como siempre llega el momento del balance y como siempre llega el momento de los nuevos propósitos, por delante otro año nuevo, un año a estrenar, el 2015, libre de todo, de errores y manías, limpio para nosotros. ¿Lo haremos bien esta vez? ¡Esperemos que sí! ¿Qué nos traerá? ¿Cómo se portara con nosotros? ¿Sabremos aprovechar todo ese tiempo que nos ofrece, todas esas horas? ¿Seguiremos haciéndonos las mismas preguntas o surgirán otras nuevas?
Mi deseo desde el Bohemio Mundi es que todo sea positivo. Que nada nos frene, que nada nos haga caer en trampas donde no somos felices. Mi deseo para el año que viene es que conservemos esa chispa sana de esperanza y expectación, para que lo que este por venir sea todo lo bueno que nos merecemos.
¡FELIZ AÑO NUEVO BOHEMIOS, NOS VEMOS EL AÑO QUE VIENE!



¡¡¡2015 AL VOY!!!

lunes, 31 de diciembre de 2012

¡Porque te vas!

Por eso estoy tan contenta 2012, porque por fin te perderé de vista. Oh, que inmensa felicidad me da pensar que lo nuestro terminará hoy.
¿Sabes?, te odié tanto… pero tanto.
No sabes con cuantas ganas te detesté, criticándote, insultándote, maldiciéndote, deseando en lo mas profundo de mi ser que te  pulverizaras, que te millonizaras en pequeños fragmentos, que te convirtieras en nada…
No te soportaba,  ¡en serio! Será por lo mal que te portaste conmigo, por eso me era fácil ofenderte, renegar de ti, injuriándote, calificándote de lo peor. Pero es que has sido malo y cruel, injusto, retorcido, perverso, esa es la realidad. No, no has sido el mejor año del mundo por eso hoy estoy feliz, tanto que en cuanto den las doce campanadas, tanto que en cuanto sea medianoche, saldré a la calle a correr, lanzando gritos y exclamaciones, dando brincos y volteretas, retando a la física del mundo, a la ley de la gravedad, a la fuerza del viento, a la noche y a las estrellas… Y cuando me canse abriré la ventana y romperé todos tus calendarios, que luego, feliz, lanzaré al cielo, esparciéndolos a mi alrededor como una suave lluvia bajo la que bailar. Clamaré después para el que el viento, gélido y brutal, te lleve muy, muy lejos, donde no pueda pensar nunca mas en ti… ¿Le aullaré a la luna?, sí,  la haré cómplice de mi locura, y entonces quedarás para siempre en el mas rencoroso de los olvidos, ya verás, ¿no me crees?
¡Ay 2012!, tú me diste donde mas me dolía, arrebatándome la capacidad para soñar, para ver al mundo del color que me diera la gana, lo cubriste todo de telarañas, de gris oscuridad… hoy me toca a mí, no habrá despedida, ni lagrimas falsas, ni un poquito de pena forzada. Abriré la puerta y de una patada te echaré de casa. Volveré a la luz y al color, recuperaré las ganas, la ilusión. Y nada apagará mis sueños, no lo permitiré… porque Ana Bohemia seguirá soñando. Por eso estoy tan contenta… ¡porque te vas!


¡Hola Bohemios! Aquí estoy, afrontando otra despedida, otro año que se va, que vuela, que se esfuma, que se acaba. Y aquí sigo, amasando con mis manos sus cenizas frías, restos carbonizados de algo que ardió y que se consumió tiempo atrás, como ciertas sensaciones…
Por suerte, todo pasa, todo… hay mucha certeza en esto.
Mientras atravesamos esos ciclos, esos bucles, esos baches de este sendero agotador que llamamos vida vamos aprendiendo que los dolores se anestesian con el tiempo y que tenemos suerte, podemos abrigarnos con esperanza, que nunca falta, y recuperar la ilusión, y recuperar la pasión por la vida. Por eso somos afortunados, tenemos 365 días de un año a las puertas, ahí está el 2013 golpeando con los nudillos, dando aldabonazos. ¿Qué promete?, ¿qué traerá?, ¿qué nos dará?, ¿encontraremos por fin la llave de la felicidad o habrá que seguir insistiendo en donde el cerrajero?
Crucemos los dedos pues y apretemos con fuerza los parpados, y deseemos en voz alta lo siguiente: ¡¡2013 tráenos cosas maravillosas!!! No seas malo, no te parezcas en nada a este 2012 al que hemos sacado de nuestras vidas con una patada en el culo, pórtate bien por favor…


A todos los bohemios, habituales y seguidores de Bohemio Mundi desearles una muy feliz entrada de año.
Un consejito: revisad vuestros bolsillos, incluso los de las chaquetas viejas, y si halláis por casualidad la lustrosa llave de felicidad y la fortuna, ya sabéis, no seáis acaparadores, compartid, hacedme una copia…


¡¡¡2013 AL VOY!!!

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Planes para el fin del mundo


Todo esta a punto de irse a la mierda, perdón por la expresión, pero es que ¡no nos queda mucho tiempo! Y todo porque hace un montón de años (la tira de ellos) unos iluminados predijeron que esto se acababa en el 2012. Y oh, ¿sabes qué?, que parece que ha llegado el momento y me va a pillar atrabancada. Ay madre mía, ¿qué puedo hacer?, ¿qué haré si no me queda mas tiempo?, ¡con todo lo que tengo por hacer aún!
A nueves días de la “fecha cero” y venga lo que venga, ya sea una tormenta solar gigante, un súbito cambio de los polos magnéticos, el estallido de un súper volcán u otros drásticos desastres naturales, o incuso la amenaza cierta o incierta de que la Tierra pronto sea un escenario apocalíptico, asteroides errantes y agujeros negros incluidos, voy a echarle narices al asunto, voy a enfrentarme a esto con todas las ganas, voy a sacarle partido al tiempo que aún no ha caído en el montoncito de arena….

PLANES PARA EL FIN DEL MUNDO


-Nunca he subido a un tren, ni en un submarino, y tampoco en helicóptero, ni en un tanque, ni en una moto de agua, ni mucho menos en globo, pero tampoco he conducido una guagua, ni un camión, ni he montado a caballo, y aunque de peque hice equilibrios sobre unos patines de cuatro ruedas en realidad no sé patinar, ni esquiar, ni he hecho nunca una carrera de trineos… es que aquí no nieva, ¡y como no me tire por el Teide pa´bajo!
Me chafaría no ir subida en un elefante como un maharajá cualquiera por los límites de una selva verde, ni recorrer dunas ondulantes sobre un camello sediento. Sería una pena no saber la sensación que produce ir sobre un carro tirado por perros rebasando la llanura siberiana, o no poder sobrevolar los arrecifes coralinos sobre una avioneta peinando las olas turquesas de los mares del sur. Y llegado el momento en vez de salir por la puerta me lanzaría en paracaídas. Con mi puntería iría a parar justo al asiento de un jeep todoterreno, llenito de combustible, preparado para la aventura y con el motor revolucionado, listo para ascender escarpadas montañas y senderos.
¿Cómo sería escapar a todo pedal de los leones en la Sabana africana? ¿O ir en parapente hasta Paris? Podría recorrer Europa en bicicleta y regresar a casa en una barquita a pedales o remando. Podría hacer la ruta de Colón y volver a descubrir América, ¡para mí si que sería todo un descubrimiento! A lo mejor me daría un ¡flus! e inventaría la teletrasportación, ¡sería genial!, ahorraría tiempo, y ya sabemos que no nos sobra…


-Ahora que lo pienso nunca he sido rubia, ni pelirroja, ni he tenido el pelo verde, ni rosa, así que podría probar todos esos colores, alternaría los días, los peinados, los momentos... Pero si fuese práctica pasaría del pelo, quizá lo raparía para no perder tiempo desenredándolo. Aunque por otro lado, no quiero pasar al más allá calva, no es por ser presumir, pero quiero que San Pedro me reciba mona, ¡que menos!
Si no tuviese una profunda aprensión a las agujas me haría un tatuaje, pero tendría que ser algo especial, algo por lo que valiese la pena que una aguja que va a nosécuantas revoluciones por minuto me acribillase la epidermis con tinta indeleble. En fin, tendría que pensarlo, pero apurada, indecisa, los segundos se me echarían encima, así que me pondría nerviosa, me precipitaría y entonces acabaría eligiendo mal, seguramente algunos caracteres raros pero bonitos que acabarían significando algo chungo en otro idioma, tanto que los dependientes chinos del bazar de al lado terminarían vetándome la entrada….
¡No!, mejor dejamos para otra vida lo de los tatuajes.
Podría jugar con la ropa, ir un día de vaquera, o de dama antigua, o de fantasma con cadenas y todo, y los días de sol, no un sol tibio sino fuerte, podría probar con el “traje de Eva” y pasaría de la ropa, ¿por qué no? Tampoco creo que sea muy complicado improvisar un taparrabos con algunas hojas de palmera….


-Locuras, una palabra que abarca un amplio espectro de posibilidades, pero principalmente no pararse ante los límites, no me refiero simplemente a los stops o los semáforos en rojo, eso sería suicida y además una tontería, sino a esos impedimentos irreales que nos ponemos a la hora de enfrentar las cosas:
¿Por qué no voy a aparcar yo en el hueco mas estrecho del aparcamiento y a la primera? ¿Quién dijo que no me puedo chupar el codo? ¿Cómo es eso de que no se puede mezclar mentos con coca cola? ¡Espera!, ¿y por qué no voy a poder cenar con Brat en su restaurante favorito de Los Ángeles? ¿O fisgar en el secreter del presidente del gobierno y robarle su “tijera de recortes” mientras me fumo un canuto? ¿Y si me cuelo en el rodaje de alguna película de Steven Spielberg? ¿Por qué no puedo decirle a ese o aquel que me gusta o que lo odio? ¿O despilfarrar todos mis ahorros si me da la gana? ¿O montar un grupo de rock con una gaita, un ukelele y una percha usada? ¿Y por qué no tener un día macarra, pero macarra de verdad?: quemar todos los libros de matemáticas que encuentre y todos los capítulos de “Perdidos”, sabotear los titulares de todos los periódicos sensacionalistas, dar mal el parte meteorológico del telediario, cambiar los nombres de las calles en Google Earth, hackear las cuentas del hombre más rico del mundo, darle pis de mono a David Hasselhoff en vez de whisky y a Courtney Love polvos pica-pica en vez de crak, desvelar los secretos más sórdidos de la CIA…


-A corto plazo me cansaría, no podría seguir haciendo el mal, (ese rollo no va conmigo), así que me activaría en modo filantrópico que es más importante y esta mejor visto, tendría que ser más caritativa, más justa y humanitaria
Colaborar activamente en la preparación de la mejor guía de actuación ante el desastre, adoptar las medidas ecológicas y financieras que hiciera falta. Conseguir hacer piña globalmente y juntar dinero para destinarlo a construir refugios y silos con comida almacenada y útiles para veinte años. Embaucar al mejor de los científicos, al mas cualificado, para que construyera en un día un misil (en realidad un arca con animales y todo) que mandase a toda la humanidad a través del oscuro espacio hasta otro planeta (si se diese el caso) en donde empezar de cero. Pero, claro, tendría que ser un planeta vacío, libre de alienígenas, así pasaríamos de guerras y disputas conquistadoras.
Podría conseguir que todo fuese gratis, que todos los comercios abriesen sus puertas de par en par, para que a nadie le faltase de nada, mucho menos lo mas básico y vital… Haría igual con los hospitales.
De alguna manera intentaría disculparme con los que he fallado u ofendido, con esas personas a las que, queriendo o sin querer, no trate bien. Hallar la paz interior…


¡¡¡Rezar!!!
Rezar para que esto no sea cierto, implorar una segunda oportunidad, pero ¿a qué Dios?, ¡hay tantos!
En casos tan urgentes mejor curarse en salud, dejar las tonterías a un lado y ¡rezarle a todos! Alguno podría estar conectado y oyendo.


-Aprovechar el momento. Comer todo lo que me gusta. Beber todo lo que me gusta. Hacer todo lo que me gusta.
Oír música dos días seguidos (especialmente música de los 80 y los 60), leer los libros por el final, ver todas las películas que pudiera, escribir por todas partes incluso en las paredes…
Empaparme de la belleza del mundo, de sus amaneces, de sus días y sus noches, de sus cielos crepusculares, de sus puestas de sol, de la lluvia y del sol, de las flores y del campo, de la nieve, de la arena.
Estar con los que me importan, con la familia, con los que quiero, con mis mascotas. No dejar de decirles cuanto los quiero y la suerte que es que formen parte de mi vida, la suerte que es tenerlos…
Y cuando llegase el momento aferrarlos a todos entre mis brazos, poner algo de música y cerrar los ojos.
En esa leve fracción de tiempo antes del blanco infinito se me pasarían muchas cosas por la cabeza, ideas y recuerdos…
Sería complicado elegir una sola canción, pero yo elegiría una que dice: “Si amarte es un error no quiero entrar en razón.”


Yo amé esta tierra y esta casa, yo amé este pueblo y este mundo, y aunque ha sido un error aferrarme a ti, una verdadera locura pensar que eras eterna, aquí me tienes, porque si tu desapareces, si tu mueres, yo muero… ¡Hasta siempre planeta Tierra, se buena con mis cenizas!

He pensado detenidamente en el asunto -una suerte de tiempo que no cuenta como malgastado-  y he llegado a una conclusión: no hay que esperar a un fin del mundo para dar rienda suelta a tus deseos y sueños, tendemos a aparcarlos a un lado por si mas tarde podemos retomarlos y entregarnos a ellos, pero jamás contamos con un factor clave, un factor inesperado: ¿y si el día de mañana no podemos?, ¿y si no hay mañana?, ¿y si no hay después?, y entonces…¿qué?

miércoles, 15 de junio de 2011

S.O.S


No sé porque pero a veces tengo ganas de echar a correr y no parar hasta encontrar el fin del mundo, o en su lugar, un sitio donde logre entender el porque de la sin razón de este mundo tan cruel. Un mundo injusto y feo que premia mas la belleza física que la del corazón, que no tiende sus manos por nadie ni vela mas que por sus propios intereses y desampara a quien necesita un poco de amor, de ayuda, de comprensión, de compasión.
No hay consuelo, no hay caridad, no hay bondad. Nadie da nada por nadie, pero quieren recibir y esperar todo de los demás. Y si no se recibe, ¿qué? Entonces la rabia, la violencia, el odio, arrasan con todo…con toda la humanidad. Venganza, malos sentimientos, destrucción, guerra… pero, ¿qué hago yo aquí?  ¿qué pinto yo en medio de este sitio desierto, más hambriento que un corazón sin amor?
¿Y qué sé yo del mundo? Camino sola, sin rumbo, inmersa en una odisea que no termina. ¿Te encontraré?, ¿llegaré hasta ti, maldito culpable de todas mis penas? ¡Si sólo supiera quien eres! ¿Destino, Dios, Providencia, Suerte? ¿A quien echarle la culpa? ¿A quien culpar de mi mal? ¿A esa fuerza desconocida o a mi misma?
Quiero ser rescatada, quiero lanzar una bengala roja y que todo cese, todo lo malo y feo.
Lanzaré entonces una bengala, será roja, como un ascua encendida rayando el crepúsculo. Y así seré como ese naufrago que va a la deriva, un naufrago que sólo desea hallar un mundo mejor, un mundo de paz, de verdad, de justica y de amor.


Y hasta que se acaben seguiré lanzando bengalas rojas al cielo…

-Una bengala roja por las guerras injustas, por los que mueren o quedan incapacitados, por los heridos, por los que pasan hambre. Por los que pierden y los que ganan.

-Una bengala roja que cruce el cielo por aquellos que sólo velan por sus propios intereses, por ellos y sus argumentos baldíos. Por sus mentiras y sus alianzas, de esas en las que nadie cree, ni siquiera ellos mismos.

-Un bengala  por los continuos conflictos que nunca se solucionan. Mundos dispares en donde no hay escaleras, el de abajo ahí se queda, el de arriba siempre prospera.

-Otra bengala para esa parte del mundo que sólo se mira el ombligo, un mundo de leyes naturales que sólo unos pocos cumplen, un mundo de economías artificiales y trampas. Un mundo que se ahoga a si mismo, pero que aprieta el nudo sonriente.

-Una bengala por la moralidad pérdida, por los que desprecian los derechos de los demás, un mundo además de estrategias comerciales, por esos que tienen las curas para los males pero que no las comercializan porque implicaría cuantiosas pérdidas económicas, por esos, pocos o muchos, que creen que la salud no es rentable.

-Una bengala para esas empresas que contaminan al mundo pero les da igual. Un mundo de diferencias que se podrían salvar si unos pocos quisieran.

-Una bengala y una oración por este mundo que se muere. Un mundo enfermo de materialismo. Un mundo, nuestro mundo, que sólo necesita ser escuchado.
Una bengala que sólo es un grito de AUXILIO.
¿Lo oyes? ¿Lo salvas? Hay que hacer algo YA.

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