Por eso estoy tan contenta 2012, porque por fin te perderé de vista. Oh, que inmensa felicidad me da pensar que lo nuestro terminará hoy.
¿Sabes?, te odié tanto… pero tanto.
No sabes con cuantas ganas te detesté, criticándote, insultándote, maldiciéndote, deseando en lo mas profundo de mi ser que te pulverizaras, que te millonizaras en pequeños fragmentos, que te convirtieras en nada…
No te soportaba, ¡en serio! Será por lo mal que te portaste conmigo, por eso me era fácil ofenderte, renegar de ti, injuriándote, calificándote de lo peor. Pero es que has sido malo y cruel, injusto, retorcido, perverso, esa es la realidad. No, no has sido el mejor año del mundo por eso hoy estoy feliz, tanto que en cuanto den las doce campanadas, tanto que en cuanto sea medianoche, saldré a la calle a correr, lanzando gritos y exclamaciones, dando brincos y volteretas, retando a la física del mundo, a la ley de la gravedad, a la fuerza del viento, a la noche y a las estrellas… Y cuando me canse abriré la ventana y romperé todos tus calendarios, que luego, feliz, lanzaré al cielo, esparciéndolos a mi alrededor como una suave lluvia bajo la que bailar. Clamaré después para el que el viento, gélido y brutal, te lleve muy, muy lejos, donde no pueda pensar nunca mas en ti… ¿Le aullaré a la luna?, sí, la haré cómplice de mi locura, y entonces quedarás para siempre en el mas rencoroso de los olvidos, ya verás, ¿no me crees?
¡Ay 2012!, tú me diste donde mas me dolía, arrebatándome la capacidad para soñar, para ver al mundo del color que me diera la gana, lo cubriste todo de telarañas, de gris oscuridad… hoy me toca a mí, no habrá despedida, ni lagrimas falsas, ni un poquito de pena forzada. Abriré la puerta y de una patada te echaré de casa. Volveré a la luz y al color, recuperaré las ganas, la ilusión. Y nada apagará mis sueños, no lo permitiré… porque Ana Bohemia seguirá soñando. Por eso estoy tan contenta… ¡porque te vas!
¡Hola Bohemios! Aquí estoy, afrontando otra despedida, otro año que se va, que vuela, que se esfuma, que se acaba. Y aquí sigo, amasando con mis manos sus cenizas frías, restos carbonizados de algo que ardió y que se consumió tiempo atrás, como ciertas sensaciones…
Por suerte, todo pasa, todo… hay mucha certeza en esto.
Mientras atravesamos esos ciclos, esos bucles, esos baches de este sendero agotador que llamamos vida vamos aprendiendo que los dolores se anestesian con el tiempo y que tenemos suerte, podemos abrigarnos con esperanza, que nunca falta, y recuperar la ilusión, y recuperar la pasión por la vida. Por eso somos afortunados, tenemos 365 días de un año a las puertas, ahí está el 2013 golpeando con los nudillos, dando aldabonazos. ¿Qué promete?, ¿qué traerá?, ¿qué nos dará?, ¿encontraremos por fin la llave de la felicidad o habrá que seguir insistiendo en donde el cerrajero?
Crucemos los dedos pues y apretemos con fuerza los parpados, y deseemos en voz alta lo siguiente: ¡¡2013 tráenos cosas maravillosas!!! No seas malo, no te parezcas en nada a este 2012 al que hemos sacado de nuestras vidas con una patada en el culo, pórtate bien por favor…
A todos los bohemios, habituales y seguidores de Bohemio Mundi desearles una muy feliz entrada de año.
Un consejito: revisad vuestros bolsillos, incluso los de las chaquetas viejas, y si halláis por casualidad la lustrosa llave de felicidad y la fortuna, ya sabéis, no seáis acaparadores, compartid, hacedme una copia…
¡¡¡2013 ALLÁ VOY!!!