martes, 30 de octubre de 2012

La familia Bohemunstein V

El tío Anitoby Bohemunstein siempre tuvo dudas sobre su procedencia. ¿Había sido adoptado? Ninguno de los Bohemunsteins se le parecía ni remotamente, a parte era el único sin poderes mágicos reales, ¡por lo menos desarrollados! Lunático por excelencia pronto se convirtió en el rebelde de la familia, incluso fue fichado por la policía (esa es la foto de su perfil), metiéndose por ello (y por chivato) en problemas serios con la mafia de los trolls norteños. Huido durante años regresó a la casa familiar totalmente reformado. Se había aceptado a sí mismo y quería fundar un hogar, una sede para hombres peludos con problemas de autoestima. Reforzada su idea de servir de ejemplo se dejó el pelo largo, no se afeitó durante días y causando un escándalo sin procedentes se declaró naturista, un modo desesperado de llamar la atención. Hace relativamente poco que descubrió las prodigiosas circunstancias de su nacimiento: Anitoby es el séptimo hijo del séptimo hijo, lo que desde la más remota antigüedad es sinónimo de poder, un intelecto superior, doble visión, el don de la premonición…. ¡y pelo!
Aunque –tristemente- a día de hoy el tío Toby aún sigue esperando por el resto de sus poderes.

Mi tatatara tío abuelo Anacleto Bohemunstein fue convertido en gato con una de las maldiciones más fuertes e irreversibles que se conocen, la llamada “maleficarum carissimi” cuya vigencia es de mil años aplicables a otros mil si se empleó rosa de los muertos para elaborar la poción cuyo caldo escupiría la bruja sobre la victima a modo de aspersor en el momento del juramento final. Y así fue, ¡claro!, como recuerda a cada instante el desafortunado Anacleto. ¡Y todo por una pequeña traición de nada! ¡Ay!, el pobre siempre ha odiado a los gatos, sobre todo los negros, y llevar tres siglos y medio convertido en uno (además despojado de su magia) no ha cambiado ni un ápice su opinión. Huraño y esquivo se deja ver muy poco, dice que está cansado, cansado de vivir y cansado de la vida. No lleva bien tener que perseguir ratones y aborrece escupir bolas de pelo. Muy poco le importan sus habilidades: su elástica agilidad, su visión nocturna, su oído privilegiado. Sólo vive para llegar a otro 31 de Octubre, el único momento en que puede despojarse de su falso abrigo animal y ser él mismo. De Anacleto destaco la fuerza de su carácter pero sobre todo su increíble curiosidad, una curiosidad que mata gatos. Así es, ya ha muerto y resucitado varias veces, más de siete, créeme. Me imagino que esta noche estará de celebración, es la víspera de Halloween…

NOTA: Iba a seguir… ¡aún hay mucho que contar!, pero no puedo continuar presentándote a los miembros de la familia. Bajo amenazas me han hecho firmar una clausula confidencial en la que se me prohíbe seguir destapando los trapos sucios de la familia, mi familia.
Ana Bohemia (de la rama mas corriente) para aquí su repaso por su tétrico árbol genealógico, no quiero exponerme a un maleficarum carissimi, ¡eso si que no!
¡Hasta otra!

8 comentarios:

roberto dijo...

Ana!, tétrica familia, aunque debe ser lindo tener un tío gato para que límpie la casa de malas ondas ( según dicen es lo que hacen), por algo los egipcios los adoraban.
Esperando más noticias de tan destacada estirpe familiar, aprovecho la oportunidad para enviarte un gran abrazo.

Hasta la próxima!!!

Ana Bohemia dijo...

Hola Roberto, ¡me encantan los gatos, sobre todos los negros! Los egipcios pensaban que los gatos traían bendiciones y que venían de las estrellas, para ellos era un delito maltratar a este animal y hasta los momificaban.
Cambiando de asunto te seguiría presentando a los miembros de mi tan "especial" familia, pero ¿quién se arriesga a que le caiga encima un maleficio de mil años?, ¡ni hablar!, jaja, aquí se acaba el repaso a mi árbol genealógico.
Gracias por pasar por aquí.
¡¡Hasta otra!!
:D

lopillas dijo...

Una pena, pero entiende que airear sus trapos no les haga mucha gracia, que la suerte de las margaritas irisadas te cuide de sus enfados!
:)
Geniales tus entradas de la familia bohemustein.
Besitos Ana!!!

Ana Bohemia dijo...

Me encomendaré con fuerza a la suerte de las margaritas irisadas lopillas, tendré que hacer buen acopio para rodearme de buena enrgía, porque la verdad es que no les ha hecho mucha gracia el que haya destapado sus asuntos turbios, ¡ni que fuera pa tanto!
Me alegra que te haya gustado la familia Bohemunstein, ha sido un placer presentartelos.
Besos!!
:D

Anónimo dijo...

¡Qué divertida eres, Ana!
Me ha encantado conocer a tus antepasados!
Y me caen todos muy bien, incluso este casi gato.
Tienes una imaginación desbordante y divertida.
Me encantas.
Abrazos.

Ana Bohemia dijo...

Agradecida Carol, ojala pueda ser mas divertida, imaginativa y desbordante, te juro que con la edad he perdido bastante de estas caracteristicas lo que me tiene preocupadita, jaja, ¿qué me esta pasando? Debe ser que necesitas vivir en un ambiente "tranquilo" para sacar lo mejor de ti misma, y ahora mismo eso es imposible en mi casita de locos. De todas formas he disfrutado mucho creando a los Bohemunsteins y dandolos a conocer.
Un abrazo, y me encanta que te encante.
;)

Raquel dijo...

No me extraña nada lo de la clausula, con lo reservados que son, en especial Anacleto; lo de convertirse en gato, y de esa forma, fue un trauma muy grande. En cuanto a Anitoboy... siempre le ha gustado llamar la atención, de milagro no aceptó aquella propuesta para ser la imagen de aquel champú tan caro que se anuncia por la tele, y eso que le sobra pelazo (pelaso), ¡con lo se lo cuida! y todo lo que gasta en champús le hubiera venido de perlas ser la imagen de Panteón, al menos ya no tendría que gastarse esos dinerales que se gasta, porque el niño mira que es presumido. No sólo es el champú, también acondicionador y mascarilla, y tratamientos de keratina cada mes. ¡Vanidoso!, aún así lo rechazó, en el fondo creo que no ha superado su complejo, menos mal que se vuelven a llevar "los hombros peludos". A puntito estuvo de hacerse el laser, menos mal que desistió. El pelo es parte de su encanto.

Ana Bohemia dijo...

Pues sí, menos mal que se lo pensó y no se hizo el láser, hubiera sido un error, creo que en su pelo esta su fuerza. Anitoby no tenía un pelo tan cuidado como para hacer aquel anuncio de "pelaso" ya sabes que tiene las puntas abiertas y secas, jeje.
Besos
;)

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