De frases memorables y coletillas:
Nos comunicamos a base de frases hechas y coletillas, pero ni nos damos cuenta de lo “originales” que somos.
¿Eh?, pero, ¿qué pasa?, ¿me entiendes?, ¿sabes?, ¿no? Con esto sólo pretendemos encontrar alguna clase de respuesta en nuestro interlocutor o tan sólo reforzar lo que hemos dicho. Todos tenemos una coletilla, aunque quizás (y aquí viene lo malo) abusemos de ellas.
¿Ein?, pero ¿qué dices?
Pues si, que todos tenemos nuestra manera de hablar. ¿Nuestra o de todo el mundo?
Alguna vez has soltado por la boquita… ¿Contigo pan y cebolla? ¿Dar gato por liebre? ¿Mala yerba nunca muere...?
Esto de las frases hechas ni nos lo pensamos, así que ya sé la respuesta.
Nos apoyamos en estas expresiones para comenzar o terminar una conversación, ¿para que rebuscar lo que queremos decir?
Estas frases tienen una forma fija, un sentido figurado y son de uso común… ¿me sigues? ¡Pues eso!, que de esta manera no hay dios que no te entienda.
Las coletillas nacen (alguien las crea), crecen y se desarrollan (se extienden por la sociedad como una peste verbal). De pronto lo que comienza teniendo alguna gracia termina poniéndote de los nervios.
“Yo por mi hija ma-to” Presume Belén Esteban con esa pose chulesca de madre coraje Yo sí que tengo ganas de matar-te. “¡Que pasa, neg!” Este chirriante saludo sustituyó al “hola, ¿cómo estas?”Y el “¿Por qué no te callas?” Frase pronunciada por el rey de España se convirtió rápidamente en un fenómeno social. Vale que ayudaran en su difusión los medios de comunicación tales como la televisión e Internet. Y hemos llegado a un punto importante: la razón de que se hagan rápidamente populares es por esto mismo, lo mucho que ayudan los medios de comunicación a hacerlas populares. Si no, ¿crees que nos hubiera hecho gracia oír eso de “si hay que ir se va” que dijeran los cómicos Cruz y Raya, o aquel grito de “¡Joshua!”, de los Morancos, o “¡que se ponga!” de Miguel Gila? ¿Verdad que así, solas, no te hacen ni cosquillas? Pues a eso me refiero nos hicieron gracia por el contexto en el que las oímos.
Las coletillas son estas expresiones que de tanto repetirse, pierden toda su fuerza expresiva, y no lo digo yo, lo dicen los diccionarios.
¿Eh?, pero, ¿qué pasa?, ¿me entiendes?, ¿sabes?, ¿no? Con esto sólo pretendemos encontrar alguna clase de respuesta en nuestro interlocutor o tan sólo reforzar lo que hemos dicho. Todos tenemos una coletilla, aunque quizás (y aquí viene lo malo) abusemos de ellas.
¿Ein?, pero ¿qué dices?
Pues si, que todos tenemos nuestra manera de hablar. ¿Nuestra o de todo el mundo?
Alguna vez has soltado por la boquita… ¿Contigo pan y cebolla? ¿Dar gato por liebre? ¿Mala yerba nunca muere...?
Esto de las frases hechas ni nos lo pensamos, así que ya sé la respuesta.
Nos apoyamos en estas expresiones para comenzar o terminar una conversación, ¿para que rebuscar lo que queremos decir?
Estas frases tienen una forma fija, un sentido figurado y son de uso común… ¿me sigues? ¡Pues eso!, que de esta manera no hay dios que no te entienda.
Las coletillas nacen (alguien las crea), crecen y se desarrollan (se extienden por la sociedad como una peste verbal). De pronto lo que comienza teniendo alguna gracia termina poniéndote de los nervios.
“Yo por mi hija ma-to” Presume Belén Esteban con esa pose chulesca de madre coraje Yo sí que tengo ganas de matar-te. “¡Que pasa, neg!” Este chirriante saludo sustituyó al “hola, ¿cómo estas?”Y el “¿Por qué no te callas?” Frase pronunciada por el rey de España se convirtió rápidamente en un fenómeno social. Vale que ayudaran en su difusión los medios de comunicación tales como la televisión e Internet. Y hemos llegado a un punto importante: la razón de que se hagan rápidamente populares es por esto mismo, lo mucho que ayudan los medios de comunicación a hacerlas populares. Si no, ¿crees que nos hubiera hecho gracia oír eso de “si hay que ir se va” que dijeran los cómicos Cruz y Raya, o aquel grito de “¡Joshua!”, de los Morancos, o “¡que se ponga!” de Miguel Gila? ¿Verdad que así, solas, no te hacen ni cosquillas? Pues a eso me refiero nos hicieron gracia por el contexto en el que las oímos.
Las coletillas son estas expresiones que de tanto repetirse, pierden toda su fuerza expresiva, y no lo digo yo, lo dicen los diccionarios.
Yo siempre he tenido una coletilla, la de ¿ehh? Mi madre me decía: “ya esta aquí Pedro el de Heidi”, refiriéndose a que llevaba encima el mismo despiste que el personaje de las serie japonesa. Es lo que pasa por ser una despistada crónica, y como siempre estaba en la luna, nunca me enteraba de lo que me decía o pedía.
Ejemplos de ese ¿ehhh?
Ejemplos de ese ¿ehhh?
Luego tenemos que hablar de lo mucho que nos ha influenciado la tele en nuestro vocabulario. Es verdad…
El algodón no engaña, ¿por qué pensamos si no que el test del algodón es algo infalible? ¡Por la tele! Hoy comemos con Isabel, una alegre manera de referirse a que te abrirás una latita de atún y escapando. Sensación de vivir, es lo que te produce el efecto de esas burbujitas de gas resbalando por tu garganta, no hace falta decir la marca de esa famosa bebida. ¿Verdad que hay un montón de slogans publicitarios que nos han calado hondo?
¿A que te suenan estas canciones? Pincha para ver canciones que salen en anuncios y darte un paseo por la nostalgia
El algodón no engaña, ¿por qué pensamos si no que el test del algodón es algo infalible? ¡Por la tele! Hoy comemos con Isabel, una alegre manera de referirse a que te abrirás una latita de atún y escapando. Sensación de vivir, es lo que te produce el efecto de esas burbujitas de gas resbalando por tu garganta, no hace falta decir la marca de esa famosa bebida. ¿Verdad que hay un montón de slogans publicitarios que nos han calado hondo?
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Cambiando de tercio, algunos artistas también tienen coletillas o manías muy famosas al cantar, mira de lo que te hablo:
Artistas y sus gritos de guerra…
¡Auch, yeah, ah, whea!
Michael Jackson- Su grito. Sí, esa forma que tenía de intercalar grititos, a veces agudos, o roncos, viscerales, un berrido electrizante, a veces ritual, pero siempre diferente. De muestra un botón…
Grita con él
Julio Iglesias- ¡Whea! Si, a parte de por su moreno pollo a la barbacoa, Julio Iglesias es conocido por algunas de sus manías en el escenario, entre las que están el deje de la manita apoyada sobre su costado y ese peculiar grito pijo de ¡yeah!, o ¡guaa!, o ¡whea! Pincha en el minuto 1:45.
Cindy Lauper- Grito de guerra. Cindy fue un icono de los 80 y a parte de hacerse conocida por poner la banda sonora a una de mis pelis favoritas, es la creadora de esos grititos “uh, uh”, que puedes oír en algunas de sus canciones, en esta exactamente en el minuto 1:16, y 2:16, y… ¡bueno óyela entera!.
Mariah Carey-Desgañite vocal. Vale que sea mezzosoprano, vale que alcance notas altas, altísimas, que suenan a veces como silbidos, pero uy, mis oídos. Creo que es la única persona viva capaz de llegar a realizar sol# 7 ya que esta nota sólo es capaz de producirla los delfines, a lo que le llaman el "llamado de los delfines". Todas las notas de silbido que Mariah Carey produce lo hace a través de una técnica musical denominada whistle register, el cual es considerado, por críticos de la música, fuera del rango vocal, puesto que estas notas son hechas con falsete. Minuto 1:18, 2:06, 2:58 etc.
Si tuviera que elegir un grito de guerra o una coletilla lo tengo clarísimo, escogería sin duda la de “oh yeah”, desde Elvis Presley con su “All Shook Up”, pasando por The Beatles y su “She loves you”, esta es la coletilla me vuelve loca, es la coletilla de los rockeros, de los que viven tanto la música que sólo pueden acabar pronunciando… ¡Oh yeah!
Para despedirme, una frase hecha, de esas que nos ha dejado el cine…
Hasta la vista, baby...
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