¿Estamos solos en el universo?
Yo conocí salones cenicientos, túneles habitados por la luna, hangares crueles que se despedían, preguntas que insistían en la arena.
Pablo Neruda
Tecleé sobre el espacio en blanco del buscador, le di al intro y esperé a que esa herramienta de la red trabajase a alta velocidad para darme la respuesta que buscaba. Después de las guasas de la vez pasada tenía muy claro que no iba a buscar al señor científico, no metería la nariz en su laboratorio, me había cansado de su sarcasmo y sus burlas. Además hecha la exploración, el buscador me mostró una larga lista de direcciones, miles de pequeños científicos virtuales dispuestos a ofrecerme una competente respuesta para la cuestión. Ellos me salvarían la duda, decidí.
Busqué un cuaderno para coger apuntes, y allí garabateé todo lo que encontré y me pareció relevante:
“Cientos de astrónomos, en realidad muchas generaciones de ellos, fueron descubriendo la verdadera naturaleza de las estrellas, la remota localización de nuestro planeta en la Galaxia y la existencia de otras galaxias lejanas, muy lejanas. Habiendo unos 200.000 millones de estrellas en la Galaxia y estando lleno el espacio interestelar con las moléculas necesarias para la vida, muchos científicos y profanos concluyeron lógicamente que no debemos de estar solos, que debemos estar compartiendo nuestra galaxia con cientos, miles, o quizá millones de otras civilizaciones”.
¿Pero qué se necesita para que haya vida?
“Una atmosfera apropiada y agua líquida en su superficie, lo que se conoce como zona de habitabilidad: una estrecha región alrededor de una estrella donde encontrar un planeta rocoso”
Vale, un sol calentito con temperaturas relativamente estables, una atmosfera apropiada, quizás un satélite como la Luna, mezclamos y… ¡Vida!, ¿pero vida inteligente?
“La vida inteligente precisa agua líquida. En la Tierra, el agua es literalmente la molécula de la vida, pues constituye el 70% de la masa celular. Hay buenas razones para pensar que esto sea así en todas partes. El agua es la molécula más abundante en el Universo que pueda encontrarse en estado líquido, y tiene una asombrosa capacidad para disolver compuestos inorgánicos, de modo que los organismos vivos puedan usarlos. Otros líquidos, como el amoníaco, no comparten con el agua esta versatilidad. No es casual que el único cuerpo en el Sistema Solar con agua líquida en su superficie, la Tierra, sea también el único en el que se hayan encontrado seres vivos”.
¿Se puede encontrar agua líquida en otros planetas?
El buscador escupió la respuesta: ¡Y YO QUE SÉ!
¿Será la Vía Láctea como el planeta Tierra, con pueblos y ciudades salpicando el paisaje? ¿O más bien habría que comparar la Tierra con una isla solitaria perdida en un vasto océano galáctico, separada por enormes distancias de los otros planetas portadores de vida, vida inteligente en particular?
Subí a la azotea con el cuaderno en la mano, repasando las notas, pensado. No sabía que iba a encontrarme allí con el Científico, casualmente estaba encorvado sobre su telescopio, afinando la ruedecita del zoom, limpiando con un trapo la brillante montura del aparato. Al verme rebufó contrariado. Quise dar media vuelta, pero fue tarde... ¡tuve que oírle con esa voz cansina y monótona diciendo que yo era una pesada!
“Me quieres dejar solo, ¿eh? No tengo ganas ni tiempo para tus tonterías. La verdad es que hay en ti rasgos de los mas terribles perseguidores de la historia: "ni la Inquisición de Sevilla, ni la Vehmgericht alemana, ni las sociedades secretas de Italia" fueron nunca tan insistentes y pelmazos como tú. Estoy harto de encontrarte en todas partes.”
“No te preocupes, que hay un remedio para eso, ¡me iré!, no quiero molestar a don importante, pero sabiendo como eres puedo suponer que nunca estarás solo… siempre te va a acompañar la soledad, ¡es la amiga que te mereces!”
Con las prisas y la rabia se me cayó al suelo la libreta. Él debió recogerla y echarle un vistazo, porque en seguida sentí sus dedos en mi hombro, deteniéndome.
“Se te ha caído esto”
¿Qué miraba? No iba a darle las gracias.
Carraspeó: “¿Estas buscando información sobre la vida en el Universo?”
No tuve ganas de responder así que ensayé mi cara de póker. Debió ser algo insufrible para él porque al cabo de unos segundos se rindió diciendo: “Lo siento, ¿vale? He sido injusto contigo, y no quería ofenderte, no era mi intención”
Le analicé con detenimiento. Como buena tonta confié en que era verdad, en que estaba tan dolido y arrepentido por el espantón que no le quedaría más remedio que tratarme con más que condescendencia. Abrí el cuaderno para él, dejé que lo ojeara.
“Y bien, ¿qué opinas?”
“Que si, yo apuesto a que si, sin duda si, la evidencia eres tú, no puedes ser de este planeta… la jaqueca que me das no es normal”.
Rió con ganas.
“Lo mismo podría decir de ti, seguro que eres de Marte, ¡bicho raro!”
Y me levanté para irme y dejarle allí. ¡Era un idiota de cuidado!
“¡Espera!, era una broma, Venusiana… ¡hazme caso!”
Se plantó ante mí, diciendo que teníamos que debatir un rato. Por sorpresa me cogió de la mano y me hizo sentar en una silla plegable. No había otro sitio para sentarse así que se acomodó en el suelo, ante mí.
“Esta no es una pregunta que se pueda responder ahora. El intrigado ser humano que siempre ha sentido fascinación por explorar el universo tendrá que esperar, pero puede que la respuesta esta cerca, la tecnología ha avanzado tanto `que en los próximos diez años el hombre tendrá una idea más clara de si está solo o no en el Universo´.”
“¿Y por qué no puedo saberlo ahora, eh Científico?”
“Aún deben construirse nuevos y mas potentes telescopios espaciales, y así `seremos capaces de descubrir si esos planetas tienen continentes y océanos y conocer qué tipo de atmósfera tienen´. Esas no son cosas que se fabriquen de un día para otro. ¡Ven, mira por aquí!”
Afinó su telescopio y me dejó que echara un vistazo. Me asomé y sus aumentos me mostraron imágenes del espacio profundo… bueno no tan profundo, sólo una misteriosa visión de la Luna, una Luna en cuarto creciente.
“¿La ves? ¿A que es hermosa? Me gusta observarla, pero cuando la veo no dejo de preguntarme cosas: si es verdad que el hombre la pisó alguna vez ¿por qué no ha vuelto a ella? ¿Será que encontramos algo extraño allí? ¿Vestigios de vida, restos de antiguas civilizaciones?, ¿hubo agua… o aún hay? Piensa entonces en esto, si ni siquiera sabemos eso de la Luna que está tan cerca, ¿cómo podemos saberlo de otros planetas, o de otras galaxias? Edwin E. Aldrin, uno de los pilotos del Apolo XI, dijo que había visto un OVNI en la Luna. ¿Quizás por eso no hemos vuelto? ”
Enfoqué la lente, la pose sobre sus cráteres, sus brillantes mesetas y sus sombras. El Científico tenía toda la razón. Separé la cabeza del telescopio y me froté los ojos. A simple vista, sólo con el ojo desnudo se podía observar muy bien a ese satélite desgastado de allá arriba. No podía ver la otra cara de la Luna, pero si la del Científico, ahí, fascinado mirando hacía las estrellas.
“Es increíble, sólo vemos un 5% del universo, el resto es una masa de materia oscura e insondable, ¿por qué pensar entonces que somos tan especiales? ¿Qué somos únicos? ¿Cuántos sistemas planetarios de la Galaxia giran alrededor de una estrella adecuada, tienen un planeta rocoso con una gran luna y un termostato perfecto? Nadie puede asegurarlo, pero deben ser muy pocos. La moraleja de esta historia es que los buenos planetas son difíciles de encontrar”.
Bajó a la Tierra y me encontró a su lado, atenta, abstraída en aquellas constelaciones. Así que me preguntó que qué creía yo…
“Yo sospecho que si que puede haber vida ahí fuera, quizá de maneras que ni siquiera podemos concebir. Y puede haber, desde luego, formas de inteligencia más allá de la capacidad humana, ¿por qué no? "
“Sólo esperemos que no sean como los de Independence Day o la Guerra de los Mundos. ¡Esos estaban cabreados con nosotros!”
“¡El Científico ve cine fantástico, que sorpresa! Creía que los entretenimientos humanos te parecían frívolos y una perdida total de tiempo”
“Es parte de mi identidad secreta, si no podría llamar demasiado la atención hasta Superman se hacía pasar por un paleto torpe para que nadie supiera que tenía superpoderes… y ya sabes cual es mi superpoder…”
“¿La capacidad para que todo el mundo que te conozca te odie en seguida?”
“Iba a decir la inteligencia, pero mi segundo poder es la paciencia, toda la que gasto contigo, ¡y yo que iba a invitarte alguna vez a que subieras a ver los planetas, las estrellas, las pléyades, puff! Ya no lo haré.”
Sonreí. Y él concluyó:
“¿Estamos solos en el universo?, la cuestión es saber si alguna vez contaremos con la tecnología adecuada como para poder analizar las cientos de billones de estrellas que están hoy más allá de nuestro alcance”.
Aquella noche estuvimos horas mirando la galaxia a través del telescopio. Fue mágico ver sus riquezas, aquellas nebulosas, esos sistemas estelares que parecían náufragos en medio de estériles aguas de un océano galáctico. ¿Y como no sentirse pequeña, diminuta ante una grandeza así?
A la mañana siguiente tenía en la bandeja de entrada un mail del Científico. “Este documento que te adjunto me sorprendió muchísimo, es la prueba mas evidente de la conspiración mundial que ha existido para callar la existencia de vida extraterrestre. Pero la verdad se abre camino y alguien ha conseguido filmar este documento único que hará historia. Con el ánimo de aclarar y dar transparencia a este escabroso tema te pido que lo difundas. Te vas a quedar de piedra, pero existe vida alienígena… ¡y nos visitan de vez en cuando!”
Abrí el archivo….
Fuentes: Portal.educ.ar/debates/ las-125-grandes-preguntas-de-la-ciencia-para-los-125-anos-de-vida-de-science. Xtec.es/recursos/astronom/mars/vidas. Wikipedia. Google imágenes.
9 comentarios:
Pues... si hemos tardado tantos miles de años (tanto los de despues de J.C. como los de antes) para enviar al hombre a la luna... puede decirse que se va a tardar bastante más en poder viajar por el universo para responder a esta pregunta... dudo que nosotras lo veamos :)
¿De donde te has sacado un sr. Científico tan gruñón, Ana? jaja lo tuyo es una ardua lucha para sacarle un poco de información... y es que cuando menos lo espero, se cuela en una de tus entradas... Muy buena por cierto.
Un gran beso.
Hemos tardado mucho en enviar un hombre a la Luna, y no hemos vuelto. Así que si, imaginate llegar a marte, no creo que lo veamos... que pena, jaja.
El sr cientifico empezó como una broma y ha acabado acaparando estas entradas. Es todo un personaje, a ver si proximamente cambia de actitud, voy a intentarlo, ¿podré? es que es un poco borde, jaja, pero me da mucho juego.
Me alegro de que te gustara, a pesar de la extensión.
Un beso
;)
Generaciones futuras sabrán la respuesta. A nosotros nos queda observar el universo, y soñar con que algún día esas estrellas se puedan alcanzar, y podamos acceder a nuevas fuentes de conocimientos.
Un beso Ana.
Hola Taty, creo que si, que responder a esa pregunta será tarea de las generaciones que estan por venir. Mientras tanto, y como dices, soñaremos con poder llegar mas allá.
Un beso
:)
Lo compartimos con más seres. Definitivamente.
Yo también lo creo David C., porque como dicen en la pelí Contact: "Si de verdad estamos solos...cuanto espacio desaprovechado."
Y es verdad, ¿no?
Gracias por pasarte por aquí
:)
Pues ya, ya he terminado de leer esta extensa entrada; hay que ver cómo chupa cámara el Sr. cientifico, que empezo de extra y dentro de nada va a tener caravana y placa con estrella en hollywood.
me he reído mucho, y buena falta me hacía, y además me ha hecho pensar. Yo creo que sí, que debe haber más vida por ahí fuera, es una corazonada.
Un beso :)
Hola Raque, jaja, no creo que el sr cientifico empiece a exigirme caravanas ni estrellitas, no es tan vanidoso... de momento, jeje. ¿Habrá nacido una estrella?
Tú también piensas que si, ¿no? Tiene que haber algo más, puedo que ellos también se pregunten lo mismo, ¿no crees?
Un beso
:)
Sólos en la inmensidad del universo????
Por supuesto que no, si no...cuanto espacio desaprovechado...
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