jueves, 21 de julio de 2011

¡Ya no puedo más!

Kate Roswell no sabía que había tenido una tía revolucionaria hasta que encontró sus mecanografiados diarios secretos.
Incomprendida, libre pensadora, apasionada y vividora Kim Storm vivió duros días de calvario cuando en 1967 fue privada de libertad y pisoteada en los derechos más fundamentales sólo por apoyar la que el gobierno de su país creía una “causa equivocada”. Kim, viajera impenitente murió el 20 de Julio de 1969, cuando se la dio por desaparecida al perderse su pista en la frontera del Tíbet después de una tormenta de nieve. Su gusto por recorrer el globo terráqueo a pie pasaría a la historia, no así sus más íntimos secretos y pensamientos.
Pensamientos a los que durante dos extenuantes días, Kate se arrojaría, devorando páginas con una avidez extraordinaria.
La página que más llamó la atención a la curiosa Kate fue la que se refería a la época en la que Kim atravesaba duros momentos familiares y personales. Le resultó triste y nada propia de la luchadora que ella era. Quizás era que hasta los más fuertes cuelgan a veces su armadura…

8 de Marzo de 1967
A mi misma,  de cómo no puedo más:
“Quiero gritar hasta quedarme sorda. Gritaría y gritaría hasta que mi alma decidiese salir de mi cuerpo y se alejase flotando hacía esa tierra prometida, ese fecundo y bonito valle de PAZ.
No hay paz para mí, pero ¿algún día la habrá? Ayer caminé sin rumbo, sin nada que hacer, sin ningún lugar al que ir, sin fe en nada ni nadie, no sé cuando la perdí… quizás se me cayó por el camino.  Pero no me importó. Arrastré mis huesos porque otra vez la bofetada de la vida me tomó por sorpresa, otra vez vuelvo a perder. Así que con ese mareo avanzo a tientas, tambaleándome para no sucumbir al dolor.
Estoy harta, tanto que no tengo fuerzas para quejarme, tanto que sólo tecleo estas palabras como ida, ¿ahora que soy? Un simple instrumento de mi rabia y de mi impotencia, pero hay algo feo que se está agarrando a mis cuerdas vocales, no sé que es, se parece al odio pero yo no soy así, no odio… Ni aún teniendo motivos para odiar. No soy resentida, sólo escucho y entiendo, y me trago las cosas, y así se van enterrando… pero no, se hacen una montaña, y yo ruedo por esa ladera a toda velocidad. ¿Y que soy? Unas manos que terminan en unos dedos que teclean, unos ojos que ni siquiera ven… una nube que nunca pasará.
Vivo atrapada en la tormenta. Abro la ventana y sólo hay nubes negras que giran como si fuesen espirales, pero sólo son abismos negros, profundos, insondables… No es verdad, no hay un abismo, soy yo, estoy en este agujero y no hay luz, no hay aire, no hay nada.
Y estoy harta. Es una sensación de frío, una sensación que me hace estar crispada y en tensión. Así que escribo para mi misma, hablo para mi misma… diciéndome lo que yo ya sé.
Harta, saturada de los que se meten en todo, esos que va afilando lentamente y con gusto tu paciencia. Harta en general. Sí, cansada de amigos que te dejan colgada a la mínima… quizás nunca fueron amigos.  Harta de la gente que engaña y miente, harta de los gilipollas aborregados, y aburrida de mi misma.
Sigo en la batalla… y me desangro, parece que sólo hay espinas, pero ahí sigo avanzando aunque sea a rastras. Sólo espero que el viaje merezca la pena…ya he pagado con creces la ida, ¿cómo será la vuelta?
Pero sigo vacía, harta de crisis, de avaricias, de mediocridad y aborregamiento.  Harta de hipocresías y falsedades… harta de sufrir. No voy a despreciar mi vida, "sólo las personas amargas desprecian la vida", pero, ¿qué pasa?, ¿Por qué eres buena cuando aguantas y una hija de tu madre cuando dices “hasta aquí” y te plantas?
Ya no soy aquella llena de alegría y esperanzas, ya no voy por ese camino a mis anchas… ya me cohíbe la perspectiva de esas enormes, impresionantes piedras que se amontonan en ese trayecto, esas duras rocas en las que siempre tropezaré, esas malditas que me harán caer, porque voy a oscuras, hace mucho que el sol se apagó. Quizás es por eso que me siento tan fría…”

Saber que su antepasada se sentía así, lleno a Kate de desasosiego. Fue en la última página del diario cuando encontró un poco de consuelo para lo que había acabado de leer.
“Me he dado cuenta de una cosa, el sol siempre sale y se pone, un día llueve, al otro nieva y al siguiente sale el sol, herido, pero intacto. Y esa es mi esperanza, herida pero con la esperanza intacta. Como decía Malraux “Ni la revolución ni la guerra consisten en auto compadecerse”. Eso haré, no me compadeceré de mi suerte, mi revolución será enfrentarme a esto, lo que sea que llamamos vida… y ganar”.




4 comentarios:

Nortiz dijo...

Guau, seguro que lo has escrito tú, Ana :) Mis felicitaciones. Se te da realmente bien escribir. Hasta entonces, preferían mecanografiar escritos. Es mucho más rápido, sin duda, aunque las teclas de la máquina de mecanografía me resultaron mucho más duras que las del teclado del ordenador, cuando probé una hace varios años.
Tu escrito es muy real. Refleja, sin duda, que incluso las personas más luchadoras tienen sus malos momentos y los saben expresar. Lo bueno es que al final encontró la paz que necesitaba, recobró la felicidad y vio que sí tenía esperanza.
"No voy a despreciar mi vida, "sólo las personas amargas desprecian la vida""
"me trago las cosas, y así se van enterrando… pero no, se hacen una montaña, y yo ruedo por esa ladera a toda velocidad".
"Sigo en la batalla… y me desangro, parece que sólo hay espinas, pero ahí sigo avanzando aunque sea a rastras".
Grandes y buenas frases, Ana :) Al igual que otras muchas de las que has escrito.
Un beso

Ana Bohemia dijo...

Hola Natalia, muchas gracias, me siento halagada de que te guste este escrito, es triste pero es real como dices. Sin duda vio que tenía esperanza, bonita palabra casi tanto como la de paz, ¡como se necesita a veces hallar la paz!, sobre todo la paz interior.
En mi casa habían dos o tres maquinas de escribir de las viejas, aprendí con ellas y ahora con estos teclados tan suaves les doy una caña, claro, acostumbrada a golpear fuerte las teclas es normal, jaja.
La frase de "sólo las personas amargas desprecian la vida" es de Jack Kerouac, el resto si son mías.
Un abrazo grande, fiel seguidora.
;)

Anónimo dijo...

Pues busca ese sol, corre y grita,agarrate en esa esperanzaa! porque en todo aquello que decidas hacer, los que verdaderamente te quieren.. te apoyarán, te comprenderán e inclusooo te acompañarán en el camino.
Cuenta conmigo..porque yo ya he hecho la maleta y te espero.
Sabes que siempre estaré ahí, para absolutamente TODO!
TQ ;)
Muaks!

Ana Bohemia dijo...

S... te quiero, y claro que lo sé, tú siempre estarás en mi camino, siempre me alegraré de que estes a mi lado, caminando conmigo, (espero que siempre muy cerca) apoyandome y dandome estos consejos tan buenos.Sé que me entiendes...
Hay que buscar ese sol caliente y sobre todo hay que agarrarse a esa esperanza.
Un beso y un abrazo enorme, espero que recorra esa distancia que sabemos, para que ahora mismo lo puedas sentir.
MUAKSS!!
;)

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