¿Adán y Eva tenían ombligo?
Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí.
Oscar Wilde
Armada con una lupa de gran aumento me arrojé sobre el “Pequeño gran libro de Arte”. No sabía porque, pero de alguna manera tenía que desentrañar la verdad.
Luego de un rato de exhaustivo análisis me sorprendí, pues no estaba al tanto de que la imagen de los primeros pobladores de la Tierra había sido utilizada con tanta frecuencia en el arte.
Pase páginas y más páginas con desconcierto, proyectando la lupa allí donde no esperaba ver un ombligo…. ¡pero lo había!
Masaccio, Masolino, Durero, Gossaert, Miguel Ángel, Sanzio, Tintoretto, Tiziano, Rubens, Rembrandt, Lempicka…
La lista era aún mas larga. Rebufé incomoda en la silla. Parece que la imagen de Adán y Eva fue profusamente utilizada, quizás por ser uno de los pocos temas bíblicos que daban la oportunidad al artista de pintar un desnudo. (Que parece que eso siempre ha sido rentable, da igual el siglo).
Mi mente hizo una traslación, supuse que las revistas de tetas de la época eran las paredes de los pasillos y habitaciones de algunas capillas, basílicas o despachos privados, porque era allí adonde iban a parar estos artísticos desnudos. Me imagino que la contemplación de los atributos de aquellas esculturas y obras de arte eran toda una experiencia digamos religiosa…hasta que llegó Pio IV y decidió tapar los órganos sexuales con hojas de parra, ¡que esa manera pagana de ver el arte no combinaba para nada con la nueva ola de austeridad introducida en el Vaticano!
Estando tan sumergida en la observación no le vi llegar. Su carraspera me sobresaltó.
-¿Qué vienes a buscar?-salté yo, aferrada a la lupa como si de ello dependiera mi vida.
¿Dependía?
-Eso es mío- profirió con un tono posesivo e infantil.
Mis ojos se posaron en la lupa que él señalaba y que yo sujetaba con pasión.
-Eh…em…estaba tirada ahí-mentí descaradamente, porque en realidad se la había mangado de una gaveta en la que ponía NO ABRIR.
-¿Y como ha llegado hasta aquí si no tiene patitas para salir corriendo?, ¿eh?, ¡te lo pregunto a ti ya que te gustan tanto las preguntas!
Me hundí de hombros.
Pasados algunos segundos el pobre Científico aún seguía plantado como un pasmarote, ahí, esperando a que se la devolviera. Pero no podía, aún no había terminado con ella.
-¿Qué es lo que haces?- se interesó asomándose por encima del libro para meter sus narices en donde nadie le llamaba.
Lo aparté con cara de pocos amigos. ¡Para que después se quejara de que siempre estaba encima, cuando era al revés!
Bueeno…Resoplé y le conté todo, pensando que quizás podríamos debatir.
-¿Así que ahora vas de detective? Puff, ¡lo que hace el aburrimiento!- salió con sus cuchufletas de costumbre, sin tomarse nada en serio de lo que le había explicado.
Prensé los labios y arrugué la nariz, volviendo a concentrarme en el examen de aquel rostro joven de facciones proporcionadas y rizos rubios ondeando al viento, ese Adán que Alberto Durero había dibujado con mimo… ¡le había salido muy bien!
-¿Para que necesitas la lupa?, ¿eh?- le oí ladrar por encima de mi hombro, -¿es que eres miope o qué?
-Quiero asegurarme bien…
-¿De qué?,-se desesperó, diciendo, -¿de que tienen ombligo?, ¡pues claro que tienen!
-Pues por eso, no deberían tenerlo… ¿no?
Él me miró, consciente de que había ido perdiendo fuelle a medida que decía la frase. Lo que indicaba que ya no estaba tan segura.
-Explícalo-me retó y eso intente.
Asentí, sacando mi libretita con los apuntes de debajo del libro.
“Génesis 1:27: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra.
Según algunas creencias Adán y Eva fueron los primeros seres humanos (hombre y mujer) que poblaron la Tierra. Adán fue creado primero (tenía que ensayar antes), y Dios, al verlo solo, decidió que necesitaba una compañera que fue creada partiendo de una costilla del hombre.
Adán fue creado del polvo mediante la alfarería a imagen y semejanza del creador, dándole vida Dios mediante un soplo; el cual le provee al Espíritu Santo, que pasa a morar en él.”
El Científico me miró largamente, como si eso no hubiera contestado a sus dudas.
-¿No te das cuenta?-me emocioné yo, como si fuera poseedora de la verdad mas absoluta, - el ombligo es la cicatriz que queda tras la rotura del cordón umbilical en el bebé, ninguno de los dos nació de una madre, por eso ni Adán ni Eva pueden tener ombligo…
Él se rascó la frente, me arrebató la lupa y añadió:
-¿Sabes que te digo?
No me dio tiempo a decir, “¿qué?” Aún no había pillado su peculiar sentido del humor, tampoco podía diferenciar el tonillo de una pregunta normal y una retorica, él era tan seco, tan… raro, que aún no le había pillado el punto. Por eso me sorprendió cuando se llevó la lupa a la boca y sonrió, dejándome ver una aumentada sonrisa gigante.
¿Y eso que quería decir? ¿Se estaba riendo de mí? ¿Le resultaba graciosa mi teoría? ¿Era una locura irracional o qué?
-Me río con ganas, eso quiere decir, traducido a un idioma que conozcas: ¡si!, es un smiley gigante.
Entrecerré los ojos, intentando vislumbrar si se estaba quedando conmigo, lo parecía… ¡lo estaba haciendo!
-¿Por que deberías reírte?-protesté.
-Porque no has sopesado todas las posibilidades que es lo que haría un buen investigador…
-¡Ya está el criticón poniendo los puntos sobre las íes!, a ver, ¿qué es lo que no he sopesado?
Sonrió de medio lado, se puso en pie con gesto malicioso, se acomodó a mi lado y posó la lupa sobre algo que yo había escrito allí en mi cuaderno.
No me dio tiempo a nada cuando dijo:
-Aún así no lo ves, ¿verdad? ¡Mira!, lee aquí…
Contrariada leí…
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”
-A imagen de Dios, dice aquí, reiterando que a su imagen lo creo, ¡así que no cabe lugar a dudas!-me miró por encima del hombro, añadiendo con afectación, -Dios tenía ombligo…
Sin más el Científico salió de la habitación, llevándose su tesoro con él. ¡Pero si era una mierda de lupa comprada en los chinos! Por un momento su respuesta me dejó muda, mas cortada que la toalla de Eduardo Manostijeras, pero después lo pensé…
-Espera, si Dios tiene ombligo, ¿quién es su madre? ¿quién lo creo a él?
Esa parecía retórica… digo, la pregunta.
Fuentes: Wikipedia. Google imágenes.
Ilustración de Alberto Montt.
3 comentarios:
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó”. Ahí lo dice todo. Es verdad... siempre he oído esa frase, pero no tiene sentido que Adán y Eva tuvieran ombligo porque no habían nacido de una persona, de un alumbramiento. Dios sí por ser hijo de María... así que al crearlo a su imagen y semejanza, es normal que lo tengan. No se paró a pensar en su verdadera función, no, porque en este caso no les hacía falta el ombligo, pero si les faltara, ¿los miraríamos como extraterrestres? No sé, no sé :P
Muy interesante, Ana =) Un beso
Por supuesto que tendrían ombligo de haber existido.
La historia de Adam y Eva, como la de otras religiones o mitos, sólo es una manera de contar las cosas, donde la verdad está oculta.
Un abrazo de Marpín y La Rana
Hola Natalia, lo creas o no esta de esta cuestión se ha hablado mucho, y si partimos de lo que dice en la Biblia pues es lógico pensar que si Dios los creo a su imagen y semejanza es porque él también tenía ombligo, eso si nos tomamos a pies juntillas lo que pone en las sagradas escrituras, que claro, no tiene porque ser así. Todo esto ha despertado mucha controversia, claro, porque laBlilia está llena de hechos insólitos e imposibles: milagros, resucitación, multiplicar panes y peces, abrir las aguas, devolver al vista a un ciego.
Pero bueno, yo como siempre paso de polemicas y me lo tomo con humor, es mas fácil, jaja.
Un besote
:D
Hola Marpin y la rana, sin duda una manera de contar las cosas,¡claro! Adán y Eva tenían que tener ombligo.
Saludos, gracias por asomarte por aquí.
:)
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