Está lloviendo. Los días de lluvia me dan dolor de cabeza, no sé porque. Me parece que el tiempo no va a mejorar, así que lo mejor es quedarse en casa y no pasar frío por gusto, ni mojarse para nada. Por eso si eres como yo tu plan será abordar el sofá envuelto en la manta esperanzera viendo la tele.
Sin embargo la tele ya no es como era. Ahora sólo hay programuchos de corazón y por el estilo que para nada me llaman la atención. Antes cuando era niña, la televisión (o a mí me lo parecía) era divertida, daban series juveniles, habían programas para niños y concursos, y para resumirlo todo parecía mas sano. Quizás lo era, tal vez ahora que somos adultos lo vemos todo contaminado o nos gusta quejarnos, es lo que conlleva perder la inocencia que brilla en los ojos de un niño. Los niños de ahora ya no salen a correr a la plaza, ni hacen rallyes con la bici cross por los descampados del barrio, a lo mejor porque ya no quedan descampados donde jugar a las aventuras. ¡Ay Dios, hablo como un abuelo!
¡Juventud, divino tesoro!, decía mi abuela. Los jóvenes no es que hayan cambiado demasiado de los de la generación de los 80, lo que ha cambiado han sido los tiempos, las nuevas tecnologías. Antes no teníamos ordenador (existía no soy de la prehistoria) pero no eran como los de ahora, así que veíamos la tele y repetíamos todo lo que veíamos en ella. La tele te succionaba como en aquella película de John Ritter “Permanezca en sintonía” y las horas volaban. Pensándolo ahora la tele (y aún lo es para muchos niños) es un poco hipnotizadora, te tragas lo que echan y si no pues a zapear, un término este recientemente moderno. Antes no, antes te tragabas lo que echaban porque no había tantos canales para elegir como ahora que hay cuatro mil. Pero para todo hay límites, incluso para ver la tele deberían haber límites, ya que la tele no es sólo un medio de ocio es (y es una realidad) una niñera para muchos niños a los que sus padres por razones laborales no pueden cuidar. La televisión puede ser peligrosa para los más pequeños ya que éstos se han convertido en público en horarios reservados de programación para adultos. Puede parecer un poco tonto pero nosotros, adultos responsables, debemos enseñar a los niños a ver la televisión, enseñarles que con la tele también se puede aprender.
Aquella tele:
Algo que recuerdo de mi niñez más cándida es Barrio Sésamo. Los colores, los números, aprendías estas cosas con los personajes que vivían es esta calle tan famosa. Algunos de ellos son: Epi y Blas, Espinete que era un erizo rosado, Don Pimpón el trotamundos, Chema el panadero o la rana Gustavo, el reportero más dicharachero del barrio. Me chiflaba la sintonía.
Estoy segura de que no soy la única que recuerda perfectamente algunas series míticas, como por ejemplo: Verano Azul, Pipi Calzaslargas, Heidi, La aveja Maya, El equipo A, MacGiver, Campeones, Chicho terremoto, La aldea del arce, Alf, Calímero, Salvados por la campana, Sensación de vivir, Friends, Cosas de casa, El príncipe de Bel Air y un largo etc. Porque si no, no paro de citar.
Las películas que mas me gustaban eran entre otras estas:
Dirty Dancing, de esta peli sobre todo me gustaba la canción, el baile final y Patrick Swayze.Otra que puedo añadir a la lista es Grease, una que siempre veo cuando estoy aburrida. Flashdance (te habrás dado cuenta de que me gustan los musicales) y las películas de aventuras, todas las de Indiana Jones, la de E.T. ¡Y como no iba a estar Regreso al futuro!, Tras el corazón verde y La joya del Nilo, El secreto de la pirámide, Dentro del Laberinto, Pretty Woman o Los Bicivoladores.
Y hablando de Bicivolares, me encantaba montar en bici. Recuerdo que nunca jugué con muñecas ni peluches, a mí me gustaba inventar y sobre todo montar en bicicleta, (Ana bicicleta). Yo tenía una bici cross como la de esa peli, con las llantas amarillas, la de porrazos que me pegué haciendo circuitos por mi barrio.
¿Recuerdas los juguetes de entonces? Los Pin y Pon, los Gusiluz, Mi pequeño Pony, El blandi blub, el cubo de rubik, los chinitos de la suerte y las chupitas, y una cosa que era como un resorte que bajaba escaleras. También estaba el disco volador, la indiaca o los pelotas y pelota ventosa. ¿Te acuerdas de esas cosas?
Las meriendas ante la tele eran obligadas. Un bocadillo con nocilla de dos sabores, o con chorizo y tulipan y un vaso de leche con cola cao, y a jugar. Y algunas veces caía un bollicao, un huevo kinder o un paquete de rufles. Algunos de estos productos traían regalos en su interior lo que suponía que podías hacerte con una estupenda colección de pegatinas, cromos o figuritas.
A mi abuela le gustaba mucho ver la tele sobre todo algunos programas y telenovelas. Estaba enganchada a Cristal como toda España, y le gustaba 1, 2, 3 responda otra vez, la Ruleta de la fortuna y el Precio justo. Siempre que me pongo a recordar me la imagino viendo estos programas y llamándome a voces para que le encendiera la tele a ver si ya habían empezado. Quizás por esta razón, y porque ella ya no está, este tema me da mucha nostalgia. Nada es lo que era, tampoco nosotros mismos. Pero por suerte podemos recordar… que nadie nos quite eso.
5 comentarios:
Enhorabuena Ana, porque cada entrada es mejor a la anterior!! o no sé si será porque yo tb creo que..(y sin menospreciar lo que vivimos actualmente) los mejores y gratos recuerdos son los de la infancia.
Yo tb me acuerdo de las tardes en la calle jugando a hacer piruetas imposibles, en las literas esperando por los Reyes Magos, a intercambiarnos cromos, en la azotea jugando a desfilar, a crear supermercados, a poner precios..etc etc.
Aún hoy me cuesta asimilar, que he crecido, y que, cuando he tenido ocasión de entrar a un aula, que esos niños/as juguetones y con toda la ilusión por vivir sus fantasías, a quien esperaban para darles el tema del día, hablarles en alto si hacía falta y aconsejarles en sus deberes..era a mi... y no sé si eso significa que en realidad no quiero crecer tan deprisa...aunque ahora parece que mis años van más deprisa que los suyos..
Hoy día solo pido, que esos niños/as jueguen y vivan, con las mismas ilusiones "sanas" y toda la seguridad del mundo que tuvimos nosotros, y que sigue presente en algunas cabecitas.
Un MUAKS!! enorme!
A todo esto!! Con esto del comentario nostálgico anterior se me ha olvidado comentar una cosilla.
Hace unos meses, mientras disfrutaba de unos días de sol y vacaciones compartidas ;) veía Pipi Calzaslargas, y me di cuenta que tampoco era tan buena influencia, incitaba a robar (aunque con buenas intenciones), a que los niños comieran muchas golosinas..a vivir sola..
Y si analizamoos otras series o dibujos seguro que más nos sorprenderíamos...no te parece? jeje
Ay qué recuerdos. Barrio sesamo, Un, dos, tres, Pipi...
Los Pin y Pon :D
Mira este video: http://es.youtube.com/watch?v=sTZMHhHMgAc
Es buenísimo :)))))
Raque.
Gracias anónimo, me alegro de que te guste esta entrada. Supongo que a todos nos gusta recordar nuestra infancia, lo que hacíamos, con que jugábamos, que veíamos por la tele. En cuanto a Pipi es que ella era muy rebelde, por eso nos gustaba, ¿no? je, je.
Muchos muaks para ti de Ana.
Muchas gracias Raque. Ya he visto el video, je, je. Muy bien, resume con una canción toda una década. Una década a la que todos hemos sobervivido.
Besos.
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