martes, 20 de julio de 2010

PLAY PIANO

Hace un par de días cayó en mis manos un teclado, mi padre lo rescató del algún lado y le dio una segunda oportunidad. Parecía completamente nuevo y en cuanto encontramos un cable al que enchufarlo enseguida funcionó. La única pega era una tecla, muda ya para siempre. Como en mi casa somos peor que unos niños la noche de reyes, el hallazgo revolucionó nuestra vena musical y empezamos a aporrear teclas y a probar botones. Todo parecía muy simpático… después de tres horas de aguantar las estridencias del chisme entendimos porque se habían deshecho de él. En mi cabeza vi perfectamente la escena, como una visión: seguramente fue de madrugada, furtivamente, como se hace para quitarse de encima las cosas mas molestas, así, dejando aquel chisme como por casualidad, para no levantar sospechas, después de todo se trata de un aparato con la capacidad de alterar los nervios del mas templado… (cuando se toca mal, ¡claro!)
De todas formas el cacharro sigue en casa, practicamos con el a diario recordando cosas aprendidas en el colegio y ya olvidadas, que si “oh susanna”, que si “yesterday”, que si “cumpleaños feliz”… Me parece que esta familia va por el camino de convertirse en unos virtuosos del piano, y si no, tiempo.
Ahora ando con esta melodía, desde que vi esta escena siempre he sentido el impulso de reproducirla…



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y dilo...jodido piano! A este paso más de una tecla se quedará tb muda para siempre jijijij.
Bromas aparte, lo de nuestra vena musical va a ser cierto!
MUAKS! ;)

Raquel dijo...

Pues engancha, eh, y de que manera. Una se pone a aporrear las teclas con la tierna ilusión de que toca bien y hasta hay un momento en que esos...chirridos te suenan a Mozart y hasta a Beethoven; es lo que tiene no tener oído alguno. Y aunque el mismo Beethoven se quedó sordo no es lo mismo tocar de oído que mal del oído; definitivamente no es lo mismo :)))
Besos.

Ana Bohemia dijo...

Muaks!! No seas cruel, que tampoco es para tanto, total hsy tapones, auriculares, hay soluciones menos drásticas... jaja.
;)

Besos Ra, creo que hay una ligera diferencia entre ser sordo y no tener oído, yo creo que pertenezco al 2º grupo, pero intuyo que mas pronto que tarde acabaré entrando el el primero, ¡que ruidos!
:D

Ángel dijo...

jajaj yo tenía uno igual a ese!!, creo que era un yamaha de los baratitos, pero se me rompió y me quedé con el casiotone de toda la vida.
Como solo llegé a 5º de organo, algo sé pero aun así a mi familia le hacen falta tapones cuando me da por tocar y eso que tengo uno de esos organos que utilizan los rockeros de los años 70.

Un abrazo y sigue practicando!!

Ana Bohemia dijo...

Un abrazo Angel, seguiré practicando, aún me queda un largo recorrido para convertirme en un portento del piano, jaja. ¿5º de organo y tu familia necesita tapones? anda ya, no me lo creo.
:D

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