miércoles, 16 de diciembre de 2015

El dios de la oportunidad

Lo pintan con un sólo y único mechón, largo y descuidado, lo más llamativo en una cabeza calva, redonda, extraordinariamente pelona. Dicen que ese trocito de cabello frontal sólo sirve para una cosa: para agarrar a la oportunidad cuando se acerca de frente. Si lo dejas pasar y te arrepientes, ya la cagaste Bur Lancaster, porque no podrás sujetarlo de ninguna manera, no habrá pelo que puedas enganchar, y tendrás que torcer el morro al ver la brillante cabeza de la oportunidad irse pitando de allí sin mirar atrás. Así que cuando una oportunidad se te presente y lo haga así de frente, no te andes con muchos rodeos, agárralo al vuelo, y hazte un lazo marinero con ese mechón para que ni queriendo se escape de ti.

El Dios de la oportunidad se llama Kairós que en la filosofía griega representa un lapso indeterminado en que algo importante sucede. En la retórica Kairós es «el momento adecuado para hacer algo». Él es el “momento oportuno”.
Como concepto, Eric Charles White lo define como «el instante fugaz en el que aparece, metafóricamente hablando, una abertura (o sea, el lugar preciso) que hay que atravesar necesariamente para alcanzar o conseguir el objetivo propuesto.».
Alejandro Corletti Estrada escribió que es «el tiempo de nuestros momentos trascendentes, de los hechos que marcan fuerte el camino personal de cada uno de nosotros, eso que algunos denominan destino, y que en determinados momentos nos hizo tomar decisiones importantes».


La oportunidad nos sobrevuela, nos ronda, dicen que está por llegar, a veces que ya ha pasado, pero nunca se marcha del todo si la persigues.






9 comentarios:

lopillas dijo...

Ajá, Kairós. Hoy me enseñaste algo nuevo!
Besitoss

Montse dijo...

Extraordinario este dios de mechón largo que no deja escapar las oportunidades, no nos vendría mal dedicarle una oración para que siempre nos mantenga con los ojos bien abiertos para ver pasar esos momentos únicos, irrepetibles y fugaces que son las oportunidades y pillarlas a tiempo.
Buenas frases, muy positivas todas ellas.
¡Qué entrada tan chula has hecho, me chifla!
Un besito, guapa.

miquel zueras dijo...

Muy bueno. Nunca hay que dejar pasar ese tren y aunque lo dejes pasar tanto da, vendrán más. Siempre hay un mañana o -como suelo decir cuando he de tomar una decisión- siempre hay dos opciones. Dos oportunidades.
Besos.
Borgo.

amparo puig dijo...

A veces dejamos pasar las oportunidades por simple pereza. Y eso no tiene perdón. Hay que perseverar y entonces llega la oportunidad.

Ana Bohemia dijo...

Besotes Lopillas, gracias por tu visita, siempre es agradable.
:D

Hola Montse, a pesar del mechón largo y rebelde, a veces ese dios se nos escapa, pasa de largo sin más, así que no estaría mal inventar un rezo o una oración para atraerlo lo suficiente y pillarle por banda, jaja.
Besos
:D

Hola Borgo, los trenes van y vienen, es cierto, la estación por suerte no cierra del todo y de vez en cuando manda vagonetas rescate.
Besos
:D

Hola Amparo, pues tiene mucha razón, por pereza nunca, ni por miedo, pero por pereza jamás.
Un abrazo
:D

Anónimo dijo...

Muy bueno, Ana. Me ha gustado mucho porque rezuma esperanza y energía. Dan ganas de empezar esos proyectos que se dejaron a un lado.
Un post muy positivo.
Gracias por ello.
Abrazos:
Carol

Ana Bohemia dijo...

Hola Carol, esperanza, energía y cosas positivas, con todo ello me quiero hacer una bufanda. Gracias por estar y seguir estando.
Un abrazo
:D

Yessi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Yessi dijo...

Vaya , es un dios interesante nunca pensé que existía un dios de la oportunidad ,me encanta ,solo tiene cabello en el frente y solo puede aprovechar la oportunidad que se le presenta frente a él ,no puede ir a lo que no ve. .

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