"La violencia
contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos.
No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no
podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo
y la paz."
Kofi Annan.
Antecedentes de la violencia:
Al principio, hace muchos
siglos, el hombre patriarcal convirtió a la mujer en mero objeto de su
propiedad, teniendo plena autoridad sobre ella, pudiendo decidir incluso sobre
su vida. Todo esto cambió, varió, se modificó, hasta que este horrible derecho
se abolió. Por supuesto la decisión no evitó que la violencia siguiese dándose
en el seno del matrimonio (y fuera de él) «dirigida a controlar y someter a las
mujeres mediante la agresión física o el asesinato».
El tiempo pasó, y los pequeños
avances, derechos y progresos conseguidos por las mujeres se oscurecieron con
la llegada del tétrico y violento Medievo. Durante ese periodo la mujer siguió
siendo maltratada, sometida, explotada, pero además se convirtió en moneda de
cambio para fraguar alianzas entre familias. Esto no hizo mas que ratificar,
reforzar y arraigar aún mas profundamente la estructura de poder y dominancia
sobre la mujer.
Y ellas pasaron a estar,
todavía mas, a disposición del hombre, como esclavas sexuales, como
trabajadoras domésticas y como esposas reproductoras y sin derechos de posesión
ni de ningún tipo.
¿Y que pasó? Que desde las
épocas más remotas hasta las más recientes y después de haber recorrido largos
siglos por muchas cabezas esta idea ofensiva, dañina vil e injusta se ha
instalado resistentemente en las mentes más irracionales y llegamos hasta este
punto y todavía existen hombres que se creen realmente dueños de las mujeres.
¿Y por qué? Por el peso cultural machista, porque así se lo han inculcado, por
intransigencia, por un instinto residual…
Raíz del maltrato:
-La discriminación de la mujer
en la sociedad representó la primera forma de explotación existente, incluso
antes que la esclavitud. Los hechos que ejemplifican las desigualdades y
discriminaciones hacia la mujer son numerosos y antiquísimos. Algunos datan del
año 400 A.C., cuando las leyes de
Bizancio establecían que el marido era un Dios al que la mujer debía adorar.
Ella ocupaba un lugar tan insignificante que ni siquiera podía recibir herencia
o beneficio alguno.
-En la India, los testimonios más antiguos aseguran que si la mujer
enviudaba era quemada viva junto al cadáver del esposo en una ceremonia llamaba
Sati, acto este que quedaba incluido dentro de las obligaciones como esposa.
Además la mujer infecunda era repudiada, al igual que la que gestaba sólo
hijas; y en las comunidades de Irán y Etiopía, el nacimiento de una mujer era
una deshonra, siendo, incluso, este vocablo sinónimo de bajeza, debilidad y
desgracia.
-En las antiguas sociedades
esclavistas el hombre ocupaba una posición de superioridad en la familia. En Grecia cuando la pareja era acusada de
cometer un delito, la pena sólo se imponía a la mujer. En Roma el pater-familia tenía la autoridad sobre
todas las personas con quienes convivía. Sobre la mujer específicamente tenía la manus como poder, por considerarla
inferior, y podía venderla, castigarla o matarla según sus deseos. La mujer
que se casara sine manus no tenía parentesco civil ni con el marido ni con los
hijos, y la mujer nunca llegaba a tener la patria potestad sobre los hijos en
la familia agnaticia romana.
-La situación legal de la
mujer, según las normas islámicas,
es sumamente discriminatoria. La mujer,
a partir del casamiento, adquiere la condición de propiedad privada del marido.
El Corán estipula como deber del hombre pegarle a la esposa rebelde, así como
el encierro perpetuo de las infieles en la casa. El castigo corporal no está
limitado, es legítima facultad masculina sobre su cónyuge, de modo que se exonera de responsabilidad penal al
esposo cuya mujer falleciere como resultado de una paliza con fines
“educativos”.
-En Europa, específicamente en
Burdeos, Francia, en 1359 se estableció por costumbre que cuando un hombre mataba a su esposa en un exceso de cólera, siempre que
se confesara arrepentido mediante juramento, no era castigado.
-En general, la mujer en la
antigüedad estaba supeditada al marido y este podía llegar en el ejercicio de
su dominio –incluso-, a castigarla corporalmente. Así de arbitrarias y
desenfrenadas eran las normas arcaicas, en las que la violencia contra la mujer
era tan común y usual como el matrimonio, y resultaba pues, un efecto de este
último la supeditación total de las féminas respecto a los hombres, rasgos
propios de la cultura patriarcal, que tiene raíces muy profundas.
-La Edad Media no trajo
diferencias sustanciales: los nobles golpeaban a sus esposas con la misma
regularidad que a sus sirvientes. Esta práctica llegó a ser controlada en
Inglaterra, denominándose “Regla del
Dedo Pulgar“, referida al derecho del esposo a golpear a su pareja con una vara
no más gruesa que el dedo pulgar para someterla a su obediencia, tratando así
de que los daños ocasionados no llevaran al fallecimiento de la víctima.
También en esta época, en familias de “sangre azul”, la mujer podía ser
utilizada como instrumento de paz a través de matrimonios entre Estados,
decisión que se tomaba sin tener en cuenta la opinión de la posible desposada.
-De los siglos XIII al XIX no
existieron diferencias relevantes en el trato a la mujer: un ejemplo que lo
evidencia sucedió en la cuidad de Nueva York, en 1825, donde en un caso judicial consta la agresión
recibida con un cuchillo y fractura de brazo de una mujer a manos de su esposo.
El tribunal no concedió el divorcio por considerar honesta y razonable la
actuación masculina, en tanto tenía el propósito de ayudar y enseñar a su
esposa para que no cometiera más errores.
-No es hasta finales del siglo
XIX, que se dicta en los Estados Unidos, en el Estado de Maryland, en 1882, la primera ley para castigar el
maltrato conyugal. En la misma se imponían como pena cuarenta latigazos o un
año de privación de libertad al victimario por los abusos cometidos, pero
después de sancionado el primer caso, inexplicablemente
cesó la comisión de este delito, o por lo menos su denuncia, siendo derogada
esta ley en 1953.
-En Inglaterra en 1889, se logró abolir como norma el
derecho del marido a castigar a su cónyuge, situación esta que
desafortunadamente en la actualidad no opera, ya que una de cada siete
esposas es violada por su pareja y más del 50% de las agresiones contra las
mujeres son cometidas por hombres con las que estas mantienen o han mantenido
una relación amorosa.
-Aún en el siglo XX se aprobaron leyes como el Decreto-Ley aprobado por
Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes, Irán e Irak, firmado en 1990, donde se
permite asesinar a las mujeres de la familia si incurren en adulterio o
deshonra, para lo cual es posible apedrearlas hasta la muerte. Datos como
estos son los que demuestran que en el curso de la vida de la humanidad
ningunos derechos han sido pisoteados tanto como los de las mujeres.
La violencia contra las
mujeres no es algo excepcional, se da en todas las sociedades del mundo sin
distinción económica, de raza o cultura. Además puede producirse de diversas
formas: maltrato psicológico, comercio
sexual, ablación, infanticidio, abusos sexuales, acoso…siendo la violencia
doméstica una de las más comunes.
Violencia de género:
Las noticias más recientes de la violencia de género informan que ésta
causa más muertes e incapacidades entre las mujeres de 15 a 45 años que el
cáncer, la malaria, los accidentes de tráfico e incluso que la guerra. La
violencia domestica se agrava porque muchas mujeres no denuncian, quizá porque
no es reconocida y se acepta como parte del orden establecido.
De acuerdo con la Organización
Mundial de la Salud en el año 2000 una de cada cinco mujeres en el mundo fue
objeto de violencia en alguna etapa de su vida.
Las cifras son alarmantes. En las últimas dos décadas, la violencia ha
tenido un incremento sustancial en diversas latitudes:
En España, en el primer
trimestre de 2012 se registraron 30.895 denuncias. Lo que supone 339 denuncias
diarias, datos preocupantes.
Francia tiene el 95% de las
víctimas de violencia entre las mujeres y de ellas el 51% fueron agredidas por
sus maridos.
Costa Rica tiene una de cada
dos mujeres siendo víctima de agresión por parte de su pareja.
En Puerto Rico, el 50 % de las
mujeres víctimas de homicidios o asesinatos mueren en manos de sus ex -esposos
o esposos actuales.
En México el 61% de las amas
de casa son golpeadas por su pareja.
En Argentina esto ocurre a una
de cada cuatro mujeres.
En Chile a un 80 % de las
mujeres.
En Ecuador a un 68%
aproximadamente.
En Colombia una de cada tres
mujeres es objeto de malos tratos emocionales o verbales por parte del hombre.
En Pakistán el 99% de las amas
de casa y el 77% de las mujeres asalariadas son golpeadas por su pareja.
En Australia hay un 47% de
feminicidios.
En Canadá, el 62% de las
mujeres asesinadas, fue víctima de violencia por parte de su pareja.
Violaciones:
Las guerras en Bosnia y Ruanda
pusieron de manifiesto la realidad de las violaciones sistemáticas en tiempos
de guerra.
Las mujeres se convierten en
objetivo para castigar a la comunidad enemiga.
En la guerra de la antigua
Yugoslavia, la comisión Warburton calculó el número de víctimas en 20.000,
mientras algunas ONGs elevaban esta cifra a 50.000 (sin tener en cuenta las que
no denunciaron o murieron asesinadas).
Sudáfrica, es uno de los
países en los que el problema de la violación es más que preocupante: el 25% de las mujeres ha sufrido una violación y al
año se producen 1.500.000 violaciones.
En general, es en el ámbito familiar donde se produce
el mayor porcentaje de violaciones, probablemente más del 70%.
Explotación sexual:
Según fuentes de la UNODC,
durante la década 1990-2000, el tráfico
de personas con destino en la prostitución se cobró 33 millones de víctimas,
tres veces más que el tráfico de esclavos africanos durante cuatrocientos años,
calculado en 11.500.000 personas.
Los proxenetas se enriquecen
manteniendo a las víctimas en condiciones infrahumanas, atemorizadas y
amenazadas, obligadas a ejercer la prostitución en condiciones de explotación.
La ablación del clítoris:
La mutilación genital
femenina, es una forma de violencia contra la mujer. Aunque se localiza sobre
todo en la zona centro-africana, esta práctica no se limita al continente
africano, pues se sabe que esta práctica también ocurre en varios países de
Asia, Europa, Australia e incluso América. Se
calcula que anualmente se le practica a dos millones de mujeres. La ablación
reduce a las mujeres a «una mera función reproductora» anulando su sexualidad.
Infanticidio:
El infanticidio femenino es
habitual en determinadas culturas. «En la India la proporción entre hombres y
mujeres es la más desigual del mundo». En Pakistán y Bangladesh existen
parecidos desequilibrios y en regiones de China el infanticidio femenino está
generalizado. Una percepción de la mujer
devaluada, costumbres discriminatorias, considerar la educación de las niñas
como una carga y los deseos del padre de perpetuar el apellido mediante un
varón serían las causas de estos infanticidios. «En algunas zonas de
Pakistán –y también en el vecino Afganistán- el nacimiento de una niña va acompañado
de ritos de duelo». En China, la imposición del «hijo único» en 1978, en un
país con una marcada y ancestral preferencia por la descendencia masculina,
multiplicó este tipo de infanticidios. En la actualidad, la posibilidad de
detectar el sexo durante el embarazo ha venido a agravar el problema con
abortos selectivos.
Fuentes:
Páez Cuba, L.D.:
Génesis y evolución histórica de la violencia de género, en Contribuciones a
las Ciencias Sociales, febrero 2011, www.eumed.net/rev/cccss/11/
un.org/spanish/conferences/Beijing/fs4.htm
es.wikipedia.org/wiki/Violencia_contra_la_mujer
google imágenes.
5 comentarios:
Buen reportaje o documento, Ana. Excelente, de veras. Excelente y horrible por lo que expone que es una vergüenza para la humanidad. Este puto mundo machista y prepotente debería tener más en cuenta a la mujer y dejarse de fuerza bruta, dominio y egoísmo.
Gracias por pasarte por la orilla y comentarme.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Gracias a ti Mos por acercarte hasta aquí y comentar. Horrible una vergüenza que lamentablemente se sigue dando, cada día en las noticias vemos que la violencia contra la mujer no es cosa del pasado. A ver si vamos progresando, aún queda mucho por lograr para que a la mujer se la respete de verdad.
Un abrazo desde orillas lejanas.
:D
Has hecho una gran entrada Ana, para un tema tan tremendo como este de la violencia contra las mujeres, yo pienso que cuando siempre se ha dicho que somos el sexo débil no es porque lo seamos de constitución anímica o intelectual, obviamente, sino porque normalmente la mujer es la persona del sexo más desprotegido. Durante toda la historia de la humanidad ha sido así, y por desgracia, sigue siendo así y eso es lo tremendo, que aún muchas, muchísimas mujeres en el mundo sigan siendo maltratadas, física o psicológicamente y más tremendo aún, que muchas de ellas, ya adultas, sean conscientes de estar en esas situaciones de maltrato y no sean capaces (o mejor dicho, no puedan) cortarlas y huir de ellas. Un beso,
Es un gran reportaje este que has hecho tan documentado, Ana.
Gracias en nombre de todas las mujeres, porque se necesitan cifras y fechas, lugares, que hablen en verdad de la violencia contra la mujer y los niños y de lo difícil que es erradicar esta violencia.
Comparto el post en redes sociales porque me parece imprescindible.
Miles de abrazos, amiga.
Hola Nieves, gracias por tu comentario, no puedo estar mas de acuerdo contigo.
La mujer es el sexo desprotegido, el mas pisoteado, machacado, ignorado... cuantos siglos de represión, cuantas trabas, y aquí estamos, en pleno siglo XXI y todavía por ser mujer parece que hay que demostrar mas y luchar contracorriente. Y luego esta el maltrato, una forma de poder que anula, humilla y veja.
Nos choca que muchas mujeres soporten este maltrato como una orden natural, como algo normal, supongo que influye la baja autoestima porque me parece espantoso que alguien considere que "se merece ser maltratado".
Un abrazo grande.
:)
Hola Carol, muchas gracias por interesarte tanto por este post y por compartirlo.
Las mujeres necesitan saber que no están solas, superar su miedo, salir adelante, huir de lo que no les hace bien y aprender a respetarse primero para que nadie se crea con el derecho de pisotearlas. Es un tema delicado y difícil, pero viendo estos datos, estas cifras horribles, algo hay que hacer.
Un beso y un abrazo grande, graciassss
:)
Publicar un comentario