lunes, 2 de mayo de 2011

Tinta sobre el papel

A veces la soñadora que hay en mí se vuelve una completa dormilona, quizás sabe que la única vía al mundo de las quimeras es caer en ese trance que llamamos sueño. Así que con ganas me entrego a esa tarea, la de dormir.
El sueño me trasporta por mágicos y extraños caminos que conducen a increíbles mundos que han nacido de mi mente, esa que en ocasiones se torna imaginativa, idealista, romántica o fantasiosa. De estos increíbles viajes, productos del sopor y el letargo, quedan ciertas semillitas que, sin pretenderlo ni darme cuenta, germinan en un papel…  Despierto, es entonces cuando trato de llamar al timbre de la inspiración bolígrafo en mano, preparada, juntando palabras, pero ¿y la magia?, ¿y el maravilloso gancho surrealista de aquellas experiencias, donde está? Nada queda, no hay nada de aquello que me conmovió y me hizo viajar. ¿Y que puedo hacer? Intento escribirme una carta, la quiero dirigir a mi consciencia, quiero apelar a ella, bucear ahí, intentar penetrar en su oscuridad…
¿Por donde empezar? Dudo. ¿Qué decir, que preguntar, que intentar?
Pasan los segundos en ese tic tac que me roba la concentración. Es entonces, al bajar la vista al papel cuando me percato de lo que he hecho.
Hay un borrón del que poco puedo rescatar.



Sin quererlo he aplastado la punta del bolígrafo contra el papel y esta ha estallado barriendo las letras con tinta negra, echando a perder toda la carta. Se teñían los espacios en blanco, los silencios, esas dudas reflejadas en aquellos intervalos, y todo se convirtió en una gran araña atrapando con sus patas las palabras.
Pero aunque poco, algo rescaté…

“La vida es una sucesión de imágenes en color que se perciben en blanco y negro; es una estrella prendida del horizonte que de vez en cuando se cae al suelo; es un soplo de aire caliente que a veces se enfría; es un vaso de agua fría que a veces se derrama, y sin embargo la vida es tan diferente a ratos, que eso es lo único mágico, lo bonito, que pueda ser tan diferente a ratos”.

4 comentarios:

Nortiz dijo...

Muy buen texto, Ana :) Me ha gustado mucho. El sueño, la inspiración... Qué bien pensado ^^ Me gusta la parte rescatada de la gran araña, al igual que me gusta todo los demás.
La vida es tan diferente, tan mágica, y única. Pero esperemos que sea bella siempre lo posible y que se derrame el agua del vaso, mejor verla así de llena :)
Un beso

Raquel dijo...

Precioso Ana.
La de tesoros que se encuentran revolviendo en los cajones.
me ha gustado mucho.
Un beso :)

இலை Bohemia இலை dijo...

Me identifico con esa Ana soñadora...

:)

Ana Bohemia dijo...

Hola Natalia, me alegro de quie te gustara la parte rescatada de la araña, menos mal que no siguió atrapando con sus patas mas palabras. ¡Hay que verla así de llena!, ¿eh?
Un beso
:)

Es ver dad Raque, que cosas hay por ahí metidos en cajones sin que les de la luz, por eso voy a ir sacándolos, para que se aireen. Un beso
;)

¡Que bien Bohemia! Eso significa que compartimos sueños bohemios, es lo que tiene llamarse así, que una no para de soñar y de inventar.
Un beso
:)

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