Jane Eyre de Charlotte Brontë: Es una de las grandes novelas de todos los tiempos. La obra maestra de la literatura victoriana. Jane Eyre es una novela clásica de amor, precursora del feminismo y la psicología moderna, sobre una huérfana que enfrenta su destino manifiesto gracias a su inteligencia e integridad inquebrantables. Controvertida y revolucionaria en el momento de su publicación, Jane Eyre es, al mismo tiempo, una crítica punzante a una sociedad rancia y un himno aguerrido a la valentía y el romance.
Una historia de amor e intriga en la Inglaterra del siglo XIX. Una de las novelas más populares y exitosas de todos los tiempos, varias veces adaptada al cine.
Jane Eyre es una novela escrita por Charlotte Brontë, publicada en 1847 por Smith, Elder & Company, que -en el momento de su aparición- consiguió gran popularidad, encumbrando a la autora como una de las mejores novelistas románticas, y es hoy considerada un clásico de la literatura en lengua inglesa.
La novela se tituló en principio Jane Eyre: una autobiografía, y se publicó bajo el seudónimo de Currer Bell. Tuvo un éxito inmediato, tanto para los lectores como para la crítica.
Una historia de amor e intriga en la Inglaterra del siglo XIX. Una de las novelas más populares y exitosas de todos los tiempos, varias veces adaptada al cine.
Jane Eyre es una novela escrita por Charlotte Brontë, publicada en 1847 por Smith, Elder & Company, que -en el momento de su aparición- consiguió gran popularidad, encumbrando a la autora como una de las mejores novelistas románticas, y es hoy considerada un clásico de la literatura en lengua inglesa.
La novela se tituló en principio Jane Eyre: una autobiografía, y se publicó bajo el seudónimo de Currer Bell. Tuvo un éxito inmediato, tanto para los lectores como para la crítica.
“JANE EYRE”
Charlotte Bronté
Charlotte Bronté
Argumento:
Narra la historia de Jane Eyre, una niña huérfana que fue criada por sus tíos cuando sus padres murieron. Al morir su tío, hermano de su madre, la tía y los primos comienzan a maltratarla y finalmente deciden enviarla al internado de Lowood con tan sólo 10 años. Allí conoce a Helen Burns, su única y verdadera amiga, y está con ella hasta que muere de tuberculosis. Jane crece, se gradúa en Lowood y durante un tiempo trabaja allí como profesora, pero al cumplir los 18 años decide marcharse. Se anuncia en el periódico y consigue un trabajo como institutriz en la mansión de Thornfield Hall, donde se tendrá que ocupar de la educación de Adèle Varens, la protegida de Edward Rochester, dueño de Thornfield.
La vida en Thornfield transcurre tranquila hasta que un día en el que ella va a echar una carta al pueblo y se encuentra con un hombre a caballo al que tiene que ayudar. Al volver a Thornfield, descubre que ese hombre es el propio señor Rochester. Al verla en su primer encuentro oficial, el señor Rochester se muestra mordaz y sarcástico, y acusa a Jane de haber embrujado a su caballo. Pasa el tiempo y, al ir conociéndolo, Jane termina enamorándose de él. Cuando piensa que su relación con él va mejor que nunca, Rochester vuelve a marcharse. Regresa a los pocos días para preparar una fiesta con unos amigos de la alta sociedad, entre ellos una bella señorita que todo el mundo dice que será su esposa, Blanche Ingram.
Las atenciones de Rochester a Blanche despiertan los celos de Jane y la situación empieza a cambiar tanto que ésta acaba pensando que tendrá que irse de Thornfield Hall. Una noche en la que está paseando con el señor Rochester por el jardín, éste le dice que piensa casarse en breve y que Adèle deberá ir a un colegio, con lo que Jane se quedaría sin empleo. La muchacha dice que se anunciará en un periódico y él dice que ya le ha encontrado un trabajo en Irlanda. Jane se viene abajo diciendo que está muy lejos y aterrada ante la perspectiva de tener que alejarse del hombre que ama. Le reclama y recrimina sin importarle su posición social y entonces es cuando Rochester le declara su amor apasionadamente y le pide que se case con él.
Jane acepta y todo parece perfecto hasta que en el altar de la iglesia aparece un hombre que afirma que Rochester ya está casado. Rochester lleva a Jane, al cura y a su cuñado para presentarles a su "esposa" y mostrarles a todos por qué quería casarse con Jane. La muchacha no se siente con fuerzas para aguantar y se marcha a su habitación a hacer la maleta: debe irse enseguida de Thornfield. Un rato después tiene una conversación con Rochester que, desesperado, le ruega una y mil veces que se quede. Jane se niega y se marcha al alba del día siguiente. Coge un coche y le pide que la traslade hasta donde llegue el dinero que lleva encima. Pasa días a la intemperie y al fin es rescatada por un sacerdote y sus dos hermanas. Jane se queda a vivir con ellos y trabaja de profesora en una escuela.
John Rivers, el sacerdote, quiere irse a la India como misionero y le pide a Jane que lo acompañe, a lo que ésta está decidida por olvidar a Mr. Rochester. Poco después, descubre que su tío de Madeira ha muerto y que le ha legado 20,000 libras, las cuales decide compartir con aquellos con los que vive, ya que descubre que son primos suyos. Una noche en la que Rivers le está pidiendo a Jane que se case con él para que su unión sea bendecida por el Señor, la muchacha escucha la voz de su querido Edward Rochester, que la llama con agonía. Jane decide volver a Thornfield a verle para quedarse tranquila, pero cuando llega, ve que Thornfield Hall es una ruina. En el pueblo le cuentan que la loca esposa de Rochester prendió fuego a la mansión. Edward se quedó encerrado y lo pudieron sacar vivo de milagro. En esos momentos vivía en Ferdean Manor, una propiedad dejada de la mano de Dios, donde John y Mary, dos de sus antiguos criados, lo acompañaban. Su reencuentro con Rochester es muy especial, ya que él se ha quedado ciego por el incendio y ve primero a Jane como una alucinación. Después de algunas conversaciones, se reconcilian, ya que Rochester es por fin libre de volver a hacer su vida, dado que su esposa está muerta.
Jane considera que los verdaderos tesoros son los valores humanos como la lealtad, el altruismo, la empatía y el amor y por eso decide casarse con Rochester, aunque esté ciego. Después de casarse con él, Rochester recupera su vista y vivieron muy felices junto con Adèle y con un hijo más.
Narra la historia de Jane Eyre, una niña huérfana que fue criada por sus tíos cuando sus padres murieron. Al morir su tío, hermano de su madre, la tía y los primos comienzan a maltratarla y finalmente deciden enviarla al internado de Lowood con tan sólo 10 años. Allí conoce a Helen Burns, su única y verdadera amiga, y está con ella hasta que muere de tuberculosis. Jane crece, se gradúa en Lowood y durante un tiempo trabaja allí como profesora, pero al cumplir los 18 años decide marcharse. Se anuncia en el periódico y consigue un trabajo como institutriz en la mansión de Thornfield Hall, donde se tendrá que ocupar de la educación de Adèle Varens, la protegida de Edward Rochester, dueño de Thornfield.
La vida en Thornfield transcurre tranquila hasta que un día en el que ella va a echar una carta al pueblo y se encuentra con un hombre a caballo al que tiene que ayudar. Al volver a Thornfield, descubre que ese hombre es el propio señor Rochester. Al verla en su primer encuentro oficial, el señor Rochester se muestra mordaz y sarcástico, y acusa a Jane de haber embrujado a su caballo. Pasa el tiempo y, al ir conociéndolo, Jane termina enamorándose de él. Cuando piensa que su relación con él va mejor que nunca, Rochester vuelve a marcharse. Regresa a los pocos días para preparar una fiesta con unos amigos de la alta sociedad, entre ellos una bella señorita que todo el mundo dice que será su esposa, Blanche Ingram.
Las atenciones de Rochester a Blanche despiertan los celos de Jane y la situación empieza a cambiar tanto que ésta acaba pensando que tendrá que irse de Thornfield Hall. Una noche en la que está paseando con el señor Rochester por el jardín, éste le dice que piensa casarse en breve y que Adèle deberá ir a un colegio, con lo que Jane se quedaría sin empleo. La muchacha dice que se anunciará en un periódico y él dice que ya le ha encontrado un trabajo en Irlanda. Jane se viene abajo diciendo que está muy lejos y aterrada ante la perspectiva de tener que alejarse del hombre que ama. Le reclama y recrimina sin importarle su posición social y entonces es cuando Rochester le declara su amor apasionadamente y le pide que se case con él.
Jane acepta y todo parece perfecto hasta que en el altar de la iglesia aparece un hombre que afirma que Rochester ya está casado. Rochester lleva a Jane, al cura y a su cuñado para presentarles a su "esposa" y mostrarles a todos por qué quería casarse con Jane. La muchacha no se siente con fuerzas para aguantar y se marcha a su habitación a hacer la maleta: debe irse enseguida de Thornfield. Un rato después tiene una conversación con Rochester que, desesperado, le ruega una y mil veces que se quede. Jane se niega y se marcha al alba del día siguiente. Coge un coche y le pide que la traslade hasta donde llegue el dinero que lleva encima. Pasa días a la intemperie y al fin es rescatada por un sacerdote y sus dos hermanas. Jane se queda a vivir con ellos y trabaja de profesora en una escuela.
John Rivers, el sacerdote, quiere irse a la India como misionero y le pide a Jane que lo acompañe, a lo que ésta está decidida por olvidar a Mr. Rochester. Poco después, descubre que su tío de Madeira ha muerto y que le ha legado 20,000 libras, las cuales decide compartir con aquellos con los que vive, ya que descubre que son primos suyos. Una noche en la que Rivers le está pidiendo a Jane que se case con él para que su unión sea bendecida por el Señor, la muchacha escucha la voz de su querido Edward Rochester, que la llama con agonía. Jane decide volver a Thornfield a verle para quedarse tranquila, pero cuando llega, ve que Thornfield Hall es una ruina. En el pueblo le cuentan que la loca esposa de Rochester prendió fuego a la mansión. Edward se quedó encerrado y lo pudieron sacar vivo de milagro. En esos momentos vivía en Ferdean Manor, una propiedad dejada de la mano de Dios, donde John y Mary, dos de sus antiguos criados, lo acompañaban. Su reencuentro con Rochester es muy especial, ya que él se ha quedado ciego por el incendio y ve primero a Jane como una alucinación. Después de algunas conversaciones, se reconcilian, ya que Rochester es por fin libre de volver a hacer su vida, dado que su esposa está muerta.
Jane considera que los verdaderos tesoros son los valores humanos como la lealtad, el altruismo, la empatía y el amor y por eso decide casarse con Rochester, aunque esté ciego. Después de casarse con él, Rochester recupera su vista y vivieron muy felices junto con Adèle y con un hijo más.
Recuerdo que me leí este libro siendo una adolescente, fue en verano, exactamente en el mes de julio. Aquella tarde estaba aburrida y lo devoré hasta la mitad, al día siguiente lo terminé. No recuerdo demasiado bien la impresión que me causó, supongo que me quedé con ese sabor que dejan los clásicos de más de cien años: la manera de expresarse, de contar ciertas cosas, los usos y las etiquetas. Por eso, ahora, unos cuantos años después, he decidido darle otro repaso, a ver que opino de el. Y si, ha sido positivo. Jane es un personaje fuerte, arriesgado, sin miedos. Un personaje que se enfrenta desde muy joven a una vida dura, de desprecios, de luchas, de decisiones. A ella no le asustan las cosas difíciles, está acostumbrada a lo arduo y lo afronta de frente, con gusto y sencillez, de manera natural. Como recompensa a todo su esfuerzo intuyes que tiene que ser feliz, sabes que se lo merece.
¡Feliz lectura!
Fuentes: lecturalia.com. Wikipedia. Google imágenes.
4 comentarios:
Despues de estar un año entero sin leer, lo he retomado. Los pilares de la tierra me marcó mucho pero en un sentido negativo.
Creo que debo de ir empapándome de títulos nuevos que me enganchen para poder volver a cogr el hábito del todo... ahora voy a cuentagotas.
Un beso
Pues hace tiempo que lo leí, y recuerdo que me impactó la manera de describir el reencuentro de Rochester y Jane. Muy dramático todo. Es verdad que hay cosas que con nuestra mentalidad de ahora nos parecen incomprensibles, pero es un libro muy bueno, y creo que lo es porque seguramente Charlotte se inspiró en su propia vida para hacer el personaje de Jane.
Tengo que releerlo un día de estos.
Un beso.
Lo importante de leer Alury es cogerle el gusto, el ritmo da igual, yo a veces me pego un maratón de lectura y otras veces prefiero escribir o escuchar música.Los pilares de la tierra es un libro muy extenso, y puede que acabes hasta el gorro de páginas, descripciones y catedrales, pero a mi me gustó bastante. Jane Eyre esta bien, pero quizás algo mas moderno te engancharía de verdad a la lectura...
Un beso
:)
Un beso Raque. Sí, antes eran demasiado drámaticos, pero era lo que inspiraba la época, amores dificiles, chicas pobres y poco agraciadas con buen corazón que consiguen ser felices... Espera, ¿no es esa la trama de Betty la fea? jaja, algunas cosas nunca pasan de moda.
Vuelve a leerlo, siempre descubres matices que antes habías pasado por alto.
Besote
:)
Muchas gracias por enlazarnos. Nos alegra saber que utilizas Lecturalia como fuente para tus artículos, y te animamos a dejar tus opiniones y reseñas de libros en ella. :)
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