Hay días...

Hay días en los que me apetece ponerme a saltar y a correr como una desquiciada, sólo para desahogar mi rabia, mi frustración, mi impotencia. Me gustaría descargarme así de todo esto que no me gusta, que me disgusta. Me siento atrapada porque, siempre que quiero algo mas se me resiste, y mas cuesta arriba se pone.
¡Aaaay! Otra vez me sube esa sensación de querer romper con todo.
Supongo que si pudiera hacerlo sería como un grito de auxilio. ¡Socorro! estoy tomando un camino complicado, pero nadie me alerta. Cuidado, que por ahí no te espera nada…. ¿Pero donde esta la ayuda? Sólo con desearlo no se hará realidad, y si así fuera, si cerrase los ojos, y lo pidiese y al abrirlos ahí estuviera... Es una idea infantil, utópica e irreal. ¿Pero como no desearlo? Hay días en lo que todo parece tan difícil…

Días en los que si pudieras saltar como un mono te colgarías de los árboles. Y ya sabes lo que tienes que hacer, pero te gusta culpar al destino, darle largas. Te gusta dramatizar y complicar las cosas, sin ver que bastante complicadas son ya. Pero da igual… me da igual, necesito un día para gritar, saltar y correr.
A poder ser me gustaría imitar a Kevin Bacon en la escena de la película "Footloose", pero, no sé yo si tenga lo que hay que tener para dar semejantes volteretas. Puede que me anime, por si acaso ya iré llamando a urgencias.

La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, engañosa; el juicio, difícil. (Hipócrates)