Nunca he tenido la facilidad del poeta, jamás he podido hablar de un sentimiento y que me salga en verso, ni mucho menos en rima. ¡Y cuanto me gustaría escribir un poema!
Aunque sólo fuera una estrofa, pero que estuviera cargada de belleza y poesía. Una oda casi una balada, llenita de adornos y palabras rimbombantes. Pero no tengo la facilidad del poeta y sin embargo sé que “quiero amar a quien vive con las alas del alma desplegadas al viento”. Almas afines, almas compañeras, almas gemelas… alguien con un alma que se parezca a la mía.
Pensándolo, ya hay alguien así en el mundo, alguien con un alma como la mía…
Fue la primera, abrió el camino y yo la seguí. Y desde entonces, desde el momento de nacer hemos compartido secretos, pensamientos y experiencias. Nunca nos hemos separado, nunca hemos roto esa conexión que tenemos, la conexión que hace que no haga falta hablar porque sé que ella siente lo que yo siento.
Es mi hermana, mi gemela, una parte de mí ser, no una mitad ni un complemento, es mucho más que todo eso, es mi alma… mi alma gemela.
Un alma que se parece a la mía… Un alma llena de letras, pinturas, sueños, reflexiones. Un alma llena de encanto, inocencia, y a veces de mala leche. Pero es mi alma gemela, esa que nunca he tenido que buscar, porque por suerte siempre ha estado a mi lado, ahí, a la distancia de un tabique, en el cuarto de al lado, apoyándome, soportándome, entendiéndome.
Iguales, diferentes, depende del día o del humor. ¡Que suerte tengo de tenerla! De que me acompañe y de que me quiera. De que me soporte, de que me escuche, de que me diga la verdad sin tapujos, de esa que a veces hiere o duele, ella y su contrapunto, ella y su verdad sincera.
A veces hablamos sin hablar. A veces pensamos igual sin ponernos de acuerdo. A veces me molesta que sea tan rápida, que sus pasos sean tan grandes, a veces sé que no me va a esperar. En ocasiones me molesta que sea tan tozuda, y otras que siempre quede por encima. A veces saca lo peor de mí… pero en realidad casi siempre es al revés, casi siempre saca lo mejor que hay en mí. Y la recuerdo como de niña, aquella que abría el camino, como un explorador incansable que va de acá para allá, alguien a quien seguir, a quien imitar, promotora de juegos, impulsiva y sensible. Mi reflejo, mi hermana, mi gemela, pero por encima de todo esto… un alma como la mía.
Aunque sólo fuera una estrofa, pero que estuviera cargada de belleza y poesía. Una oda casi una balada, llenita de adornos y palabras rimbombantes. Pero no tengo la facilidad del poeta y sin embargo sé que “quiero amar a quien vive con las alas del alma desplegadas al viento”. Almas afines, almas compañeras, almas gemelas… alguien con un alma que se parezca a la mía.
Pensándolo, ya hay alguien así en el mundo, alguien con un alma como la mía…
Fue la primera, abrió el camino y yo la seguí. Y desde entonces, desde el momento de nacer hemos compartido secretos, pensamientos y experiencias. Nunca nos hemos separado, nunca hemos roto esa conexión que tenemos, la conexión que hace que no haga falta hablar porque sé que ella siente lo que yo siento.
Es mi hermana, mi gemela, una parte de mí ser, no una mitad ni un complemento, es mucho más que todo eso, es mi alma… mi alma gemela.
Un alma que se parece a la mía… Un alma llena de letras, pinturas, sueños, reflexiones. Un alma llena de encanto, inocencia, y a veces de mala leche. Pero es mi alma gemela, esa que nunca he tenido que buscar, porque por suerte siempre ha estado a mi lado, ahí, a la distancia de un tabique, en el cuarto de al lado, apoyándome, soportándome, entendiéndome.
Iguales, diferentes, depende del día o del humor. ¡Que suerte tengo de tenerla! De que me acompañe y de que me quiera. De que me soporte, de que me escuche, de que me diga la verdad sin tapujos, de esa que a veces hiere o duele, ella y su contrapunto, ella y su verdad sincera.
A veces hablamos sin hablar. A veces pensamos igual sin ponernos de acuerdo. A veces me molesta que sea tan rápida, que sus pasos sean tan grandes, a veces sé que no me va a esperar. En ocasiones me molesta que sea tan tozuda, y otras que siempre quede por encima. A veces saca lo peor de mí… pero en realidad casi siempre es al revés, casi siempre saca lo mejor que hay en mí. Y la recuerdo como de niña, aquella que abría el camino, como un explorador incansable que va de acá para allá, alguien a quien seguir, a quien imitar, promotora de juegos, impulsiva y sensible. Mi reflejo, mi hermana, mi gemela, pero por encima de todo esto… un alma como la mía.
6 comentarios:
Me provocas envidia sana. Tener eso es tener ya algo más de lo que pueden presumir los demás. Con todos los pros y los contras, es algo delicioso, es como para hacer un poema, un cuento, o unas palabras tan certeras como las que has escrito, sin una coma de más ni de menos. Eres realmente afortunada por pensar y sentir eso.
¿Qué puedo decir despues de esto? Sólo que yo también me siento afortunada por haber nacido junto a mi alma gemela; la persona en la que mas confio, y que mejor me entiende.
La conexión que tenemos es especial, y auque también tenga sus cosas malas, las buenas ganan por goleada.
Gracias por este post.
Un beso grande :)
De las misma manera que el hijo único no comprende al que tiene hermanos, los que tenemos hermanos, no comprendemos del todo cuán importante puede ser un gemelo.
Supongo que por mucha complicidad y momentos compartidos que yo tenga con Peibol,(que los tenemos) nunca será lo mismo que si fueramos gemelos.
Teneis suerte de teneros mutuamente.
Un saludito.
QUÉ PRECIOSO ANA!!!! No sabes lo que me he emocionado...pero te digo un secreto...Yo tengo aún más suerte.. que las tengo a las dos a mi ladito ;)
MUAKS MUAKS!!
Curiosamente Bastet, mucha gente me ha dicho lo de la envidia por vernos tan unidas. La verdad es que no puedo negar la suerte que tengo, es verdad que es una ventaja muy grande y que soy muy afortunada por sentir así, y por tener su apoyo. Nos queremos mucho.
Un beso
:)
Un beso hermanita, todo esto es para ti, pero ya lo sabes, ¿no? No hace falta decirlo… además ¿no era que hablamos sin hablar?
Un besote
;)
Bueno exorsister tú también tienes mucha suerte con Peibol, se ve que tenéis una gran relación, casi como de gemelos, ¿no? Y eso es lo importante, poder llevarse bien, compartir muchas cosas y comprenderse.
Un beso
:)
Un MUAKSS gigante, aunque sólo he nombrado a mi geme, en realidad ya sabes que tengo mucha suerte con todos mis hermanos… contigo… con todos, por eso gracias por estar a mi lado, yo siempre estaré ahí para ti. ¡Ay, me estoy poniendo sentimental! Que tonta…
Un besote
;)
Gemelas geniales.
😘😘😘😘❤❤❤❤
Publicar un comentario