jueves, 23 de septiembre de 2010

Locos Bohemios IV

A veces la locura se une a la bohemia y aunque parezca increíble engendra frutos de genialidad.


Bohemio en la vida:
Christopher Johnson McCandless (12 de febrero de 1968 -18 de agosto de 1992) fue un estadounidense que murió cerca del Parque Nacional Denali después de caminar en solitario en medio de la tundra de Alaska con escasa comida y equipo. Jon Krakauer escribió un libro sobre su vida, ‘Into the Wild’, en 1996, que inspiró en 2007 un película dirigida por Sean Penn, protagonizada por Emile Hirsch.



McCandless creció en Annandale, Virginia, localizada en el Condado de Fairfax. Su padre, Walt McCandless, trabajó para NASA como un especialista en antenas. Su madre, Wilhelmina "Billie" Johnson, era la secretaria de su padre y más tarde ayudó a Walt a instalar una exitosa compañía consultora.
De su temprana niñez, sus maestros notaron que Chris tenía voluntad inusualmente férrea. Cuando creció, le agregó un intenso idealismo y gran resistencia física. En la escuela secundaria, sirvió como capitán en el equipo de carreras, donde instó a sus compañeros de equipo a correr como si de un ejercicio espiritual se tratara, en el que ellos estaban corriendo “contra las fuerzas de oscuridad (...) contra todo el mal en el mundo, todo el odio”.
Se graduó en la escuela secundaria W.T. Woodson en 1986 y en la Universidad de Emory en 1990, especializándose en historia y antropología. Su rendimiento superior a la media y su éxito académico enmascararon un desprecio creciente por lo que él percibió como el materialismo vacío de la sociedad norteamericana. “En su primer año se le ofreció pertenecer a la fraternidad Phi Beta Kappa, pero lo rechazó argumentando que los honores y los títulos son irrelevantes” (citado de ‘Into the Wild’). Las obras de Jack London, León Tolstói y Henry David Thoreau tuvieron una fuerte influencia en McCandless, y soñó con abandonar la sociedad, al estilo de Thoreau, por un período de solitaria contemplación. Buscándose a sí mismo.

En el camino
Después de graduarse de Emory en 1990, donó sus ahorros de $24,000 a la caridad y empezó a viajar por el país, usando el nombre de "Alexander Supertramp"(Súper vagabundo). McCandless hizo su viaje a través de Arizona, California, y Dakota del Sur, donde trabajó en labores agrícolas. Alternó entre períodos de trabajo relativamente fijos y con gran contacto con gente, con periodos en que estuvo sin dinero y sin ningún contacto humano, al punto que a veces tuvo que luchar por la comida. Sobrevivió a varios peligros durante estos periodos de vida salvaje, un ejemplo es cuando perdió su automóvil en un diluvio, y cuando bajó en canoa por el río Colorado, en dirección al golfo de California. McCandless se enorgullecía de sobrevivir con un mínimo de elementos, y una preparación bastante básica.



Durante años, McCandless había soñado con una "Odisea de Alaska": vivir de la tierra, lejos de la civilización, y manteniendo un diario de vida que describiera su progreso físico y espiritual, enfrentando las fuerzas de naturaleza. En abril de 1992 hizo autostop a Fairbanks, Alaska. Fue visto con vida por última vez por James Gallien, quien le llevó de Fairbanks a Stampede Trail. Gallien se preocupó por 'Alex', pues tenía pocos medios materiales y ninguna experiencia en el entorno de Alaska. Gallien intentó persuadir a Alex para aplazar su viaje, e incluso le ofreció conducirlo a Anchorage para comprar equipamiento adecuado. McCandless se negó a recibir toda ayuda, salvo un par de botas de caucho, dos latas de atún, y una bolsa de maíz.

Después de hacer una caminata a Stampede Trail, McCandless encontró un autobús abandonado como un lugar para asentarse, y se empeñó por vivir exclusivamente de la tierra. Llevaba consigo una bolsa de arroz, un rifle Remington semiautomático, municiones, un libro sobre las plantas locales, varios otros libros, y un poco de equipo de campamento. Asumió que debía cazar para poder vivir: a pesar de su inexperiencia como un cazador, McCandless capturó con éxito animales pequeños tales como puercoespines y pájaros. Una vez mató un alce, no logrando conservar toda la carne sobrante, pese a haberla ahumado sobre los arbustos, tal como le recomendaron los cazadores con que se había encontrado en Dakota del Sur.

Su diario contiene entradas que cubren un total de 113 días. Estas fechas relatan la cambiante fortuna de McCandless. Después de vivir con éxito en el autobús durante varios meses, Chris decidió salir en julio, pero encontró el sendero bloqueado por el río Teklanika, que estaba entonces considerablemente más alto que cuando lo había cruzado en abril.
El 6 de septiembre de 1992, dos excursionistas y un grupo de los cazadores de alces encontraron esta nota en la puerta del autobús:


“S.O.S., necesito su ayuda. Estoy herido, cerca de morir, y demasiado débil para hacer una caminata. Estoy completamente solo, no es ningún chiste. En el nombre de Dios, por favor permanezcan aquí para salvarme. Estoy recolectando bayas cerca de aquí y volveré esta tarde. Gracias, Chris McCandless. Agosto”
Era el 12 de agosto, día que escribió lo que se presume fueron sus palabras finales en su diario. Arrancó la página final del libro de memorias de Louis L’Amour, “Educación de un Hombre Errante”. En el otro lado de la página, Chris agregó, “he tenido una vida feliz y doy gracias al Señor. Adiós, bendiciones a todos”.
Su cuerpo se encontró en su saco de dormir dentro del autobús, con apenas 30 kilos de peso. Llevaba muerto más de dos semanas. La causa oficial de su muerte fue inanición.





Su biógrafo Jon Krakauer ha sostenido que dos factores pueden haber contribuido a la muerte de McCandless en agosto de 1992. Primero, que estaba en riesgo de inanición debido a su creciente actividad, en comparación con la escasa comida que consumía por lo que cazaba. Sin embargo, Krakauer insiste que la inanición no fue, tal como lo indican los certificados de defunción de McCandless, la causa primaria de su muerte. Inicialmente, Krakauer sugirió que McCandless podría haber ingerido semillas tóxicas (Hedysarum alpinum). Sin embargo, las pruebas de laboratorio demostraron concluyentemente que no había ningún rastro de toxina presente en los suministros de comida de McCandless. En las ediciones posteriores de su libro, Krakauer ha sostenido entonces que fue un hongo, Rhizoctonia leguminicola, el que creció en las semillas que McCandless comió, la que le provocaron su muerte. Sin embargo, no queda ninguna evidencia para apoyar la teoría de Krakauer a excepción de un escrito que hizo McCandless en su diario el día 30 de julio que inicia así: EXTREMADAMENTE DÉBIL, FALTA DE AGUA, SEMILLA...; pero toda la información forense disponible sugiere que McCandless simplemente murió de hambre.

Legado cultural El libro de Krakauer hizo de McCandless una figura heroica para muchos. En 2002, el autobús abandonado donde McCandless acampó se volvió un destino turístico. La película Into the Wild, (traducida al español como Hacia rutas salvajes) basada en el libro de Jon Krakauer, fue lanzada en septiembre de 2007 con aclamación de la crítica, entre ellos Roger Ebert. En octubre de 2007, se difundió una película documental sobre el viaje de McCandless, titulada The Call of the Wild, y que fuera realizada por el director independiente Ron Lamothe. La historia de McCandless también inspiró un episodio de la serie de televisión Millennium, el álbum Cirque, por Biosphere, y una serie de canciones populares.

¿Negligencia?
Aunque Krakauer y sus lectores tienen una visión simpatizante con McCandless, algunos habitantes de Alaska mantienen una visión más bien negativa de McCandless y de aquellos que tiñen su vida como “romántica”. Debido al hecho que no tenía ningún mapa, McCandless estaba desinformado de la existencia de un vagón colgante a 400 metros donde no pudo cruzar el río Teklanika (dispositivo colgante de un cable de acero para cruzar el río usando poleas), y también de la existencia de cabañas abastecidas con suministros de emergencia 6 millas al sur del autobús, aunque estos últimos estaban destruidos y los suministros estropeados, probablemente por obra del propio McCandless, como se detalla en el documental de Lamothe.

El guardabosque Peter Christian, del Alaskan Park, escribió: “Estoy continuamente expuesto a lo que yo llamo el ‘Fenómeno McCandless’. Son casi siempre hombres jóvenes los que vienen a Alaska para desafiarse a sí mismos contra un paisaje desierto, donde el acceso es difícil y las posibilidades de rescate son prácticamente inexistentes. […] Cuando usted considera lo que hizo McCandless, desde mi perspectiva, se ve rápidamente que fue simplemente tonto, trágico, y desconsiderado. Primero, empleó muy poco tiempo en el aprendizaje de cómo era realmente la vida salvaje. Llegó al Stampede Trail incluso sin un mapa del área. Si él hubiera tenido un mapa podría haber salido sin dificultades.
Judith Kleinfeld escribió en Anchorage Daily News que “muchos habitantes de Alaska reaccionaron con rabia frente a su estupidez. Tendría que ser un completo idiota, afirman, para morirse de inanición en pleno verano a 20 millas de la carretera.”
Su vida y figura son paralelas a la de Everett Ruess, que vivió en circunstancias parecidas pero que desapareció misteriosamente en el desierto de Utah.


La película “Hacia rutas salvajes” está basada en su bohemia vida:




FIN A LOS LOCOS BOHEMIOS

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Vi la película hace poco y la verdad es que no le encontré lógica alguna al estilo de vida que pretendía llevar... no digo que eso de vivir sin el asqueroso dinero no sea un sueño para mí, pero pienso que el hombre es un "ser social" y eso de estar solo y aislado... no sé... ¡no comparto su visión!

Muy interesante el post :)

Ángel dijo...

Vaya vida que tuvo este Supertramp XD. Cuando vi la película me impactó mucho, me gusta la aventura, mucho, pero no la aventura a lo loco, y este chico, pese al halo romántico de su historia, no hizo nada dentro de la cordura de cualquier persona, en este sentido estoy con el guardabosque.
En definitiva, ¿para qué sirve la vida si la dejas morir? Basicamente para nada.
Ah la BSO es del cantante de Pearl Jam, Eddie Vedder, ví la peli por esto mismo pero me gustó más la peli que la BSO.
Mira una peli nueva sobre uno de esos locos bohemios actuales http://www.20minutos.es/noticia/821025/0/127/horas/desmayos/

Un abrazo!!

Ana Bohemia dijo...

Alury: Estoy de acuerdo contigo, y creo que si que se dio cuenta de que estaba equivocado, pero ya era demasiado tarde. No sé porque para encontrarse a uno mismo hay que irse al fin del mundo a pasarlo mal. Supongo que estaba huyendo de un módelo de sociedad que no le gustaba, pero me parece que fue algo demasiado radical, y todos los extremos son malos.
Un fuerte abrazo :)

Ángel: La pelí me gustó, en particular por sus paisajes, también por él protagonista, para ver si al final entendía un poco su visión pero no, y me pareció un final muy deprimente, desesperado, solo, un poco creo que se buscó lo que le pasó, creyó que era un juego de aventura, pero la vida y la naturaleza es mas dura que todo eso. Ni siquiera conocía el terreno, no fue previsor, fue un poco loco y lo pagó caro.
"127 horas" uy, que tema, recuerdo muy bien esa noticia (hay muchas similares no te creas) impacta la sangre fría que debió tener para tomar una decisión como esa, pero entre vivir y no tener brazo... Eso si, si provoca desmayos no creo que vaya a verla al cine.
Un abrazo muy grande
:)

La exorsister dijo...

Vaya historia la de este vagabundo, no la conocía. Creo que los canadienses tienen un poco de razón, una cosa es intentar vivir de una manera simple, y otra condenarse a la soledad y la inanición, y que eso sea un ejemplo a seguir.

Por otro lado, hay que echarle bemoles para emprender una aventura así.

Ana Bohemia dijo...

Tienes razón exorsister, se condenó a la soledad y a la inanición. Desgraciadamente ha sido un ejemplo para muchos otros que han intentado simular sus proezas en la dura naturaleza de Alaska sólo para ponerse a prueba, o para demostrar que comprendían la visión de MacCandles, y lo único que han conseguido ha sido ponerse en peligro, como si no supieran como acabó el pobre chico. Pero también entiendo que existan personas a las que les desconsuele ese modo de vida, del contacto con la naturaleza, lejos del consumismo, pero todo con cabeza claro.
Gracias por comentar por aquí, bienvenida al Bohemio Mundi.
Saludos
:)

La exorsister dijo...

Te debía una visita, es la primera vez que comento, pero no la primera que leo. :)

Gracias a tí por ser fiel al Templo.

Raquel dijo...

La película tiene cosas muy bonitas pero a mi me entristeció la historia de Alexander; no pude entender su decisión de aislarse del mundo de esa manera. Creo que no estaba muy preparado para afrontar la aventura y lo pago caro. Era una idea romántica pero para llevarla a la practica hace falta estar muy bien preparado, para no correr riesgos tontos. Me dio pena pensar que había descubierto demasiado tarde que lo importante en la vida es tener a alguien para compartirla.
Un beso grande.

Ana Bohemia dijo...

Exorsister: Es un placer ser fiel al templo. Un beso :)

Raque: Estoy contigo, es una pena que descubriera tan tarde el sentido de la vida, que es tener a alguien con quien compartirla, o si no tienes con quien compartirla por lo menos vivirla, no dejarse morir.
Un beso grande para ti
:)

Ana Bohemia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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