Bohemio Mundi: Cuando nadie te ve…

miércoles, 13 de junio de 2012

Cuando nadie te ve…

… bailas por el salón de casa en ropa interior. Es lo que hace Risky. ¿Le quieres imitar? Venga, no digas mentiras…

Advertencia: los calcetines blancos que lleva Tom Cruise en la escena pueden herir muchas sensibilidades... entre otras cosas.

Risky Business (1983): Joel Goodsen es un joven de 17 años, universitario y responsable. Un chico en el que cualquiera puede confiar. Pero ha sido bueno durante demasiado tiempo. Ahora los padres de Joel se encuentran de viaje, y él está solo a cargo de la casa. Sus padres, confían en él. Aunque quizá no deberían...

Notas: Está considerada, retrospectivamente hablando, como la película que lanzó a la fama a Tom Cruise.

La escena en donde Joel (Tom Cruise) baila en ropa interior en el salón de su casa al son de la canción de Bob Seger, Old Time Rock And Roll, es quizás una de las más conocidas de la película y la más recurrente en los gags.

Fuentes: Filmaffinity. Wikipedia. Google imágenes. Youtube

2 comentarios:

Anónimo dijo...: ¡Qué tiempos y qué peli!!!! La verdad es que ya ni me acordaba de qué iba, pero entonces me gustaba Tom Cruise, lo digo aquí entre susurros porque ahora le tengo una maníaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. jajajajajajajjaja
Espero que te lo estés pasando bien en tus vacaciones, Ana.; 20 de junio de 2012, 20:41
Ana Bohemia dijo...: Hola Carol. Bueno la pelí no es gran cosa, pero la escena mola, jaja, lo de ailar en calcetine sempre me ha chiflado.
¿Le tienes manía al pobre hombre? Bueno, lo cierto es que a veces si que me pone de los nervios... se le ve un poco chulillo y exagerado.
Bueno Carol no fueron vacaciones sólo un descanso bloguero porque se me estropeó el ordenador, ¡ojalá hubieran sido vacaciones de estar viajando por ahí!
Un besito y muchas gracias por comentar y enriquecer al Bohemio.
;); 1 de julio de 2012, 16:33

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Bohemio Miedo

Este mes de Octubre "Bohemio Mundi" cambia su aspecto y se llena de seres extraños, oscuros, siniestros.
Un gato más negro que la noche se ha encaramado al tejado. Desde allí observa atento las fases de la luna. Su misteriosa naturaleza, sus ojos nocturnos y su desdén por lo humano se ponen de manifiesto cuando sigilosa me acerco para mirarlo y agresivo me enseña dos colmillos perfectamente afilados...
¿Bestia maligna o amuleto de buena suerte?
E aquí mi tormento: no lo sé; y como en el peor cuento de Poe, el gato aún sigue ahí, estático e imponente como una figura de cera. Hay días en los que me pregunto qué querrá de mí. Y él como si oyera mis pensamientos responde con un maullido lastimero, ronco y muy seguido, que no parece tener fin.

“(...) Tal vez porque siempre he sentido debilidad por las causas perdidas cuando realmente lo están. O tal vez… porque siento desprecio de mi mismo, ¿quién sabe?
-¿Es que no se avergüenza de dejarme sola e indefensa?
-¿Usted indefensa?, jajaja, que dios se apiade de los yankies si la capturan, y ahora baje usted de ahí, quiero despedirme.
-No.
-Veremos si bajara.
-No Rhett, por favor no se vaya, por dios no me deje, ¡no se lo perdonaré nunca!
-Yo no le pido que me perdone, yo mismo no me comprendo ni me perdonaré nunca, y si una bala me alcanza, ¡dios no lo quiera!, me reiré de mi propia estupidez. Sólo sé y comprendo una cosa y es que te quiero Escarlata, pese a ti y a mí y a ese mundo que se desmorona a nuestro alrededor, te quiero, porque somos iguales, dos malas personas, egoístas y astutos, pero sabemos enfrentarnos con las cosas y llamarlas por sus nombres…
-¡Déjeme!, no me toque.
-Escarlata, mírame, te quiero como no he querido nunca a otra mujer, y te he esperado como jamás hubiera sido capaz de esperar a otra.
-¡Suélteme!
-He aquí un soldado del sur que te quiere, Escarlata, que quiere sentir tus abrazos, que desea llevarse el recuerdo de tus besos al campo de batalla, nada importa que tú no me quieras, eres una mujer que envía a un soldado a la muerte con un bello recuerdo. Escarlata bésame, bésame… una vez.”