“Amigos valientes”

Hace unos cuantos meses hablé aquí de Myrtle, una gallina nada gallina que se dedicaba a volar en paracaídas muy cerca de las líneas enemigas allá por la segunda guerra mundial.

Pero nuestra valerosa gallina no fue la única en recibir medallas, muchos otros animales también consiguieron su reconocimiento. Pero no sólo eso, muchos de estos bravos animales se sacrificaron por nosotros.

Animales en las guerras:

Aunque nos resulte increíble los animales también han participado en las guerras, han sido nuestros aliados y en ocasiones sólo elementos suicidas de una causa que nunca fue la suya. Utilizar a los animales en las batallas no es cosa nueva…

Elefantes: Los cartagineses ya utilizaron elefantes contra los romanos. Alejandro Magno los utilizó también para conquistar la India; asimismo fueron utilizados en China, pero hay que reconocer que después de la primera impresión que estos enormes (y en algunos casos desconocidos animales) causaron, fueron dejados a un lado pues llegaron a ser mas peligrosos para los que los llevaban que para el enemigo.

Cerdos y Monos: Los romanos para luchar contra los elefantes, usaron cerdos. Los untaban con brea, aceite o cualquier sustancia inflamable, les prendían fuego y los soltaban contra las líneas enemigas. Al parecer, a los elefantes les horroriza el agudo chillido del cerdo provocando el pánico de los paquidermos y causando estragos entre sus propias líneas.

Los chinos usaron un sistema parecido pero con monos. Los revestían de paja, les untaban de aceite y ardiendo los soltaban en medio de los campamentos enemigos provocando varios incendios y un gran caos.

El primer ministro brahmán Kautilya, del siglo IV, escribe sobre la quema de las defensas en las fortalezas mediante la utilización de monos amaestrados para pasar artefactos incendiarios sobre las fortificaciones.

Los perros: Nuestros mejores amigos fueron entrenados para la lucha, además de para el rescate. Se sabe que combatieron en tiempos de los romanos y fueron usados también por los españoles en el siglo XV; sirvieron también en muchas otras guerras como exploradores y para detectar municiones en emboscadas o para buscar armas y explosivos.

Los soviéticos crearon perros anti-tanques. A estos animales se les acostumbraba a comer debajo de los tanques y cuando eran llevados al frente, se le ponía una mochila de explosivos sobre su lomo y los lanzaban contra los tanques enemigos. Al meterse debajo de ellos, se accionaba una palanca en la parte superior de la mochila que actuaba de detonador.

Tiburones: El Pentágono ha intentado controlar a los tiburones para usarlos en el seguimiento de barcos. Con implantes en la zona encargada de los estímulos olfativos, han logrado que los tiburones se dirijan a donde ellos indiquen, mediante radio control.

Los caballos: Estos poderosos animales fueron utilizados durante muchísimos años, como transporte y como fuerza de ataque, quizás se le pueda considerar el mejor y más valiente “soldado animal” de todos los que participaron en las guerras.

Canarios y ratones: Éstos eran introducidos en los túneles cavados detrás de las líneas enemigas para detectar gases venenosos.<br>

Delfines y Leones marinos: Éstos marinos animalitos fueron utilizados para localizar minas y para vigilar la aparición de hombres rana.

Camellos: En Afganistán llegaron a convertir a un grupo de camellos en kamikazes al enviarlos al frente enemigo cargados de explosivos.

Palomas: Las palomas fueron usadas como mensajeras ya en tiempos de los griegos y romanos, pero siguieron haciéndolo mucho después. En la Primera Guerra Mundial y equipadas con cámaras se convirtieron en los primeros fotógrafos aéreos. En la Segunda Guerra Mundial todavía se usaron como mensajeras cuando no se podía utilizar la radio.

Los nazis les ataban unas pequeñas cámaras a su cuerpo y mediante ellas obtenían imágenes a lo largo de la Línea Maginot, conjunto de defensas construido por Francia para resistir los posibles ataques alemanes.

En el año 1941 el gobierno de Estados Unidos estableció una subdivisión del cuerpo de comunicaciones llamada Servicio de Palomas del Ejército. Llegaron a emplearse hasta en los submarinos para no revelar su posición; los propios aviones antisubmarinos a veces soltaban palomas que llevaban información para su base.

Osos: Es famosa la historia de Voytek, el oso soldado, que participó en la batalla de Monte Cassino en 1944. La 22ª Compañía de Transporte del ejército polaco, se encontraba en las montañas de Hamadan en Irán, cuando se toparon con un osezno cuya madre había sido abatida por cazadores. Los soldados se lo llevaron y lo convirtieron en la mascota de la compañía. Pronto el oso creció, y su carácter amistoso y servicial lo convertiría en la mayor fuente de moral para la compañía. Su participación sería bajo el rango de Asistente de artillería, y transportaría varias de las municiones pesadas que caerían sobre la fortaleza principal. Servicios que le valdrían un ascenso de rango y una mención en periódicos de todo el mundo.

Luciérnagas: ¿Sabíais que fueron utilizadas por los soldados de la Primera Guerra Mundial para poder ver los mapas en las trincheras y así no ser descubiertos por el enemigo si utilizaban una luz más convencional?

Murciélagos: Durante la Segunda Guerra Mundial, el proyecto estadounidense X-Ray propuso la sujeción de cargas minúsculas de napalm a millares de murciélagos para liberarlos sobre Japón. El plan se abandonó después de que los murciélagos escaparan y destruyeran un hangar y el coche de un general.

Ratas: Hace unos años la Universidad de Agricultura de Sokoine, en Tanzania, anunció la puesta en marcha de un proyecto pensado para desactivar las millones de minas antipersonales que se encuentran distribuidas por todos los países del mundo con la ayuda de ratas africanas.

Gatos: A los gatos se les llevaba a las trincheras para que se comieran a los ratones y evitar así enfermedades.

 

“La cruz de la victoria para animales”:

Los ingleses crearon lo que se conoce como “La cruz de la victoria para animales”, la medalla Dickin. Entre 1943 y 1949 se concedieron 54 medallas Dickin:

32 para palomas, 18 para perros, 3 a caballos y 1 para un gato.

Uno de los perros condecorados se llamaba Rob, que realizó más de veinte saltos en paracaídas realizando misiones secretas tras las líneas enemigas en la Segunda Guerra Mundial. El único gato condecorado se llamaba Simón, era un gatito pequeño, blanco y negro, que viajaba a bordo de la fragata real inglesa Amethyst por el río Yangtze, en China. El barco fue atacado y parte de la tripulación murió pero Simón, con cuatro heridas de metralla, quemaduras y un buen susto, continuó cumpliendo con su deber que era deshacerse de las ratas del barco. Simón que vivió toda su vida en el mar, murió cuatro días antes de recibir su medalla.

Fuentes: Pepoladas.over-blog. Google imágenes.