Los crímenes de la calle Morgue

Un cruel asesinato despierta la expectación en los periódicos: Dos mujeres, madre e hija, han sido encontradas en su apartamento asesinadas, descuartizadas y con muestras de horrible violencia y maltratos. Las pruebas no conducen a nada y la policía está desconcertada, la investigación está estancada. El único que conseguirá hallar la respuesta será un detective aficionado llamado Auguste Dupin, que mostrará la increíble solución a tal enigma.

Los crímenes de la calle Morgue es un cuento del género policiaco y de terror del escritor estadounidense Edgar Allan Poe (1809-1849), publicado por primera vez en la revista Graham's Magazine de Filadelfia en el mes de abril de 1841. Se trata del primer relato de detectives propiamente dicho de la historia de la literatura, o sea, la primera historia sobre detectives que tiene todos los elementos que más tarde se van a retomar como característicos de las novelas policiales. Poe se refería a ella como uno de sus “cuentos de raciocinio”. Los temas del cuento son dos esencialmente: la brutalidad ciega y su oponente dialéctico, el raciocinio, o, en un nivel metafórico, las tinieblas y la luz; y, como en todo relato detectivesco que se precie, ésta al final saldrá triunfante.

Como curiosidad citar que Poe se inspiró libremente en un caso real para dar forma a su cuento así como en el personaje del inspector de policía parisino Vidocq para esbozar a su juicioso detective Monsieur  Dupin.

“LOS CRÍMENES DE LA CALLE MORGUE”

Edgar Allan Poe

La canción que cantaban las sirenas, o el nombre

que adoptó Aquiles cuando se escondió entre las mujeres,

son cuestiones enigmáticas, pero que no se hallan

más allá de toda conjetura.

Sir Thomas Browne

Aparte de ser el primer relato policíaco "Los crímenes de la calle Morgue" es asimismo el primer misterio de "habitación cerrada" en el que se reta al lector a resolver un enigma aparentemente insoluble y planteado en un ámbito muy concreto y delimitado.

El final es tan insospechado, tan extraño y tan increíble que sólo podremos revelar el misterio para tan macabros asesinatos cuando Dupin revela e interpreta las pistas que ya estaban ahí pero que eran tan inverosímiles como para caer en la cuenta.

Todo empieza a tener lógica cuando el detective ata los cabos sueltos, después, claro está, de hacer que nos sumerjamos en una investigación que como suele pasar siempre da una giro de tuerca hacía el final.

El relato se aleja un poco de la esencia fantasmagórica y sombría de Poe, estilo en el que en mi opinión el autor mas destacaba. Quizás por eso he de reconocer que “Los crímenes de la calle Morgue” me defraudó un poco, aún así creo que vale la pena asomarse a la lectura que sentó las bases de la novela detectivesca.

“(…) No se veía huella alguna de madame l´Espanaye, pero al notarse la presencia de una insólita cantidad de hollín al pie de la chimenea se procedió a registrarla, encontrándose (¡cosa horrible de descubrir!) el cadáver de su hija, cabeza abajo, el cual había sido metido a la fuerza en la estrecha abertura y considerablemente empujado hacia arriba. El cuerpo estaba aún caliente. Al examinarlo se advirtieron en él numerosas excoriaciones, producidas, sin duda, por la violencia con que fuera introducido y por la que requirió arrancarlo de allí. Veíanse profundos arañazos en el rostro, y en la garganta aparecían contusiones negruzcas y profundas huellas de uñas, como si la víctima hubiera sido estrangulada.

»Luego de una cuidadosa búsqueda en cada porción de la casa, sin que apareciera nada nuevo, los vecinos se introdujeron en un pequeño patio pavimentado de la parte posterior del edificio y encontraron el cadáver de la anciana señora, la cual había sido degollada tan salvajemente que, al tratar de levantar el cuerpo, la cabeza se desprendió del tronco. Horribles mutilaciones aparecían en la cabeza y el cuerpo, y este último apenas presentaba forma humana.”

Fuentes:

http://elbustodepalas.blogspot.com.es/2010/07/algunos-relatos-de-edgar-allan-poe-8.html

Wikipedia

Google imágenes