El más emblemático de los monstruos del
cine de terror es el inmortal conde Drácula.
Pálido, sediento, erótico, aristócrata,
un seductor de amplia capa y mirada hipnótica, el más elegante del cine de
terror fue Béla Lugosi, el actor que haría del más célebre de los vampiros todo
un mito.
Béla
Ferenc Dezs Blasco (1882-1956),
conocido como Bela Lugosi nació en Lugoj, Transilvania. Hijo de un banquero
acomodado Lugosi estudió arte dramático
en Budapest debutando a la edad de veinte años con Romeo y Julieta. Pronto
se convertiría en el ídolo teatral del país como interprete clásico.
Durante la Primera Guerra Mundial Lugosi obtiene
el grado de capitán del ejército húngaro. Tras ser herido en tres ocasiones es
dado de alta.
Es
en 1917 cuando debuta en el cine.
Durante la revolución húngara de 1918 se posiciona como izquierdista y funda el
sindicato de actores, su militancia
provoca su huida del país en 1919 primero a Austria y después a Alemania
para recalar finalmente en Estados Unidos en 1920. Es allí donde se toparía con
el papel de su vida: el Conde Drácula.
Béla
interpretaría primero el papel del pálido conde durante tres años en los
escenarios de Broadway. Finalmente lo haría en el cine de la mano de Tod
Browning en 1931. Tras seis arduas semanas de rodaje del film
cobra tan sólo 3500 dólares, la mitad que el actor secundario. Cegado por
interpretar a Drácula es incapaz de negociar con coherencia. Su obsesión por el
papel le llevó a identificarse hasta extremos irracionales con su personaje y
lejos de huir de su encasillamiento se especializó en su interpretación, reinventándolo
durante toda su carrera. Su fuerte acento (se ve obligado a memorizar fragmentos
por sus carencias idiomáticas) a la par que su complexión y su ascendencia le
convertían en el intérprete perfecto del sediento Drácula. La fama hace de él
de nuevo un ídolo, llegando a cobrar grandes sumas por sus trabajos, incluso
como actor secundario.
El
actor nunca llegó a huir del cliché de actor de cine de terror.
Quizás por esto rechazaría la interpretación de otro histórico protagonista de
la literatura de terror, Frankenstein. Su temor era que el verdoso maquillaje
que requería su interpretación desagradase a sus fans. Finalmente sería su compatriota
Boris Karloff quien lo interpretaría.
Béla y Boris siempre fueron comparados, aún hoy pesan conjeturas de la presunta
enemistad que se profesaron de por vida de los dos actores.
Acreedor de una siniestra fama que
cimentaba en consonancia con su personaje, se dijo que dormía en un ataúd. Ya se
empezaban a vislumbrar indicios de desequilibrios mentales en él.
Lugosi recreó por última vez a Drácula en Bud Abbott and Lou Costello Meet
Frankenstein en 1948.
En
el ocaso de su vida rodó su último y póstumo film: Plan 9 form Outer Space en
1956 para Ed Wood, considerado “el peor director de la historia".
Béla Lugosis falleció de un ataque al corazón a la edad de 73 años en Los Ángeles,
California. La leyenda del terror nos abandonaba interpretando también en
la muerte a su personaje más querido y que más satisfacciones le dio en vida,
el Conde Drácula. Lugosi,
como bien indicaba su testamento, fue incinerado llevando puesto su disfraz de
vampiro, en el Holy Cross Cemetery de Culver City, California.
Adicto a la morfina, que empezó a
consumir durante su estancia en el frente, con los brazos acribillados por la
aguja y prácticamente en la indigencia, sería Frank Sinatra quien financiaría su entierro.
Fuentes:
http://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20110816/54198641152/bela-lugosi-dracula-hasta-la-muerte.html
Google imágenes.
YouTube.
6 comentarios:
Siempre que pienso en Lugosi me viene a la mente la interpretación que de él hizo Martín Landau en "Ed Wood".
Habrá mil dráculas, Lugosi quedará como emblema y maestro del terror.
Abrazos.
Este hombre sí que era un Drácula que ponía los pelos de punta ¡el mejor!
Gracias por contarnos su historia, no sabía de esa obsesión suya por el personaje. Es una cuestión que me abre una incógnita ¿es Lugosi quién creo a Drácula o es Drácula que se adueñó de él?
¡Misterio!
Un beso grande.
Hola Pepe, me gustó mucho esa pelí, y especialmente las escenas de Landau, muy correcto en el papel de la vieja gloria.
Saludos
;)
Hola Roberto, pienso igual, no habrá nadie mas emblemático.
Un abrazo.
:D
Hola Montse, la clave de poner los pelos de punta estaba en su mirada, había cierta fuerza desequilibrada en esos ojos y esas cejas.
Yo diría que ambas cosas, él creó al personaje de palidez y capa negra, y el personaje terminó por poseerle de verdad.
Un beso grande
:D
No sabía lo del generoso Sinatra. Recomiendo ver su "Drácula" en versión original pues su acento húngaro y el hecho de que recitara algunos diálogos como un autómata, sin comprender su significado, hacen que su interpretación sea mucho más inquietante.
Me ha encantado el post. Saludos!
Borgo.
Hola Miquel, que bien se portó Sinatra. He estado buscando en youtube algunos fragmentos de escenas de Béla y evidentemente se nota su inglés escacharrado y forzado, que como dices no sólo logra hacer que su personaje te inquiete sino que te resulte mas frío y escalofriante.
Muchas gracias por pasarte por aquí. Saludos!!!
:D
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