Un especial ranking de cosas que ya no se llevan porque están más pasadas que un recopilatorio de los Pecos en japonés.
Y es que los tiempos cambian muy deprisa, las modas, los modos, las costumbres. Hay una fecha de caducidad para todo, y aunque ahora lo viejo se llama vintage, hay cosas que ya no se usan….
-Forrar la carpeta con los posters de la SuperPop-
Símbolo de la adolescente fanática y hormonal esta revista fue toda una revolución en los noventa cuando alcanzó su techo de popularidad, superando el millón de ejemplares vendidos. Era la época de Sensación de vivir, Take That, Spice Girls o los Backstreet Boys entre muchos otros.
Desgraciadamente las niñas de ahora ya no podrán ir al kiosco a por ella, ni sabrán nunca que miles de pósters gigantes con las caras y cuerpos de ídolos musicales, del cine y la televisión decoraron las habitaciones de generaciones de adolescentes alguna vez. ¿Cómo sabrán estas adolescentes de ahora si su compañero de clase las mira con buenos ojos sin hacer uno de sus famosos test?
El último número en papel de la revista SuperPop salió a la venta en Mayo de este año, pero los tiempos cambian y esta revista juvenil se seguirá editando en Internet. ¿Pero que será de esas carpetas? Pobres, tan desoladas y vacías se quedaran, que pena dará verlas.
-Intentar ligar en la discoteca usando el viejo truco de pedir fuego-
Hace poco entró en España una ley que prohibía fumar en ningún lugar público: bares, sitios de copas, discotecas, etc. la llamada Reforma de Ley Antitabaco. Y poco a poco nos hemos visto libres de humo. Así se culminan más de 23 años de prohibiciones. Las primeras las introdujo la ley de 1988 que prohibió que se fumara en los centros educativos (hasta entonces los profesores podían fumar en clase delante de los niños, ¡que ejemplo!) y en los hospitales. Poco a poco vinieron las restricciones en los transportes públicos y en enero de 2006 la prohibición de fumar en todos los centros de trabajo, excepto en la hostelería. Ahora ya no se puede fumar en ningún lugar cerrado y publico. Nunca saldremos oliendo a cenicero de ningún lugar…
Ligar siempre ha sido complicado, aunque antes era mucho más fácil romper el hielo. Bastaba formular una simple pregunta: “¿Tienes fuego?”Que más o menos equivalía a: “¿Accesible?” Y podías decir o podían responderte: “¡Vete por ahí!” O “¡No fumo pero te enciendo lo que quieras!” Evidentemente daba igual si se fumaba o no, el objetivo era ligar. Aplicable también a la pregunta de si tienes fuego, es “¿Estudias o trabajas?” ¡¿Pero se pueden hacer este tipo de consultas en plena Generación Nini?! (Ni trabajas Ni estudias para los que no sepan que es esto de la generación Nini) Y con la tasa de Paro que hay en España, ¿tiene sentido decir eso? La forma de ligar también ha cambiado, ahora si quieres entrarle a alguien en una disco y no sabes cómo sólo debes recordar esto: “¿Me agregas a tu facebook?, ¿Cuál es tu perfil?, ¿Nos posteamos mutuamente? ¿No hacemos un muro a muro?” Y a esperar una respuesta.
Aviso: Puede que eso de las bofetadas no este tan pasado de moda.
-Llamar por una cabina telefónica-
En plena era tecnológica, ¿quién es el guapo que no tiene un teléfono móvil? Estamos permanentemente conectados y localizados. Sin embargo por muy paradójico que suene la gente no habla más que antes, esemesea. Es decir manda mensajitos SMS, por eso digo que escribimos mas, hemos creado un nuevo lenguaje abreviando el que nos enseñaron en el cole con un cuadernillo. Ni los egipcios sabrían descifrar nuestros criptogramas.
Los jóvenes de hoy en día mirarán a esas cabinas como un símbolo de la prehistoria tecnológica, y puede que algún día acaben en un museo con una descripción muy clara: “Pequeña estructura que en su interior contiene un teléfono público. El diseño más conocido son las rojas y están hechas para que el usuario de estas no se moje cuando hay lluvia y también para respetar la privacidad de quien las usa”.
Recuerdo que nunca te devolvían el cambio, lo que daba mucha rabia. Recuerdo que a veces aquellos habitáculos no se utilizaban sólo para llamar, hay gente mucho más escatológica, ¡que asco! Recuerdo que siempre le estaban reemplazando las puertas que eran plegables, o cambiando los cables, o reparando los cristales, porque siempre las rompían. La gente de mi quinta debió ser muy vándala…
Hoy en día se encuentran en vías de desaparición por falta de rentabilidad a pesar de estar consideradas servicio universal en Derecho europeo.
-Conducir a 120 por la autopista-
A principios de año entró en vigor una polémica norma de circulación por la cual el límite de velocidad en autovía descendía a los 110 km/h, por lo que conducir entre los 111 y 141 km/h en autopista o autovía se multaría con 100 euros. El límite de 110 fue una de las medidas “estrella” del plan de ahorro del Gobierno ante la escalada del precio del crudo, pero ha sido duramente criticada. Sin embargo parece que el próximo 30 de junio el Gobierno eliminará dicho límite y volverá al antiguo. Ya queda poco. He leído que es cierto que el consumo de combustible ha bajado, pero no se puede achacar únicamente a esta medida. Los precios de gasolina y gasóleo han ido encadenando récord tras récord, como cuando los rusos y los americanos peleaban en la carrera espacial. Evidentemente eso ha sido bastante más disuasorio.
Parece que hay cosas que no están tan pasadas… pronto podremos apretar el pedal del acelerador un poquito mas… bueno, si quieres.
-Alquilar una cinta de video en el videoclub-
De peque mi día favorito de la semana era cuando íbamos al videoclub a alquilar alguna pelí. Era la oportunidad de ver cine nuevo, pero yo siempre elegía las viejas. Yo y mi gusto por lo clásico. Era lo que había, y ni que decir tiene que estaba muy de moda. Estanterías repletas de cintas vhs y caratulas. Nos hicimos un carné y lo gastamos de tanto usarlo. Sony, Betamax, JVC, empezamos a conocer estas siglas y letras. El videoclub de mi barrio era muy animado… pero siempre acababa alquilando las mismas películas, mi madre estaba harta de eso, era ella la que las devolvía, diré que siempre rebobinadas… o casi. Luego compramos un video grabador Hitachi y eso cambió nuestras vidas. ¿Qué no podías ver la telenovela? Pues deja el video programado y grábala. Que te vas a perder el programa musical y salen los chicos que te gustan, ¡pues graba! Y esa pelí que tanto te gusta, pues borra el video de la comunión que esto es mas importante. Era la ventaja del vhs, poder grabar y re-grabar encima siempre que quisieras. Vale, la tele de antena se veía fatal, bien, no tenía mucha calidad, pero ¿y el encanto de ver aquellas películas con anuncios incluidos y todo? Eso no tiene precio, ningún dvd podría.
Ahora ya no hace falta grabar nada, todo esta en Internet al momento, ahí, dispuesto para cuando quieras pinchar sobre el capitulo de tu serie favorita que te has perdido por ir a trabajar. Una ventaja, ¿no?
-Escuchar casetes en el coche-
Mi generación se hacía su lista de canciones grabándolas directamente de la radio. Podías hacer los mix que quisieras. El regalo estrella del día de Reyes de aquella época era el “Walkman” Eso si que era ser moderno, con la música a todas partes, en la cama, en la playa, con la bici. Lo malo era cuando se dañaba la bobina y se rompía el vinilo. Los fabricantes jamás especificaron que los casetes tienen generalmente pobre resistencia a los niveles excesivos de calor sobre todo en coches aparcados bajo el sol durante el verano, una pena. Pero bueno si había cerca una gasolinera no había problema, allí podía encontrarse un gran surtido de casetes de todos los estilos. ¡Que tiempos, que recuerdos!
Hoy en día el mercado para los casetes está en serio declive desde su pico al final de los 80. Algunos músicos todavía prefieren registrar sus másters en cinta magnética por razones artísticas, y algunos consumidores prefieren comprar casetes debido a una supuesta riqueza del sonido analógico. Recientemente las compañías fabricantes del casete han dejado de producirlo y abandonaron el mercado definitivamente a finales de diciembre de 2008, ya que éste ha sido fuertemente desplazado por los medios digitales como el MP3 y el MPEG-4, así como los soportes físicos digitales más recientes, como el Blu-Ray, equivalente a más de 80 casetes.
-Salir a la calle a jugar-
Pasé mi niñez escapándome de casa para ir a jugar a la plaza, allí había cancha de baloncesto, allí podía saltar sobre el descampado de al lado y correr con la bici, allí había sitio para jugar al tenis, o al escondite. Utilizamos la carretera y sus líneas divisorias para jugar a brilé o saltábamos sobre los muros de las casas viejas. Las farolas eran nuestras barras de bomberos, los jardines nuestro supermercado, puesto que las flores nos servían para hacer suculentas sopas o ensaladas si decidíamos jugar a las casitas. Para patinar lo mejor era la pendiente de la calle nueva en donde hicieron una urbanización muy bonita. Yo era medio saltimbanqui, un poco como los Yamakasi de ahora. Si había alguna distancia que salvar tenía que saltarla. Me subía a los tejados, me colgaba como un mono, utilizaba la barra de tender como barra fija, sin colchoneta debajo, claro. ¡Cuantas rodillas desolladas curadas con mercurocromo! Tuve suerte porque nunca me rompí nada.
No hacía falta que nadie lo dijese, era evidente, pero un estudio revela que el juego es una parte imprescindible para el desarrollo de los niños. El juego no sólo les divierte y les hace felices, sino que forma parte de su desarrollo integral, es una necesidad biológica. El juego potencia la creatividad de los niños.
Pero ¿qué pasa con los niños de hoy en día? ¿Esos que están enganchados a sus sedentarias maquinitas? Ya no hay niños como los de antes, no juegan al fútbol en la calle, no construyen casas en los árboles, no saben lo que es la Rayuela. Pobres…
-Coleccionar pegatinas o calcomanías-
Con cualquier cosa te regalaban una pegatina. El banco te hacía una cuenta infantil, la primera al cumplir los diez años, pues cuando te mandaba la carta correspondiente adjuntaba alguna pegatina con animales de WWF para que te hicieras socio. Te comías un bollicao y había una pegatina, levantabas la tapa de un yogurt y había una pegatina. Abrías un paquete de papas y… regalo + pegatina. ¿Y cómo no hacer una colección? Antes con todo se regalaba cromos, pegatinas, calendarios y demás chorradillas por el estilo.
Yo tenía el cabecero de mi cama repleto de pegatinas, no era muy elegante, y mi padre, carpintero de profesión, lo odiaba porque, ¡qué sacrilegio hacía la madera! Mis hermanos y yo no podíamos tener más pegatinas porque… ya no cabían.
Las calcomanías eran un caso aparte, solían pegarse en los brazos, manos u otros partes del cuerpo, pero a mí no me gustaban, prefería los tatuajes con bolígrafo, más higiénicos a mi modo de ver. Agujereaba los pantalones por las rodillas y allí pintaba, haciendo uso de mi creatividad.
Curiosidad acerca de las calcomanías: Durante los años 70 circuló una leyenda urbana, en la que se contaba que las calcomanías llevaban impregnada una sustancia que al adherirse a la piel se transmitía al niño. Esta substancia generalmente se identificaba como una droga del tipo LSD. La finalidad de esto sería la de inducir a los niños a que se tornaran drogodependientes mediante las calcomanías. Se llegaronn incluso a repartir octavillas, panfletos y fotocopias, alertando de este hecho, llevando algunos incluso el anagrama de la Guardia Civil.
¡Que cosas!
-Ir al cine-
Que pena me da esto, pero ¿quien puede? ¿Quién quiere con las pelis que hacen ahora? No hay ofertas interesantes. Ya no es una afición de pobres, como en la época de mi abuela, ahora es para gente que no conoce las vacas flacas ni las ha visto en su vida. La crisis, el euro, no lo sé, pero de 3 euros ha pasado a 7 y en menos de ocho años. Y si la película es en 3D hay que sumarle 2 euros más por el alquiler de las gafitas bicolores. ¿Y quieres cotufas o un vaso de refresco? No puedes… mejor tráetelo escondido en el bolso de casa. Así que nada el acomodador te deja en el asiento, las luces se apagan y empiezan ¿los anuncios publicitarios? ¿Vamos a empezar a vender Fairy en los multicines o qué? ¿Y donde están los avances de próximos estrenos? ¡Como ha cambiado esto también!
A lo largo de la historia las salas de cine se han ido transformando en función de los avances tecnológicos, los cambios en los hábitos de consumo del público y como respuesta a formas de ocio alternativas. Por ello a lo largo de la historia se ha pasado de pantallas casi cuadradas a pantallas más panorámicas, para competir con la televisión. De cines de una sola sala a cines con varias salas ofreciendo una mayor oferta. Es que hay que ir con los tiempos.
La gente de hoy en día no compran discos, ni libros, ni van al cine… pero no porque no quieran (o si) es porque no pueden. Así que gracias al pirateo pues pueden acceder a algo. Mucho se ha hablado de las supuestas leyes contra el pirateo en Internet, una ley que prevé cortar el acceso a la Red a los internautas que se descarguen archivos de forma ilegal, aún no se sabe donde quedará esto pero puede que nos corten el grifo.
-El gotelé en las paredes-
El gotelé (del francés goutte o gouttelette, gota o "gotita") es una técnica consistente en esparcir pintura al temple más espesa de lo habitual, de tal manera que durante su aplicación aparezcan gotas o grumos de material que produzcan una superficie final de acabado grumoso. Esta técnica se utiliza por su capacidad para disimular las imperfecciones en las paredes.
Pero ya no se lleva… de hecho para muchos es un horror. ¡Y la de trabones en la ropa al pasar cerca de la pared, y la de raspones en los codos…!
No, lo más moderno y cool es una pared mega lisa, que no parezca vieja, que no tenga mucha historia, en donde no haya ni un surco ni una grieta, ni una abolladura en donde jugar a la pareidolias. Que aburrido.
-Los calcetines blancos-
¿Quieres ser un marginado, que se rían de ti, que piensen que eres primo lejano de Steve Urkel? ¿Entonces porque vas con esos calcetines tan feos?
Combinar calcetines blancos con zapatos negros, una extendida tendencia estética en China, es de muy mal gusto, según una exitosa campaña que durante algunos años ha llevado a cabo Pekín entre su población para extinguir arraigadas costumbres, capaces de torcer el gesto del visitante desprevenido. Tampoco hay que escupir en los ascensores o en los vagones del metro. Pero no vamos a comparar que eso de los calcetines es una costumbre de muy mal gusto… ¡hombre!
No es broma, va en serio.
Que tontería. ¿Acaso no se es libre para elegir, o para llevar lo que se quiera? Pues entonces no aceptes lecciones de nadie, muchos de los que te critiquen por ejercer este derecho tienen mucho por lo que callar. ¡Pero si hasta hace nada todo el mundo llevaba unos bonitos calcetines blancos de deporte y tan tranquilos!
-Que los artistas del cine y la tele aparenten la edad que tienen-
Las arrugas. Pero no en la ropa, en la cara, me refiero a las arrugas de vejez. Supongo que tampoco se lleva ser mayor, está mal visto cumplir años… ser humano, de carne y hueso.
He visto por la tele que muchas mujeres se retocan la cara antes incluso de tener motivos para hacerlo. Es horroroso… pierden toda la lozanía, la expresión, logran lo contrario a lo esperado. No parecen más jóvenes, parecen más tiesas, mas apergaminadas.
En Sudamérica es habitual reconocer abiertamente las intervenciones de estética, mientras que lo normal en Europa es esconder los retoques. Ésa es la razón por la que muchas mujeres piden a sus dermatólogos y cirujanos estéticos que les apliquen el bótox de forma moderada, para que nadie lo note. Es la mejor manera de alardear de lozanía natural sin miedo a levantar sospechas.
"Mi secreto es una buena alimentación y ejercicio físico diario". ¿Les suena esta frase? Es la respuesta que suelen dar las estrellas de Hollywood cuando se les pregunta cómo se mantienen tan jóvenes. La cuestión es que algunas de ellas, además de un cuerpo escultural y un aspecto inmejorable, tienen la cara totalmente planchada, sin expresión. Y eso ya no se justifica ni con la dieta ni con el deporte.
La actriz Nicole Kidman ha confirmado recientemente lo que nadie dudaba ya: se ha inyectado el producto antiarrugas en cantidades generosas. Además, se ha unido al cada vez más nutrido grupo de celebridades arrepentidas del uso masivo de la toxina y asegura que no volverá a inyectársela.
¿Por qué? ¿Es que se vuelven a llevar las arrugas?
-Escribir una carta a un amigo-
O recibir postales, tendría que añadir. Pero es que si escribimos SMS, Twiteamos, Feisbukeamos, Blogueamos, y demás amos, ¿de dónde sacamos el tiempo para escribir una carta?
Hay un decreto del Ministerio de Fomento en el que dice que suspenderá la entrega de cartas a domicilio en zonas con baja densidad de habitantes o salpicadas de viviendas aisladas sustituyéndolo por un buzón comunitario. Puede que la profesión de Cartero este en vías de extinción. Una pena, ¡con lo romántico que es recibir una carta de amor!