Los platós de cine han sido con demasiada
frecuencia el escenario de numerosos accidentes… algunos mortales, como la
recordada muerte de Brandon Lee, quien perdió la vida por una bala real
mientras filmaba una escena en la que le disparaban de mentira. Pero no todo es
mentira en el cine. Los huesos rotos, los esguinces, los cortes, las lesiones
son bastante reales, y dolorosas. Como ejemplo, sólo tenemos que asomarnos a la
ficha médica del actor de cine de acción Jackie Chan para darnos cuenta de ello:
cortes de todo tipo, hombro desencajado, esternón roto, pelvis dislocada, daños
cervicales… siendo su peor accidente una fractura de cráneo, con
desprendimiento de hueso y hemorragia cerebral, en 1986, durante el rodaje de “La
armadura de Dios”. Por suerte pudo contarla. De hecho siguió arriesgándose con
sus peripecias en el resto de su filmografía. Se ve que a Chan no le asusta la
sangre ni el dolor.
Otros muchos actores, dobles y extras del
séptimo arte han sufrido incidentes parecidos o peores. Aquí una pequeña
muestra:
Jim Caviezel en La pasión de Cristo:
Según declaraciones del propio actor, el
rodaje resultó una tortura, en la que llegó a sufrir varias hipotermias, cortes
en las manos, dolores posturales, un hombro dislocado, neumonía por el frío de
rodar en exteriores en pleno invierno, dos latigazos accidentales (uno de ellos
le causó una cicatriz de 30 centímetros), y además fue alcanzado por un rayo.
Un trabajo agotador de cerca de dos años que acabó resultando para el actor una
experiencia espiritual, pues al parecer de verdad llegó a ver a Dios.
Jim Carrey en El Grinch:
Para meterse en la piel del ser verde, peludo,
y desagradable, 60 personas tenían que trabajar en la realización del
personaje, utilizando numerosas cantidades de pinturas además de pelucas,
bigotes y barbas postizas. El traje de látex usado por Jim Carrey en su
fantástica interpretación de El Grinch, le causaba bastantes problemas. Más
allá de las 3 horas de maquillaje a las que debía someterse diariamente, Carrey
relató haber sufrido de claustrofia y cuadros de angustia, por lo que tuvo que
contar con la asesoría de un Navy Seal, experto en técnicas para soportar
torturas.
George Clooney en Syriana:
Corría el año 2005 cuando George Clooney
se lesionó la espalda durante una escena en el rodaje de Syriana. Fueron tan
graves las secuelas que incluso llegó a plantearse el suicidio, tal era su
calvario de dolor. El accidente le causó fuertes jaquecas, así como pérdidas de
líquido de la médula espinal por la nariz. Durante unas declaraciones en las
que se sinceraba sobre su salud aseguró que vivía con tal dolor que tuvo que
verse atado a una cama y sometido a punciones lumbares casi a diario.
"Llegó un momento en que pensé que no podía existir así, vivir así".
Por fortuna superó la lesión gracias a una operación y a día de hoy ya no vive
con dolor.
Bruce Willis en Jungla de cristal
En la primera entrega de las aventuras de
agente John McClane, Bruce Willis perdió el 60% de su capacidad auditiva de
forma permanente. Esto sucedió en una escena en la que se requería que
realizara múltiples disparos estando bajo una mesa en un área muy reducida. En
la actualidad el actor de sesenta años, lleva un audífono en su oído derecho.
Sylvester Satallone en Rocky IV
Durante una de las escenas en las que
Sylvester Stallone se enfrenta a Dolph Lundgren, el primero le pide a su contrincante
en el ring que le golpeé de verdad, como lo haría un boxeador real. El
resultado fue una lesión cardiaca para Stallone, quien tuvo que ser trasladado
en un avión a un hospital. El personal sanitario creía que había estado involucrado
en un accidente de conducción, pues el tipo de lesión era similar a la que
causan los volantes de los automóviles al golpear el pecho del conductor.
Fuentes: