Siete poemas, uno por cada maravillosa
isla del archipiélago canario. Siete poemas para celebrar contigo el día de
nuestra tierra. Una tierra de letras y talento.
DECIDME DONDE EL HOMBRE de
Rafael Arozarena
Decidme donde el hombre
Florece abiertamente
De qué lugar la savia
Le viene a dar la vida
Ya están en el secano
La roja flor del tuno, la higuera
sarmentosa
El balo y el cantueso
Volviéndome a la tierra.
Y el hombre apenas brizna
El hombre que he plantado
En este barro mío
Dulcemente quemado perdió la primavera
Decidme donde el hombre
Florece abiertamente
Os devuelvo mi sueño
Y esta lágrima grande
Que olvidasteis un día.
PUERTO DE GRAN CANARIA de Tomás Morales
Puerto de Gran Canaria sobre el sonoro
Atlántico,
con sus faroles rojos en la noche calina,
y el disco de la luna bajo el azul
romántico
rielando en la movible serenidad marina.
Silencio de los muelles en la paz
bochornosa,
lento compás de remos en el confín
perdido,
y el leve chapoteo del agua verdinosa
lamiendo los sillares del malecón
dormido...
Fingen, en la penumbra, fosfóricos
trenzados
las mortecinas luces de los barcos
anclados,
brillando entre las ondas muertas de la
bahía;
Y de pronto, rasgando la calma, sosegado,
un cantar marinero, monótono y cansado,
vierte en la noche el dejo de su
melancolía...
UN DÍA HABRÁ UNA ISLA de Pedro García
Cabrera
Un día habrá una isla
que no sea silencio amordazado.
Que me entierren en ella,
donde mi libertad dé sus rumores
a todos los que pisen sus orillas.
Solo no estoy. Están conmigo siempre
horizontes y manos de esperanza,
aquellos que no cesan
de mirarse la cara en sus heridas,
aquellos que no pierden
el corazón y el rumbo en las tormentas,
los que lloran de rabia
y se tragan el tiempo en carne viva.
Y cuando mis palabras se liberen
del combate en que muere y en que vivo,
la alegría del mar le pido a todos
cuantos partan su pan en esa isla
que no sea silencio amordazado.
SOY FELIZ de Josefina de la Torre
Soy feliz.
Se lo digo a mi espejo;
a este pasar del tiempo
que acaricia mi piel y mis cabellos.
Soy feliz.
Se lo digo a mi cuerpo
que aún conserva
su sombra de árbol sano.
Soy feliz.
LA PATRIA de Mercedes Pinto.
Salí ayer de mi patria, y ni un temblor
estremeció mi párpados.
Y el alma permaneció tranquila sosegada,
esperando, serena, un horizonte con menos
sombras...
Yo considero mi potente esfuerzo
como el del águila caudal, que huyese
de donde el cazador le persiguiera
y va a parar su vuelo, en una roca
abrupta en lejanía
que nunca conociera.
¡Y aquél será su nido, y allí tendrá sus
hijos,
y sobre aquella roca hospitalaria
creará sus amores y su patria...!
La patria es voz absurda de tiempos
medievales.
El estado del alma de los seres dice cuál
es la patria.
¡La patria es la que tiende la mano al
caminante;
la patria es aquel suelo donde se
encuentra redención y aliento;
la patria es una tierra, cerca o lejana,
donde se enjugan lágrimas candentes
y se convierten en ardientes besos...!
A VECES, CUANDO LA NOCHE ME APRISIONA de Félix
Casanova de Ayala
A veces, cuando la noche me aprisiona
suelo sentarme frente a una cabina
telefónica
y contemplo las bocas que hablan
para lejanos oídos.
Y cuando el hielo de la soledad
me ha desvenado, los barrenderos moros
canturrean tristemente
y las estrellas ocupan su lugar, yo
acaricio el teléfono
y le susurro sin usar monedas.
CANARIAS de Nicolás Estévanez
Mi patria es una isla,
mi patria es una roca,
mi espíritu es isleño
como los riscos donde vi la aurora.
¡¡FELIZ DÍA DE CANARIAS!!