Jor-El el padre de Superman:
Envió a su hijo a otro planeta sólo para salvarle, eso es amor de padre.
Jor-El era un científico muy respetado en el planeta Krypton antes de su destrucción. Él pronosticó el destino del planeta, pero fue incapaz de convencer a tiempo a sus colegas que salvaran su raza. Jor-El, sin embargo, fue capaz de salvar a su pequeño hijo, Kal-El, enviándolo en una nave espacial casera al planeta Tierra sólo momentos antes de la destrucción de Krypton.
Marlín el padre Buscando a Nemo:
Cruzó el mar con todos sus peligros sólo para encontrar a su hijo perdido, eso es amor de padre.
Marlin se encarga de cuidar a su hijo de forma exageradamente protectora, lo que da lugar a que Nemo se rebele y emprenda una aventura aprovechando una excursión del colegio. Nemo, en su afán de demostrar su valentía y su capacidad de desenvolverse a pesar de tener una aleta atrofiada, es atrapado por un buzo con una red y acaba en la pecera de un dentista llamado P Shermann en la ciudad de Sídney para ser el regalo de la sobrina del dentista, Darla.
Desde entonces su padre emprende una larga búsqueda para dar con pistas que le lleven a recuperar a su hijo.
Stanley el Padre de la novia:
A pesar de sus reticencias aceptó que su niña había crecido, eso es amor de padre.
Stanley Banks está muy nervioso porque su preciosa hija mayor Kay le ha comunicado su decisión de casarse. Este casamiento provoca una actividad endiablada que se traduce en nervios y alteraciones, nada puede fallar en el día más importante en la vida de Kay, pero el caos es inevitable. El problema es que Stanley Banks se resiste a desprenderse de su hija. Sólo cuando está sumergido en la desbordante actividad de los preparativos se dará cuenta de que quizá esté sacando las cosas de quicio.
Daniel el padre de Señora Doubtfire:
Aceptó llevar rellenos, medias y una bonita peluca, disfrazándose de señora mayor sólo para estar más cerca de sus hijos, eso es amor de padre.
Daniel Hillard es doblador de películas. Sus hijos lo consideran un padre maravilloso, pero su mujer está cansada de que se comporte como si también él fuera un niño. Tras un accidentado divorcio el juez dicta que los hijos permanezcan bajo la custodia de la madre, aunque Daniel puede verlos todos los sábados, y además, si en un plazo de 3 meses, logra establecer un buen hogar y crear un entorno adecuado para los niños, estudiará la posibilidad de una custodia conjunta. A Daniel no le gusta la decisión del juez, y aprovechándose de que su ex esposa busca una empleada de hogar, Daniel se hace pasar por una refinada ama de llaves inglesa llamada Sra. Doubtfire, sólo para estar mas cerca de los niños.
Georg el padre de Sonrisas y lágrimas:
Les buscó a sus siete hijos la mejor de las niñeras y luego se casó con ella, eso es amor de padre.
El viudo Georg Von Trapp, capitán ya retirado, gobierna su casa y a sus traviesos siete hijos como si estuviera en un cuartel militar: normas, uniformes, silbatos. Para llamar la atención del ausente padre los revoltosos niños se dedican a mortificar a cuanta institutriz caiga en sus manos. María, una alegre novicia que ha abandonado la abadía se convierte en la nueva institutriz, es ella la que devuelve la alegría a los niños, y la que acaba ganándose el respeto y el amor del capitán.
Doctor Harvey el padre de Casper:
No le importó que su hija adolescente hiciera amigos nuevos, aunque éstos estuvieran algo muertos, eso es amor de padre.
El doctor Harvey, experto psicólogo paranormal, no es un padre modelo, aunque lo intenta. Viaja mucho y lleva a su hija a rastras por todo el país, allá donde su profesión lo reclame. Cuando la señora Crittenden lo contrata para que exorcice la mansión Whipstaff, en la que habitan cuatro fantasmas, no se lo duda y allá que se va con su hija Kat, una joven adolescente soñadora quien pronto conocerá en profundidad a los habitantes de la mansión, en especial a Casper, un fantasma adorable con quien hace buenas migas. Pronto el padre se dará cuenta de que su hija ya no es una niña y que tiene derecho a asentarse por un tiempo en un mismo lugar, quizá la mansión Whipstaff.
Frank el padre de Frequency:
A pesar del halo irreal colaboró con su hijo a través del tiempo, detuvo a un homicida y restableció la vida familiar que nunca tuvo, eso es amor de padre.
John vive obsesionado con la muerte de su padre Frank, un bombero que pereció 30 años antes durante un incendio. Un día, un extraño fenómeno meteorológico le permite hablar con él a través de un viejo equipo de radioaficionado con el que se comunica con el pasado; John informa a su padre de los errores cometidos en aquel incendio y así evita su muerte. Pero la cronología cambia y para su desconcierto pronto descubrirán que su madre, Julia, ha sido víctima de un asesino en serie. Algo que tendrán que evitar.
Sam el padre de Yo soy Sam:
A pesar de un cierto retraso mental él siempre se ha ocupado de su pequeña Lucy, la quiere con locura y le desea lo mejor, incluso si lo mejor es renunciar a ella, eso es amor de padre.
Sam es un discapacitado mental -síndrome de Down, algo de autismo- con la inteligencia de un niño de siete años que vive feliz junto a su hija Lucy, ya que su mujer lo ha abandonado. Todo el tiempo que le deja libre su trabajo en una cafetería lo ocupa en educarla, tarea para la que cuenta con la ayuda de su vecina y amiga Annie, que siempre tiene a su lado para darle muchos y buenos consejos. La vida transcurre con tranquilidad pero Lucy ya ha cumplido siete años y empieza a ser más lista que su padre. Las autoridades piensan que su padre puede frenar su crecimiento intelectual y deciden que estará mejor con unos padres adoptivos que la puedan educar en un ambiente tradicional. Pero Sam no se rendirá y buscará la ayuda de un abogado.
Wayne el padre de Cariño he encogido a los niños:
Encogió, accidentalmente, a sus hijos y a los del vecino, luego los tiró a la basura, pero al descubrir su error hizo lo que sea para dar con el paradero de sus hijos y devolverlos a su tamaño normal, eso es amor de padre.
Wayne Szalinski es un despistado y simpático científico que trabaja en su casa en un proyecto para encoger las cosas. El inventor ha desarrollado una máquina que permite, teóricamente, encoger el tamaño de los objetos, pues aún faltan algunos ajustes… es por esto que los demás le tachan de loco. Lo que no sabe es que una pelota de béisbol ha activado accidentalmente la máquina sobre sus hijos y los de vecino, que vivirán una auténtica aventura intentando atravesar el césped del jardín hasta la casa, convertido ahora en una auténtica "jungla" para ellos. Wayne, que se siente incomprendido y fracasado destruye la maquina. Cuando descubre la realidad de los hechos tendrá que correr contrarreloj para repararla y encontrar a los niños.
Y el papá más genial de todos es…
Guido el padre de La vida es bella:
Convirtió un momento horrible en un juego divertido sólo para proteger a su hijo, eso es amor de padre.
Guido, su tío y su hijo Josué son deportados a un campo de concentración nazi. Allí, con tal de salvar la vida de su hijo de cinco años, Guido se inventará un juego en el cual ganará aquel que consiga esconderse de los gruñones guardias alemanes. La imaginación de su padre hará que el pequeño Josué viva el holocausto de una manera distinta.
Frase: Empieza el juego, quien no haya llegado ya no juega. Se precisan 1000 puntos.
El primer clasificado ganará un carro blindado nuevo. ¡Menuda suerte!
Cada día leeremos la clasificación por aquel altavoz de allí, al último clasificado le colgaremos un cartel que dirá: Asno, aquí en la espalda.
Nosotros estamos en el equipo de los súper malos que gritan sin cesar, quien tenga miedo pierde puntos.
En tres casos se pierden todos los puntos: los pierden, uno, los que empiezan a llorar, dos, los que quieren ver a su mamá, tres, los que tienen hambre y piden la merienda. ¡Nada de eso! Es muy fácil perder puntos, porque hay hambre. Yo mismo ayer perdí 40 puntos porque no pude aguantar y pedí un panecillo con mermelada. De albaricoque. Y él de fresa. Y nada de chucherías porque no os vamos a dar, nos las comemos todas nosotros. Yo ayer me comí 20. Me duele la barriga. Pero estaban buenas. Os lo aseguro.
Perdonad que me vaya enseguida pero estamos jugando al escondite, me voy corriendo o me tocará parar.
Para el papá mas genial de todos...¡¡¡el mío!!!