Su origen puede remontarse al antiguo
Egipto, incluso a la época de mayor esplendor del imperio romano sazonadamente pagano,
aunque la realidad de su origen es un misterio lo que si sabemos del carnaval
es que se trata de una celebración ancestral que ha ido evolucionando y
adaptándose a los nuevos tiempos. Los
carnavales son la fiesta del pueblo, las más populares, las más espectaculares
y coloridas. Se celebran en cada rincón del
planeta, cada una con un sabor y una peculiaridad característica. A
todos les une un espíritu de diversión y trasgresión, la música, las máscaras,
el color… bajo el disfraz no hay clases ni castas, el carnaval es pura
trasformación, y esa es la clave de su popularidad.
Carnaval de Nueva Orleans: Mardi Gras
(martes graso) es el nombre con el que es conocido el carnaval de Nueva Orleans,
una explosión de cuentas de colores y juguetes que caen como lluvia sobre esta
ciudad que relaja sus costumbres por estas fechas.
La influencia francesa y los colores
púrpura, verde y dorado que simbolizan la justicia, la fe y el poder, están muy
presentes en la puesta en escena de una de las grandes citas del estado de
Luisiana, que se remonta a principios del siglo XVIII.
Las celebraciones se prolongan durante
semanas con desfiles de carrozas, bailes de máscaras y, por supuesto, con los
king cakes (una especie de roscón de reyes muy típico) hasta los días previos
al Mardi Gras. Es entonces cuando la fiesta llega a su punto más álgido con los
desfiles organizados por las krewes (las peñas carnavalescas).
El carnaval de Notting Hill: Es uno de
los únicos carnavales que no se celebran antes de la cuaresma. Su celebración
se lleva a cabo durante el último fin de semana del mes de agosto, siendo esta
una de las peculiaridades más destacadas aparte de su carácter abierto y extrovertido
que invita a gentes de todo el mundo a bailar y a disfrutar de la fiesta sin un
guión preestablecido.
Nacido a mediados de la década de los 60
de la mano de inmigrantes sobre todo jamaicanos, conserva un aire caribeño, con
plumas y vestimentas típicas de otras latitudes más cálidas, en contraste con
el escenario que ofrecen las calles de este barrio de la ciudad de Londres.
Carnaval de Río de Janeiro: Se puede
definir con una sola palabra: samba. Miles de personas desfilan por el sambódromo
en medio de una multitud venida de todo el mundo. Y es que la fiesta reúne cada
año a cinco millones de personas, de los que cerca de un millón son turistas.
Sin duda se trata del carnaval más afamado del mundo.
Durante meses, las escuelas de samba, las
auténticas almas del carnaval de Río, preparan las comparsas, que en ocasiones
pueden llegar a integrar hasta cinco mil participantes.
Carnaval de Venecia: Elegantes y
adornadas máscaras es lo que nos viene a la cabeza cuando hacemos alusión a
este carnaval que se remonta a finales de la Edad Media y que tuvo su máximo
esplendor en los siglos XVII y XVIII.
Durante diez días, la elegancia y el
glamur están presentes en los espectaculares desfiles de disfraces de la plaza
de San Marcos, en los grandes bailes en fiestas públicas y privadas y en las
procesiones de barcos tradicionales por los principales canales de la ciudad. Trajes
de época, antifaces y el escenario más bucólico para disfrutar del carnaval más
especial.
Carnaval de Barranquilla: Fusiona
tradiciones católicas y antiguas fiestas paganas, es un carnaval muy vivo y
musical en el que la cumbia colombiana destaca como protagonista de la
celebración. En 2003 recibió la consideración de Patrimonio de la Humanidad
La batalla de flores supone el
pistoletazo de salida de cuatro días de fiesta y diversión, en los que desfiles
de carrozas, comparsas y grupos de baile se suceden. El festival de orquestas y
la presencia de personajes populares como el Rey Momo o el Hombre Caimán hacen
acto de presencia, finalizando con el entierro de Joselito Carnaval.
Carnaval de Oruro: Su popularidad no ha
cruzado el gran charco siendo uno de los carnavales más desconocidos para el
público europeo, sin embargo se trata del más espectacular y sin duda del mas
visual. Declarado en 2001 Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la
Unesco, la ciudad boliviana celebra una fiesta mitad religiosa, mitad pagana,
que mezcla tradiciones indígenas y españolas.
La fiesta honra a la Pachamama, la madre
tierra, y a la Virgen del Socavón, a la que se le dedican desfiles y
coreografías. Las luchas entre el bien y el mal, la presencia de los pecados
capitales, las danzas de origen afroamericanas… todo ello está muy presente en
una manifestación de cultura viva y de folclore único.
El carnaval de Cádiz: El ingenio, el
sentido del humor y la gracia de los gaditanos de pone de relieve más que nunca
durante los carnavales. La ciudad se vuelca en organizar y disfrutar de una
fiesta que está considerada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
La mordacidad de las chirigotas, la espectacularidad
de los disfraces, y las composiciones musicales que año tras año repasan los temas
más candentes hacen del carnaval de Cádiz uno de los más divertidos del mundo.
De hecho, el centenario concurso de
coplas, coros, comparsas y cuartetos que anualmente se celebra en el Gran
Teatro Falla es uno de los acontecimientos de mayor interés no sólo entre los
gaditanos sino también entre los foráneos.
El carnaval de Niza: La elegante capital
de la Riviera francesa se viste de gala para celebrar unas fiestas en las que
el buen gusto y la diversión están servidos. No en vano el carnaval de Niza,
que se remonta a finales del siglo XIX, es el mayor acontecimiento invernal de
la Costa Azul.
Charangas y cabezudos desfilan junto a
carrozas gigantes revestidas de flores frescas por las principales calles y
avenidas, mientras tiene lugar la Batalla de la Flores. A lo largo del Camino
del Inglés, jóvenes lanzan miles de capullos a los espectadores situados a lo
largo del recorrido. Aparte de esto una de las características de este carnaval
son sus carrozas alegóricas.
El carnaval de Tenerife: Ostenta la
máxima consideración para fiestas que concede el ministerio con competencias en
turismo en España. Conocido internacionalmente está considerado el segundo
carnaval más popular después de los que se celebran en Brasil, de hecho la
ciudad de Santa Cruz de Tenerife está hermanada con la ciudad de Río de Janeiro
por esta razón.
Cuenta con algunos records, siendo por
ello la capital mundial del Carnaval. Consta del carnaval "oficial" y
el carnaval en la calle. El carnaval oficial cuenta con más de 100 grupos con
una media de 50 componentes cada uno: murgas, comparsas, grupos de disfraces,
rondallas y agrupaciones musicales. El carnaval de la calle, viene a ser la
participación de los propios ciudadanos en la fiesta. Miles de personas salen a
la calle con su disfraz para bailar y vacilar, culminando el martes de
carnaval. Aquel día tiene lugar el Gran Coso Apoteosis, un gran desfile que se
remonta a principios del siglo pasado, en el que participa todo el mundo, con
las reinas como principales protagonistas y sus enormes, preciosos y elaborados
vestidos.
Fuentes: