El
escritor estadounidense Howard Lovecraft escribió varias docenas de libros, en
varios de ellos había una constante referencia al “Necronomicón”. Según se
relata, esta obra contenía formulas mágicas y rituales para invocar tanto a
monstruos como a demonios, haciendo de éste un material poderoso y quizá el más
peligroso conocido por la humanidad.
Durante
años muchos lectores han buscado una copia del misterioso libro del que el autor se aseguró de motivar brindando diferentes
pistas… que sólo conducían a un callejón sin salida porque el libro siempre fue
una invención.
De todos los libros mágicos del mundo, pocos son tan
famosos (o infames) como el Necronomicón, el libro de los muertos.
Se trata de una recopilación de conjuros y rituales
antiguos que según el mito traen la locura o la muerte a la persona que trata
de ponerlos en práctica. Sin embargo el Necronomicón no es un libro real. Se lo
inventó de cabo a rabo (título, autor y origen incluidos) el escritor de
novelas de terror H. P. Lovecraft.
La primera mención que existe del libro data de 1922, en el cuento corto “El sabueso”. Un año antes, Lovecraft
había colado el nombre del supuesto autor del libro, un árabe llamado Abdul
Alhazred en el cuento “La ciudad sin nombre”. La idea de un tomo mágico capaz
de invocar a dioses oscuros resultó tan atractiva que hasta el propio Lovecraft
recibió muchas cartas en vida interesándose por el libro. El escritor siempre
negó que el volumen fuera real y explicó en varias cartas que hasta el título
también es una invención suya. Sus palabras:
››En relación a los
libros terribles y prohibidos, me fuerzan a decir que la mayoría de ellos son
puramente imaginarios. Nunca existió ningún Abdul Alhazred ni el propio
Necronomicón, porque inventé esos nombres yo mismo. Luwdig Prinn y su grimorio
De Vermis Mysteriis fue ideado por Robert Bloch, mientras que el Libro de Eibon
es una invención de Clark Ashton Smith. Robert E. Howard debe responder del
personaje de Friedrich von Junzt y su Unaussprechlichen Kulten.... ‹‹
El problema del Necronomicón es que Lovecraft se tomó muy
en serio el trabajo de crear una historia verosímil alrededor del libro. Para
empeorar las cosas, mezcló esa historia con algunos detalles reales hasta el
punto de que muchos siguen convencidos de que es un libro real. Entre los datos
inventados por Lovecraft encontramos los siguientes:
·
El Necronomicón fue escrito en el año 730 por un poeta y demonólogo árabe nacido en
Yemen llamado Adbul Alhazred. Se trata de un personaje ficticio cuyo nombre
procede de un pseudónimo que el propio Lovecraft usó en su juventud tras leer “Las
Mil y una Noches” (Se trata de una contracción de Abdul All Has Read, el que lo
ha leído todo).
·
Alhazred tituló el libro en árabe Kitab Al-Azif (en árabe: El rumor de los insectos por la
noche, sonido que el folclore árabe atribuye a demonios como los djins y gules
que ya se mencionan en “Las Mil y una Noches”).
·
Alhazred murió
en el año 738, despedazado y devorado a pleno día por una entidad invisible en
un mercado de Damasco. Parte del libro lo compiló otro erudito iraní
llamado Ibn Khallikan. Este último sí es un personaje real.
·
El necronomicón lo tradujo al griego bizantino
un monje llamado Theodorus Philetas (ficticio), que fue el que le dio su título
actual. Las versiones en árabe y griego se han perdido. Las actuales proceden
de una traducción al latín realizada en el siglo XIII por un padre dominico
llamado Olaius Wormius. El problema es que sí hay un personaje real con este
nombre. Se trata de un médico y anticuario danés del siglo XVI.
·
Pese a que la iglesia católica prohibió el
libro, editores españoles y alemanes realizaron un puñado de copias en el siglo
XVII. En la actualidad se conservan
cuatro copias: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard,
dentro de una caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca Nacional de
París; otra en la Universidad de Miskatonic en Arkham (Esa universidad no existe)
y otra en la Universidad de Buenos Aires.
Todos los datos expuestos hasta ahora, aunque contienen
referencias a algunos personajes o instituciones reales, son completamente
ficticios e inventados por Lovecraft. El problema es que el Necronomicón y la
propia obra de Lovecraft son tan fascinantes que desde entonces muchas otras
personas se han dedicado a engordar la bola de mentiras alrededor del supuesto
libro. Se dice, por ejemplo, que está
encuadernado en piel humana, aunque Lovecraft nunca llegó a describir su
apariencia. Hasta se han llegado a subastar copias supuestamente
confeccionadas en el Siglo XVII que no eran más que estafas para incautos.
En las universidades donde Lovecraft escribió que se
conservan copias del libro han aparecido fichas muy detalladas del mismo (que
figura como no disponible). Son obra de bromistas, pero legitiman la ficción de
Lovecraft hasta hacerla difícilmente distinguible de la realidad. Se dice que
hasta el mismísimo Jorge Luis Borges creó una ficha del Necronomicón en la
Biblioteca Nacional de Buenos Aires. No es el único caso. Hay muchas otras
universidades y bibliotecas del mundo en las que pueden leerse fichas del
libro, aunque el volumen en sí nunca está disponible.
En 1973, la editorial Owlswick Press publicó una supuesta
edición limitada del Necronoimicón basada en unos manuscritos supuestamente
encontrados en oriente medio por el escritor de ciencia ficción L. Sprague de
Camp. La obra está escrita en un dialecto inventado del árabe llamado Duriac.
En esa misma década apareció una versión del Necronomicón
escrita por alguien que se hacía llamar simplemente Simon. Se basa muy
libremente en las descripciones de Lovecraft unidas a la mitología Sumeria.
Detrás del libro está el escritor sobre ocultismo Peter Levenda.
En 1978 se publicó otra versión supuestamente obtenida tras
descifrar mediante un superordenador un texto oculto en una obra de John Dee,
un científico y ocultista real que sirvió como consejero a la reina Isabel I de
Inglaterra y que frecuentemente se le asocia como uno de los traductores del
Necronomicón. Hasta se ha llegado a decir que el Códice Voynich es, en
realidad, un Necronomicón disfrazado.
A día de hoy, encontrar una copia del Necronomicón es
fácil. Solo tienes que acercarte a tu librería favorita o buscar en Internet.
Lo que ya no te podemos garantizar es que sea el auténtico, ni que los rituales
que describe vayan a ayudarte a algo más que a pasar un rato escalofriante
jugando a la magia negra con tus amigos.
Fuentes:
5 comentarios:
¡Madre mía, que interesante este libro!
Lo más alucinante es que sea una invención que ha dado lugar a malentendidos, juegos y suposiciones y que demuestra que un buen escritor es capaz de hacer que parezca real algo producto de su imaginación.
Su lectura, sin duda, debe de ser apasionante :)
Muchos besos.
Realmente es increíble como una historia como esta perdura a través del tiempo y nos sigue fascinando hoy en día.La lectura, al igual que las personas, siempre nos enseñan algo nuevo cada día, y más en estas fechas, una historia así , nos deja un buen sabor a misterio y curiosidad. Hace muy poco que conozco tu blog, pero realmente te doy mi enhorabuena por tus publicaciones. Sigue así compañera!!
Hombre, el Necromicon! del que se dice que tiene las cubiertas hechas con piel humana... ese libro me encantaría ilustrarlo.
Iker Jiménez le dedicó un reportaje. Sacó a un bibliófilo argentino que estaba convencido de que el libro existió, que estaba guardado en la biblioteca del monasterio de Montecassino y que desapareció durante los combates que arrasaron el monasterio en 1944.
En todo caso la película "Posesión infernal" le dedica un claro homenaje.
Saludos, Ana!
Borgo.
Hola Ana =)
Muy interesante la historia de este libro y todo lo que gira en torno a él.
Sinceramente no lo había oído hasta ahora, pero parece mentira que algo que parece ser ficticio haya dado para tanto, pero luego me acuerdo del monstruo del lago Ness mismamente, y tampoco es de extrañar.
Una entrada diferente a la par que curiosa desde luego.
Un abrazo Ana =)
Hola Montse, es como dices, le dio tanta veracidad a su invención que al final se hizo de verdad, y esa es una excelente cualidad en un escritor, además creo que es un tema que inspira mucha curiosidad.
Un abrazo Montse.
:)
Hola compañero, es fascinante que una creación que no existe, que en realidad nadie ha leído, pueda generar tanto interés, pueda provocar tanta expectación,darle forma a la leyenda, es muy curioso.
Muchas gracias por leer mi blog y acercarte a mis publicaciones.
Un abrazo
;)
Hola Miquel, de existir el libro estoy segura de que harías una portada muy chula jaja mucho mejor que la de supuesta piel humana, argg. Iker Jiménez siempre encuentra cada testimonio, ¿dónde los buscará? Posesion Infernal, la vi hace unos años por Halloween y que locura, pero te ríes.
Un abrazo
:D
Hola Natalia, somos muy crédulos, eso ya nos da una pista de que la naturaleza humana a veces cree lo que quiere creer, y mas si haces que lo envuelva cierto misterio y leyenda, haces que parezca atractivo y misterioso, entonces ya lo has conseguido, la expectación hace el resto y la curiosidad otro tanto, no se necesita más para hacer creer que algo que no es real existe.
Muchas gracias por seguir visitando el blog.
Un abrazo
:)
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