En el siglo III
las mujeres chinas sufrían una enérgica represión, no tenían potestad ni de su cuerpo ni de su voz, ni acceso a una
educación. Ya desde el nacimiento eran consideradas una carga, la mayoría de
las veces se las contemplaba como un elemento de trabajo o un objeto decorativo,
cuyo valor dependía de la fortuna de un
buen matrimonio o de su diligencia en las labores domesticas, todo ello bajo un
halo de quietud, mansedumbre y conformidad ante la dominación masculina
imperante. Fue bajo ese marco en el que se germinó y extendió un lenguaje
secreto, una forma acaparada de comunicarse reservada sólo para el universo
femenino y su esfera del hogar, y con el que podían desahogarse, consolarse,
evocar, crear y culturizarse: el nüshu.
En
Hunan, una selva húmeda con grandes yacimientos mineros y praderas para el
cultivo de arroz, las mujeres parecían condenadas a perecer tal y como lo hacen
las bestias: no tenían derecho a recibir educación escolarizada, ni siquiera
aprender a leer y escribir. No sólo eso; ninguna persona del sexo femenino
solía caminar por la calle. Los usos y costumbres decretaban una reclusión aún
mayor a la que en la misma época se experimentaba en occidente. Incapaces de
comunicarse a través del lenguaje escrito, se dedicaban a bordar y preparar los
alimentos durante el resto de sus vidas.
Nada
más contraer matrimonio, todos los nexos familiares se quebraban
definitivamente. El pequeño nexo que las unía a sus madres o hermanas
desaparecía, pues la tradición estipulaba la mudanza con la familia de su
esposo. Algunas mujeres decidían correr el riesgo y miraban por horas a los
hombres escribiendo, para intentar imitar esta práctica en solitario y así
salir de su encierro, para romper con la soledad y crear una segunda voz que se
comunicara al menos consigo misma, fruto de sus propios pensamientos.
Se
creía que las mujeres de aquellos tiempos habían perecido bajo el silencio más violento
y sepulcral, hasta el siglo XX, cuando se dio a conocer el dialecto secreto que
a pesar de todo sobrevivió al peso de los siglos, y que por lo menos se mantuvo
vivo hasta 2004, cuando Yang Huanyi, una viuda octogenaria pereció, llevándose
consigo a la última voz que dominaba esa lengua.
El
nüshu, que literalmente significa "escritura femenina", está
reconocido como la única escritura del mundo inventada y utilizada solo por
mujeres. Apareció en el seno de la población rural del valle del río Xiao que
atraviesa el distrito de Jiangyong en la provincia de Hunan y cuya cultura se
caracteriza por la mezcla de elementos yao y han. La escritura nüshu deriva de
los caracteres chinos, pero en lugar de tomar una forma cuadrada, adopta trazos
filiformes y oblicuos en forma de losanges. Adaptado al dialecto local
(chengguan tuhua), esta escritura consta de cuatro elementos principales: el
punto y las líneas verticales, inclinadas y arqueadas.
El
primer objeto aseverando la existencia del nüshu es una moneda de bronce,
descubierta en Nankín, capital de la provincia de Jiangsu. Se remonta a la
época del Reino celestial de la gran paz (1851 a 1864), un reino rebelde,
conocido por haber introducido importantes reformas sociales, y adoptado, en
cierta medida, políticas sobre la igualdad de género. La pieza contiene una
inscripción de ocho caracteres nüshu que significa: "Todas las mujeres bajo el cielo pertenecen a la misma
familia".
El
idioma se convirtió en un acto de rebeldía y desahogo, con la única regla
implícita de nunca enseñarlo a los hombres. La historia cuenta que el nüshu
tomaba una dimensión inesperada cuando la futura esposa contraía matrimonio y
se marchaba a casa de su esposo. Entonces, las mujeres cercanas le regalaban un
cuaderno, conocido como "El libro del tercer día", que en el
principio contenía los pensamientos y algunas vivencias de sus más allegadas
sobre el momento que estaba experimentando. Las demás hojas estaban en blanco,
libres para que su voz y escritura rompiera la infranqueable barrera del tiempo
y el machismo de entonces y así, proyectar todo lo que sentían a través de los
siglos, en un acto de rebeldía e inmortalidad por igual.
En
2002, el nüshu fue inscrito en el Registro nacional del patrimonio documental
de China. A partir de 2003, se realizaron talleres en el distrito de Jiangyong
para capacitar a nuevas practicantes de nüshu. En 2006, el Consejo de Estado
incluyó al nüshu como Patrimonio cultural inmaterial nacional de China. En mayo
de 2007 se construyó un Museo del nüshu en la isla Puwei, en el distrito de
Jiangyong. Rodeada por el río Xiao, en medio de un paisaje encantador, la isla
alberga Puwei Jinmei, aldea natal de muchas renombradas autoras en nüshu desde
la cual la escritura nüshu fue propagándose en la región.
Según
Yang Cheng, director del departamento de información del distrito, “la cultura
tan particular del nüshu es la quintaesencia de la sabiduría colectiva de las
mujeres de Jiangyong. Refleja su inteligencia, autoestima, coraje y espíritu
creativo. Es una hermosa flor que florece en el jardín de mil flores de la
humanidad. La protección de esta cultura local requiere una toma de conciencia
por parte de académicos, artistas y autoridades, pero sobre todo de los
habitantes de la región”.
Fuentes:
4 comentarios:
Muy interesante, desconocía esa manera de comunicarse en secreto y me da que pensar que a pesar de la represión y el sometimiento las mujeres han sabido comunicarse y estar unidas, sin duda esa es la clave del éxito, nos marca el camino para seguir luchando por la igualdad.
¡Es una gran lección!
Un montón de besos.
Me ha encantado esa historia de un lenguaje-código solo para mujeres. Me interesan mucho los lenguajes poco usuales como el habla a base de chasquidos de los bosquimanos o el silbo gomero que escuché en Garajonay.
Saludos!
Borgo.
Hola Montse, exactamente como dices, las mujeres han sabido como superar las represiones para salir adelante, mantenerse unidas fue la clave, cuando se lucha en conjunto se consigue todo, y estas mujeres lograron que su código secreto trascendiera.
Un montón de besos para ti
:D
Hola Miquel, hay algo en los lenguajes secretos que atrae poderosamente, será porque sólo unos pocos saben de su existencia y lo usan, pero sobre todo por el secretismo que lo hace especial.
Genial los silbos gomeros, la necesidad de salvar las distancias y comunicarse son poderosos.
Saludos
:D
Muy interesante leer sobre esto, la necesidad de comunicarse es mayor que todo, de comunicarse y de ser escuchado.
Besos.
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