Un modismo, una manera de referirse a los
encuentros sexuales, una expresión vieja, viejísima, centenaria,
descontextualizada, pero tan extendida que aún seguimos usando la locución que
ya se ha insertado en la sociedad, y que no creo que se vaya pronto, ¿para
qué?, ¡si todos entendemos lo que significa!
Pero, ¿de dónde viene eso de “echar un
polvo” para referirse a los escarceos amatorios y eróticos? Quizá te choque
saberlo, pero tiene que ver con la aristocracia española de los siglos XVII y
XIX…
El pitillo del siglo XVIII no se echaba después
del coito, más bien era la excusa, para que comprendas del todo la expresión te
tengo que hablar del rape, forma bajo la que se consumía el tabaco hace más de
200 años. Un tabaco altamente triturado (y con aromas añadidos, para que su
absorción fuese más gustosa) que se esnifaba. La inhalación del tabaco
provocaba un acto reflejo, estornudos violentos que buscaban la expulsión de la
droga. Por ello, el consumo de rape era un acto muy poco elegante, poco
recomendable de manifestar en público, especialmente en presencia de las damas.
Los varones nobles salían discretamente a
“echar un polvo”, pues así lo empezaron a llamar, durante unos minutos para
luego volver a la sala. El equivalente actual a la pausa del cigarrillo en
oficinas y bares. Y en ese lapso de tiempo que se convirtió en costumbre social
se encontró una oportunidad. Unos instantes en los que los encuentros sexuales
podían disimularse. O al menos al principio, ya que del uso vino el abuso y el
desplazamiento semántico. “Echar un polvo” se convirtió ya en la figura lingüística
del follar.
Y así se manifestaba ya en escritos a
finales del XIX, como en la obra de teatro de 40 páginas titulada como Don Juan
Notorio: burdel en cinco actos y 2000 escándalos. Un tal Ambrosio el de la
Carabina dejaba en 1874 por escrito y en varias ocasiones cómo el polvo era el
sinónimo del coito. Es por eso que la teoría que hemos definido, y que quedó
escrita en 1906 en el Diccionario de argot español de Luis Besset, es la más
extendida. En este diccionario encontramos cómo la definición de cohabitar
incluye en su interior la descripción “echar un flete, una vaina, un polvo”, y
de ahí utilizarían definiciones similares otros diccionarios posteriores.
Fuentes:
5 comentarios:
Vaya, qué curioso
Siempre enseñándonos cositas nuevas :)
Besitossss
¡Es curiosísismo!
Muchos besos.
Anda, que curioso nunca lo hubiera dicho.
Besos sister!
Cómo se ha perdido el uso del rapé y del tabaco de mascar, o sea, del tabaco no combustible. Parece que la moda llegó de los marineros pues en los navíos de la época -de madera, cuerdas y velas de cáñamo- era peligroso encender fuego o soltar chispas al ser muy inflamables.
Hace poco leí sobre el origen de la expresión "echar un quiqui", viene del inglés "Quickly" (rápido) y sería como echar un polvo pero rapidito, en plan "aquí te pillo aquí te mato".
Saludos!
Borgo.
¡Hola Lopillas, Hola Montse, Hola Raquel! Muy curioso, del abuso de la expresión derivó la semántica.
Besos
:D
Hola Miquel, gracias por el comentario, sabes muchas cosas, enriqueces la entrada. No sabía lo de los marineros, pero tiene sentido. Y lo del quiqui, jaja, quickly tal cómo suena.
Saludos
:D
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