(...)Mis ojos arañados por la
pena causaron un curioso efecto en ese extraño, en ese desconocido que tenía
delante de mí. Ese que se veía de pronto emboscado por mi dolor, por mi
ansiedad, ese que en algún rincón de su corazón empezaba a sentir unas
terribles ganas de hacerse amigo de mi alma.
Algo irreal sucedió
cuando, sobre nosotros, un mercurio de estrella pasó rozando nuestras cabezas
con todo su amor de universo prendido de su cabellera fugaz.
El atardecer turbaba el aire, tarde de púrpura
rota, moribunda de luz. ¡Qué bonito se hizo de pronto el cielo! ¡Qué agradable
parecía de repente aquel lugar!
Convertida en poeta de
la prisa reímos cuando compartí todo aquello con aquel desconocido, ese que sin
darme tiempo a reaccionar me apretó la mano, transmitiéndome con acelerada
respiración que era el momento de reír, de disfrutar, de relajarse, de
estremecerse, de embriagarse, de abandonar el dolor, de creer...
Caí en esa fiebre
contagiosa. Esa noche, enferma de locura, creí.
Extracto de una historia de cosecha propia titulada "Atención Pregunta" en la que cada capitulo gira en torno a una pregunta. En esta ocasión el instinto, ese impulso, esa parte del ser humano que te empuja a sólo dejarse llevar, biológica e irracionalmente.
Funambulista-Sólo luz
5 comentarios:
Ana, has reflejado muy bien y de manera muy sutil, el concepto del instinto, ese que nos conduce a creer si nos dejamos llevar por él.
¡Me has contagiadoooo! ¡quiero volar!
Ese escrito de preguntas tiene que ser genial.
Mil besos, guapa.
Qué bella prosa en tu relato y qué maravilla encontrar un alma gemela.
Muy interesante tu proyecto: ¿algún día te animarás a publicar?
Precioso y más acompañado de esa canción.
:)
Los instintos. Son como un susurro al oído, me toman de la mano y aparecen entre sombras,como un reflejo que ilumina mis senderos...
Vaya, hoy me has vuelto a pillar con el día poético, pero hay que saber dejarse llevar de vez en cuando.
Besos!
Borgo.
Impresionantes rus metáforas, tus expresiones, tus descripciones y tu prosa. Verdaderamente me gustaría que te dieras cuenta de lobien que escribes. Lopillas también te pregunta si te animarías a publicar. Veo que no soy yo sola.
Me ha encantado.
Te aplaudo. Me inspiras y te animo a publicar todo eso que guardas y no te atreves a publicar. Eres una escritora extraordinaria. No exagero, Ana.
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