Jugar fomenta la creatividad, la imaginación y el buen humor. Jugar es un derecho, jugar no tiene edad. Jugar ayuda al desarrollo mental y físico. Jugar alegra, entretiene. Jugando nos desarrollamos como personas, jugando aprendemos.
La primera referencia sobre juegos que existe es del año 3000 a. C. Probablemente, las cosquillas, combinadas con la risa, sean una de las primeras actividades lúdicas del ser humano, al tiempo que una de las primeras actividades comunicativas previas a la aparición del lenguaje.
El juego es algo innato en el ser humano, algo que hacemos a lo largo de nuestra vida. Todos nosotros hemos aprendido a relacionarnos con nuestro ámbito familiar, material, social y cultural a través del juego.
Al jugar podemos desarrollar nuestra madurez.
Además es libre, gratuito, desinteresado e intrascendente.
Es universal, todas las culturas y civilizaciones lo conocen.
Lo mejor es que no es necesario enseñar a jugar porque es algo que aparece sin más, siendo su principal función la del aprendizaje. Gracias al juego conocemos el mundo de los objetos, de los símbolos, y también las reglas que hay que respetar para interactuar con los objetos y con los demás, llegando a conocernos a nosotros mismos.
El juego temprano y variado contribuye positivamente a todos los aspectos del crecimiento y está vinculado a las cuatro dimensiones básicas del desarrollo infantil que son el psicomotor, el intelectual, el social y finalmente el afectivo-emocional.
Jugando los niños y niñas favorecen sus conductas sociales y de lenguaje al tiempo que estimulan su intelecto, trabajando sobre el cuerpo y los sentidos, las capacidades de pensamiento y la creatividad, la comunicación y la socialización, y como instrumento de expresión y control emocional.
Podemos dividir al juego como: popular, tradicional e infantil. Tipo de juegos hay muchos: simbólico, de reglas, de construcción, de mesa, de naipes, de rol, videojuegos, también los hay pedestres, de saltos y equilibrios, de lanzamiento, de lucha, de fuerza, de mazo y bola, de pelota, de azar, de guerra…
El juego es una actividad muy completa y completamente saludable.
Hace algunos meses hablé aquí, en el Bohemio Mundi, de los juegos más tradicionales y arraigados de cada una de las siete islas canarias. Me quedaron por mencionar algunos juegos, ¡que mejor que hacerlo hoy!
Los hombres no dejar de jugar porque envejecen, sino que envejecen, porque dejar de jugar.
Oliver Wendell Holmes