viernes, 17 de febrero de 2012



El desierto de Danakil, en Etiopía, es uno de los puntos más calientes del planeta. La zona está salpicada de un paisaje casi inverosímil: pequeños piletones de agua verde, hornitos que brotan de la tierra, numerosos manantiales ardientes de colores en una gama inimaginable, que va de los anaranjados, al verde, blanco o amarillo, a causa del azufre y otros minerales, en una atmósfera que recrea una versión africana del infierno.
Las increíbles formaciones de sulfuro, sal y azufre que brotan de las entrañas de la tierra, generan un panorama que podríamos imaginar con más facilidad en otro planeta.


El desierto de Danakil está situado en el Cuerno de África, en la depresión de Afar, muy cerca del mar Rojo. Administrativamente, ocupa parte del noreste de Etiopía, del sur de Eritrea y gran parte de Yibuti.
El desierto está encima de una grieta en la corteza terrestre, en una región conocida como el infierno en la tierra, una gigantesca llanura salpicada de formaciones de sal, sulferetos y azufre cuya actividad volcánica es una de las más activas en todo el mundo. Esto, unido a las altas temperaturas que pueden alcanzar los 60 °C,  hace pensar que este lugar no es apto para ser habitado.
Sin embargo es la patria del pueblo Afar, que son conocidos por su capacidad para soportar un calor intenso.
Los hombres Afar eran bien conocidos por su ferocidad y su xenofobia hasta 1930. Hasta este año, ¡era costumbre el cortarles los testículos a los intrusos varones! En esta tribu las mujeres son tratadas como objetos, ellas trabajan día y noche para mantener a los hombres. Viajan de 15 a 20 km al día todos los días para recoger leña y acarrear agua, que hierve a 90 °C. Preparan la comida y son las últimas en comer, comiendo lo que queda. No hay acceso a médicos o medicinas y cuando enferman, simplemente, mueren. Se alimentan de la leche de cabras o camellos y también de su carne.
Los habitantes de esta inhóspita tierra caminan descalzos y trabajan sobre el suelo más caliente del planeta.
La principal industria del desierto de Danakil es la extracción de sal que todavía se corta a mano en losetas y se carga en camellos para su transporte, siendo habitual aún ver caravanas de camellos haciendo el lento viaje por el desierto.

Aquí los vientos son cálidos y vienen cargados de arena, que causan la sensación de que el cuerpo se está quemando. En esta tierra viven pequeños escorpiones que sólo se ven en la noche con una luz especial.
Es una de las regiones más agrestes del planeta: una gigantesca llanura salpicada de mares de sal y algunos volcanes activos. Las altas temperaturas combinadas con el escaso régimen de lluvias generan una superficie capaz de competir con los desiertos más extremos. Algunos puntos de la árida región pueden situarse hasta 150 metros por debajo del nivel del mar.
Llegar al desierto de Danakil no es tarea fácil. Partiendo desde el norte de Etiopía, hay que atravesar zonas deshabitadas, ríos secos, paisajes montañosos y escasa vegetación.
Ese cambiante paisaje desemboca en una extensa planicie, sin límites en el horizonte, que arranca con la blancura deslumbrante del salar. La impresión hace enarcar las cejas y el calor ralentiza los movimientos. Si sopla, el viento es una lengua de fuego. De repente se comprende la pausada cadencia con la que se mueven decenas de camellos que marchan en fila india.
El único indicio visible de vida en kilómetros y kilómetros a la redonda son estos animales que portan en sus gibas bloques de sal a la caída del sol.

-National Geographic lo nombró como el «lugar más cruel de la Tierra»-

-Existen en la región muchos volcanes (más de 30 volcanes activos) y es una de las áreas tectónicas más activas de la Tierra. Dos de sus volcanes mas conocidos son el Erta Ale (613 m) y el volcán Dabbahu (1.442 m). El punto más profundo del desierto está en la depresión de Danakil, que llega a los 100 metros por debajo del nivel del mar-

De todos los volcanes activos de la zona el más interesante es el Volcán Dallol, que no deja de producir, como un perfecto artesano, manantiales ardientes de colores anaranjados. El sulfuro, la sal y el azufre que brotan de las entrañas de la tierra conforman una silueta casi indescriptible.
Pequeños lagos de sulfuro y azufre visten el desierto con trajes de agua y minerales de todos los colores. Tonalidades verdes y amarillas hacen juego con el chirrido lacrimógeno de los géiseres. Colores, textura y sonidos que, en otro contexto, sólo podrían formar parte de un más allá muy lejano.
Por aquí anda también el Volcán Erta Ale, el único volcán del planeta que mantiene en su cráter un lago de lava permanente. No es de extrañar que los lugareños (aunque decir aquí lugareños es situarnos a más de cien kilómetros) lo conozcan como la Puerta del Infierno.
El humo que en ocasiones surge de las grietas achicharradas del suelo casi nos llevan a pensar que ahí abajo, más cerca que de costumbre, se hallan los salones del infierno.

Dallol es uno de los destinos menos accesibles del planeta. Muchas zonas están en mal estado y tienen los accesos cortados y la única manera de acceder es gracias a las caravanas de camellos.
A pesar de las duras condiciones, la Depresión Dallol es un lugar extraordinario para visitar, con unos paisajes espléndidos y una experiencia fantástica para el viajero aventurero.


¡Buen viaje!

NOTAS:
¿Sabías que el nombre Etiopía se deriva del griego Αθιοπία æthiopía, proveniente a su vez de Αθίοψ æziops, ‘cara quemada’?  
Un aviso quizá de que si viajas hasta allí no deber olvidar por nada del mundo el protector solar.
No obstante, antiguas fuentes etíopes afirman que el nombre deriva del legendario fundador de la ciudad de Axum: Ityopp’is (hijo del bíblico Cush).
Gracias al chico Geografía por sus copiosas ideas… ; )


Fuentes: Destinoscuriosos.com/2010/12/29/el-desierto-de-danakil-en-etiopia-la-puerta-del-infierno. Wikipedia. Google imágenes.

6 comentarios:

Will dijo...

Es precioso. Será todo lo inhabitable, será lo que pueda ser, pero no me importaría nada perderme por ahí. Ese lugar me cautiva. Preciosímas imágenes

Ana Bohemia dijo...

Es cierto, hay algo que atrae de ese paisaje, supongo que lo irreal que parece... Con buena protección solar y un gran suministro de agua a mi tampoco me importaría perderme por allí, tiene que ser toda una experiencia... arfdiente.
:)

Anónimo dijo...

Qué maravillas hay por el mundo, y luego nos quejamos, pero es que nos dejan con la boca abierta, especialmente tú, Ana, que nos lo muestras en tu blog.
Gracias por seguir abriéndonos los ojos al mundo.
Un abrazo.

Ana Bohemia dijo...

Hola Carol, un placer descubrir estos lugares para enseñarlos por aquí a todo el que visite el blog. A mí también me impresionan estos lugares, y sobre todo la variedad de paisajes y riquezas que hay en nuestro planeta, un planeta que nunca deja de sorprenderme.
Un abrazo
;)

Nortiz dijo...

Madre mía, qué entrada :)
Y tanto que estas imágenes recuerdan a otro planeta con las formas y los colores...
Mmm... sí que puede parecer un poco un infierno, aunque extraño y más moderno jaja, y como bien nos explicas, tiene pinta de que hace mucho calor allí.
Lo de que las mujeres trabajen para mantener a los hombres, me temo que sigue siendo una realidad en muchos lugares... Hay que evolucionar. Es muy triste que no tengan médicos, pero que se coman los unos a los otros es horrible, aunque muy comprensible en un lugar donde la vida es tan difícil y seguro que escasea la comida.
Me da miedo que caminen descalzos o.O ¿Tendrán los pies quemados? Y el resto del cuerpo casi que también.
No me extraña que haya sensación de quemarse con ese calorazo tan tremendo...
Y tan cruel, dios mío. Es probable que tenga ese número de National Geographic... depende del tiempo que haga de su publicación, pero no me suena desconocido.
No sabía que un volcán pudiera ser capaz de producir estos colores tan llamativos y diferentes.
Me encantaría ir, pero tiene que ser todo un reto con semejantes temperaturas... y yo me quemo con facilidad u.u, aunque procuro protegerme con el protector solar.
Muy muy interesante, Ana :) Gracias por compartirlo. Un beso

Ana Bohemia dijo...

Pues si Natalia, el lugar mas cruel del mundo. Un lugar en el que hay que estar loco para vivir o muy aclimatado. Yo creo que los lugareños se han adaptado al calor, aunque me resulta incomprensible, pero si, es así. Da miedo pensar que se comían ciertas partes de los invitados no esperados, jaja. La situación de la mujer es muy desfavorable, ¡que injusticia!
En cuanto a los colores y los volcanes, pues si, hay mucha acidez, mucha aridez, y muchos otros componente químicos, sulfatos y demás.
Aquí en Canarias, que es una zona volcanica, hay muchos colores así, ¿conoces la charca de los Clicos, en Lanzarote? También se le conce como Lago verde, y se ve de un verde intenso por unas algas, todo el entorno es volcanico y es increible:
http://www.flickr.com/photos/envision/2878630307/
Si has subido al Teide habrás visto que hay una curva, y esta se llama curva de la tarta, la pared que se ve es de tres o cuatro colores diferentes, debido sobre todo a las distintas capas de solidificación:
http://www.webtenerife.com/PortalTenerife/Area+profesional/Tenerife+Film+Commission/Localizaciones/Parque+nacional+del+Teide/Curva+de+la+tarta.htm
Me alegro de que este lugar te haya impactado.
Gracias por comentar
Un beso
:)

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