jueves, 5 de febrero de 2009

¡Por la mujer!

Hace tiempo que quiero hablar de la historia de las sufragistas, mujeres decididas que se enfrentaron a la sociedad del momento y dieron la cara en un mundo en que la rigidez de las clases y el rol femenino eran prácticamente inamovibles.
Armadas con panfletos y dispuestas a obtener el derecho al voto, lucharon hasta el final para lograrlo.

Este es mi homenaje para todas aquellas heroínas que combatieron por lo que creían justo de manera pacífica, arropadas en un espíritu emprender, todo un ejemplo de lucha y esfuerzo que debemos agradecer.

Durante décadas muchas mujeres tuvieron que defenderse, algunas fueron encarceladas, maltratadas y multadas, otras protagonizaron huelgas de hambre e incluso alguna encontró la muerte defendiendo su máxima.

Los argumentos basados en la discriminación por género fueron los que prevalecieron. Deshacer las tradicionales barreras entre lo público, terreno masculino, y lo privado, terreno femenino, autorizando el acceso de las mujeres al espacio público era considerado como un peligro para el orden social establecido y para el reparto de roles por género.
Derecho de voto para la mujer. Durante la votación la Sra. Jones recuerda que se ha dejado el pastel en el horno.

Además de los tradicionales medios de propaganda como los mítines y las manifestaciones, algunas mujeres recurrieron a tácticas violentas como el sabotaje, el incendio de comercios y establecimientos públicos, o a las agresiones a los domicilios privados de destacados políticos y miembros del Parlamento.
La percepción del sufragismo como una amenaza a la familia fue lo que impidió su aceptación social.

Muchas mujeres fueron apresadas injustamente por la polícia.


El caso británico es el mejor ejemplo de movilización anti-sufragista, no sólo entre los hombres sino también entre las mujeres. En noviembre de 1908, se fundó en Londres la Liga Nacional de Mujeres Anti-Sufragio (Women's National Anti-Suffrage League). Su primera presidenta fue la popular novelista, Mary Ward.

Los líderes de la Liga Anti-Sufragio insistían en que la gran mayoría de las mujeres británicas no estaban interesadas en conseguir el derecho de voto y advertían contra el peligro de que un pequeño grupo de mujeres organizadas forzaran al gobierno a cambiar el sistema electoral.

Contrarios al sufragio femenino.

La realidad económica y política de la Primera Guerra Mundial y de su consiguiente posguerra, obligó a que la sociedad incorporara al escenario público a madres y esposas. Esto fue decisivo. La consecución del derecho de voto fue un reconocimiento colectivo a los méritos acumulados.

En otros países el sufragio femenino se logró desde las instituciones del estado mediante leyes que fueron impulsadas directamente por mujeres en la política como el caso de España con Clara Campoamor o Argentina con Eva Perón.

En la actualidad todavía existen algunos países que no reconocen el sufragio a las mujeres. O sí lo reconocen (como en el Líbano), pero de una manera diferente que a los hombres. A ellas se le exige una prueba educativa, a los hombres no. Así que todavía queda lucha... ¡Por la mujer!


Fuentes: -Sufragismo y Feminismo: la lucha por los derechos de la mujer 1789-1945. -Wikipedia.

2 comentarios:

Raquel dijo...

Ana, me ha encantado esta entrada, Interesante y fácil de leer; con fotos y curiosidades.
Parece que ha pasado mucho tiempo pero no es así; a la mujer aún le queda mucho camino que recorrer para ser considerada igual, con los mismos derechos y obligaciones, que el hombre, sobre todo en los países árabes.
Un saludo, Ana, y mucha paz.
:)

Ana Bohemia dijo...

Paz para ti también, Raquel. :)
Supongo que geográficamente hemos nacido en lugar adecudo, porque si ahora mismo viviésemos mas para el otro lado dudo mucho de que pudiera expresar mis sentimientos y derechos en un blog.
Gracias por leerme, eres la única.

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